Frecuencia Zero FM

Década menemista y sus continuidades hasta hoy

La actualidad argentina está caliente por los precios y los salarios. El Gobierno propuso un 29% de inflación en el Presupuesto y apuesta a su concreción en las negociaciones paritarias. Si bien plantea que los trabajadores le ganarán a los aumentos entre dos y tres puntos, lo cierto es que pocos creen esa posibilidad. Sumado a eso, las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los pagos de deuda aparecen como eje central de la economía. Continuando una bola de nieva que no tiene salida. En definitiva, una figurita repetida del funcionamiento capitalista en la Argentina, que comenzó con la dictadura militar y se profundizó a lo largo del tiempo.  Aprovechando la muerte del ex presidente Carlos Menem, el columnista económico José Castillo repasó las medidas que reforzaron estas cuestiones del modelo: flexibilización laboral, privatizaciones, y constitución del desempleo y pobreza estructural. En este marco, Castillo recordó la participación por aquellos años de los devenidos en antimenemistas. Allí estaba el actual mandatario, Alberto Fernández, como funcionario y Néstor Kirchner como pieza clave para la privatización de YPF. Además del saqueo megaminero de los ’90, que aprovechó el kirchnerismo más adelante. De este modo, el especialista explicó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, la acumulación de las súper ganancias en el país y la derrota continua de los sueldos. 

Golpe de realidad

Se conoció la inflación del mes de enero, tan alta como terminó en 2020 con un 4%. La diferencia es que diciembre es un mes estacionalmente alto en subas de precios, precios que en enero deberían bajar, sin embargo, este enero demuestra una tendencia anual inflacionaria alta. José Castillo recordó que había tres reuniones claves del gobierno: con los gremios, la mesa de enlace y los empresarios. Hubo un impresionante aumento en la suba de alimentos que alcanza un 4,8%. Tiene que ver con el cambio de muchos productos desde los Precios Máximos hacia los Precios Cuidados sumada a la autorización del gobierno de subas del 15%. Además la carne. Otro rubro es la suba de las naftas de la mano de YPF. Las comunicaciones sufrieron el aumento de las empresas como respuesta al anuncio del gobierno de congelar las tarifas. Haciendo las cuentas, la inflación va hacia el 48% anual a pesar de tarifas congeladas y el dólar quieto. En el mejor de los análisis dice que, tomando los mejores salarios de la argentina, los trabajadores pierden tres puntos de poder adquisitivo y los trabajadores del Estado perdieron más de 10 puntos en 2020 José Castillo explicó cómo se expresó la oposición entre discurso y realidad en estas reuniones: Con los gremios reinó el discurso. Sosteniendo la proyección del 29% de inflación anual. La propuesta de los gremios fue firmar por 29% y cláusula gatillo. El gobierno no aceptó. El aumento en cuotas, sin ninguna garantía va a costear la inflación a costa del poder adquisitivo de los trabajadores. La promesa: una futura reunión para negociar si la inflación es mayor. Nada cambia. Con la mesa de enlace ganó la realidad. El gobierno se desdijo de la amenaza de aplicar la suba de retenciones. Con el planteo de una preocupación por la situación pero sin exigencias y con el pedido de cooperación. Gana el Poder Real. “Los de las empresas se reunieron con el Estado pero les mandaron los Suplentes” a la negociación, ilustra Castillo, “como los equipos de primera que juegan la Copa Argentina”. Martín Guzmán les dijo que el mercado formaba los precios y que es un problema macroeconómico. El gobierno adhiere al diagnóstico liberal de que hay muchos pesos en el mercado y que es producto de la emisión monetaria, lo que amerita un ajuste para la solución de este problema. Sin lugar para el discurso. El escenario proyecta que faltan los aumentos de la canasta escolar de marzo, que algunas provincias están comenzando a aumentar las tarifas, que la nafta seguirá aumentando. ¿Cómo puede hacer el gobierno para que la inflación no se dispare más? Al contrario del discurso, el gobierno tiene que lograr salarios bajos, que el campo y los empresarios sean “medidos” con la suba de precios, mientras el gobierno tiene agarrado el dólar. La realidad es que se olvidó de los especuladores financieros, que juegan fuerte y hacen que todo penda de un hilo. No están las reservas para frenar las estampidas de compras especulativas. El BCRA no puede salir a pelear hoy, sobre todo si no ingresan los dólares del campo. El gobierno trata de retrasar el dólar respecto de la inflación. Es un mecanismo peligroso ya que no es bueno retrasar el tipo de cambio porque comienza el gasto de divisas para consumos en el exterior y se potencia la insuficiencia de divisas.

Construyendo la inflación

El dato más importante que se conocerá mañana será el resultado de la reunión con los gremios y que apunta a contener la suba de precios, la reactivación de la economía y el control de la inflación mediante valores estables de la moneda extranjera. José Castillo analiza la tibieza del gobierno nacional para “acordar” con los aprietes de los actores sociales históricos de la Argentina. Una pata de este intento oficial es lograr acuerdos entre trabajadores  y empresarios. Se aspira que los trabajadores vayan recuperando lo que perdieron durante los 3 años anteriores, alrededor de una 15% del poder adquisitivo del salario. La base de la negociación sobre las paritarias es que el gobierno postula una inflación del 29% anual. Sin embargo, con dos o tres puntos no se recupera lo acumulado. Por ejemplo los bancarios cerraron en 29%. Pero comercio, la construcción, los docentes o los estatales que rozan la línea de pobreza, el 29% no recompone nada. Los gremios pagarían el pato de la boda, porque firmarían acuerdos que para agosto y septiembre ya estaría por debajo de la inflación simplemente visible en los precios de la canasta básica. Los empresarios apuntan a que la suba de los salarios es el motor de la inflación. Otra pata son los proveedores de divisas buscando acuerdos para cuidar las disparadas del dólar. El control del sector externo debe ser más férreo. Según José Castillo “Está bien que se cobren retenciones a los grandes exportadores. Pero estos tienen mecanismos para trasladar el costo para que los pequeños productores sean quienes los terminen pagando. Se necesita el control de verdad del comercio exterior. Los antecedentes dicen que cada vez que el gobierno se sentó frente a los poderes reales, reculó. El ejemplo más claro es Vicentín”. Medidas de fondo con el sector agroexportador no se van a tomar y se moverán en un gris que no afectaran las súper ganancias que obtiene el sector. “Tienen la manera de extorsionar al gobierno al no liquidar exportaciones, ahogar el mercado de cambio y disparar el dólar. Total el discurso es bajen los salarios y bajen los impuestos que son los que generan la inflación”, señala Castillo. La inflación del 29% que proyecta el presupuesto no va a cumplirse. Las consultoras que menos proyectan, rondan el 45%, las negociaciones confirmarían la pérdida del poder adquisitivo del salario que se arrastres del trienio anterior. No se resuelve esta maraña de aprietes con promesas de buena voluntad.

Mínimas expectativas para la economía

El economista José Castillo analiza las perspectivas de este 2021 que tiene una expectativa muy fuerte con esta temporada de verano que parece no arrancar pero que tampoco se va. Se suma la incertidumbre con el inicio de las clases y todo este cúmulo de sensaciones se traducen en una gran preocupación. El 2020 fue para el olvido: la caída de la economía, del producto bruto y de la riqueza, del salario, de las jubilaciones, de todas las variables analizables. La pandemia, además, sigue siendo un elemento central para cualquier análisis. Sin embargo, se pensaba que durante este año la economía debía reactivarse, pero los «desaforados» aumentos de precios lo ponen en duda.  La inflación de enero se proyecta por encima de los 4 puntos poniendo en riesgo las proyecciones del Presupuesto 2021 que presentó el gobierno y su 29% de inflación anual. Y ante esta situación, ¿cuánto van a subir los salarios? La reactivación de la economía va de la mano de la protección del poder adquisitivo. ¿Las paritarias salariales deberían entonces ubicarse en que porcentajes de aumentos? Teniendo en cuenta que las paritarias alcanzan a trabajadores en blanco, con convenios, gran parte de los trabajadores informales de nuestro país siguen perdiendo. «El gobierno está atacando a un elefante con un balín», explica José, al referirse a anuncios, acuerdos, doble discurso, precios máximos mientras los ciudadanos no lo perciben en los negocios. El aumento de los combustibles, el rebote en las tarifas, el rebote en los insumos que son distribuidos que confluyen en el aumento de los precios. A lo que debe sumarse que hay una estructura monopólica de formación de precios y la cadena monopólica de distribución de hiper y supermercados, donde cada unos le agrega costos a los precios.