Frecuencia Zero FM

Un sueño necesario

Eduardo Ruffa, médico psiquiatra de APSA (Asociación de Psiquiatras Argentinos), en comunicación con FRECUENCIA ZERO, se refirió al aumento de consultas por trastornos de sueño durante la pandemia y dio recomendaciones para enfrentar este padecimiento. La pandemia afectó casi todos los órdenes de la vida cotidiana y el descanso no quedó por fuera de este impacto. En este contexto, Eduardo Ruffa junto con un grupo de profesionales del APSA, elaboraron un informe sobre los trastornos de sueño: «Lo que hicimos fue un trabajo que incluía recomendaciones para un sueño saludable en situación de pandemia. Hubo distintos estadios desde que empezó el aislamiento, ante los inconvenientes que surgían con el tema del sueño, recopilamos información y emitimos estas recomendaciones para el público en general.  Según la cronobiología, nosotros estamos regidos por distintos ritmos biológicos, que tienen que ver con el sueño y la vigilia: algunos como la noche y el día, que se perciben como la luz y la oscuridad, algunos más largos como el invierno y el verano, también ciclos como el de la menstruación y también otros ritmos más cortos, como por ejemplo en el sueño hay patrones de 90 minutos, eso es lo que estudiamos. Es muy importante que identifiquemos estos ritmos. El sueño es un estadio que nos pone en una tremenda desventaja ante los peligros del ambiente exterior, si bien esto así, también detectamos que nos tiene que dar una gran ventaja si no con la evolución habría desaparecido, sin embargo el sueño  se mantuvo en el tiempo y es algo absolutamente necesario, tanto que si no dormimos al cabo de un tiempo muy prolongado (2 semanas de corrido) podemos correr el riesgo de morir». Acerca de los indicios que hay que tener en cuenta para diagnosticar un trastorno de sueño: «El insomnio puede ser un síntoma o una enfermedad. Si no tiene repercusiones diurnas es solo un síntoma, si ya tiene consecuencias durante el día (irritabilidad, pérdida de reflejos, errores laborales, etc.) ya es un trastorno que debe ser atendido para que no se haga crónico, esto debe hacerse durante los primeros 3 meses en que se manifieste. Durante la pandemia esto cambio, el insomnio se generalizó y empezaron a consultar personas que tenían problemas de sueños recientes, por eso hicimos este trabajo» A continuación, teniendo en cuenta los datos que recopilaron, el especialista dio algunos consejos para tener un descanso saludable: «Uno de los principales problemas fue privarse del sueño para hacer otra actividad (ver series, entrar en las redes sociales, etc.). Cuando no había que cumplir con obligaciones laborales, hubo un corrimiento de los horarios. La gente se quedaba haciendo cosas y luego compensaba durmiendo hasta más tarde. Nosotros recomendamos que haya rutinas, pueden ser flexibles pero que se establezcan. Esto es lo que se llama homeóstasis, que el cuerpo se vaya preparando para lo que viene, en este caso para dormir. Con esto viene otro consejo: la cama debe usarse para dormir o tener relaciones sexuales, porque si no se pierde esta acción de estímulo -respuesta con el ambiente y el cuerpo: ver series, llevarse el trabajo a la cama, trastoca todo esto y tiene perjuicios en el descanso posterior.» Para concluir, en cuanto a las horas necesarias de sueño para el organismo, el  profesional manifestó: «Se suele decir que necesitamos 8 hs. para dormir. La respuesta correcta es la cantidad de horas suficientes para tener una vigilia activa, es decir, para hacer actividades sin quedarse dormido. Pero hay una trampita que a veces se hace la gente que duerme menos cantidad de horas y es tomar muchos estimulantes: café, mate, gaseosas, energizantes, por ejemplo. Entonces hay que tomar en cuenta la cantidad de horas que se necesitan sin depender de ningunas de estas cosas.»

Los médicos siguen con la guardia alta

Osvaldo Saleh, médico cardiólogo del Hospital Álvarez y miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología, comentó en diálogo con FRECUENCIA ZERO como impactaron las declaraciones de Alberto Fernández sobre la «relajación» del sistema sanitario en el personal de salud y advierte sobre la situación límite que se está viviendo en algunos hospitales porteños. En el anuncio de las nuevas medidas que tomó el Gobierno nacional para hacer frente a la escalada de los casos de COVID-19, el presidente Alberto Fernández afirmó «el sistema de salud se relajó». Esta frase desató la indignación de muchos trabajadores de la salud. Sobre este tema Osvaldo Saleh expresó : «Fue algo muy fuerte. Esperamos que el presidente recapacite, reflexione y se rectifique. No estamos para nada relajados, estamos trabajando a full. Incluso se está evaluando reincorporar a los profesionales que fueron escudados por alguna enfermedad personal como diabetes o hipertensión. Necesitamos más gente para poder hacer frente  porque no da abasto el hospital. En Hospital Álvarez históricamente tuvimos 8 camas de terapia intensiva, ahora se incorporaron dos terapias intensivas de 8 camas cada uno, pero en total hay 16 funcionando, estamos esperando habilitar las 8 camas restantes para este fin de semana.  Hasta en una camilla y un escritorio se ha internado gente, en el shockroom, pero no son las condiciones adecuadas.  Ahora va llegando cada día más gente y más jóvenes. Estamos atendiendo pacientes de un promedio de edad de 35 años» Sobre el estado de las unidades de terapia intensiva del hospital y como su funcionamiento el profesional detalló: «Las terapias intensivas deben ser un 10% de la totalidad de camas. Por ejemplo nosotros teníamos 200 camas y siempre estuvimos por debajo,  solo 6 u 8 de terapia intensiva y sin respiradores, entonces la pandemia evidencia la crisis del sistema sanitaria. Aparte necesitas enfermeras, kinesiólogos, médicos capacitados, no son solo las camas. Los terapistas hacen guardia en terapia intensiva, tienen un stress muy grande, están muy mal pagos,  porque no solo reciben pacientes de COVID. La terapia intensiva es un área crítica, de mucha exigencia, de mucho stress, donde el personal está agotado.  Además con una enfermedad nueva como es el  COVID, donde hay muchas cosas que se están probando, el plasma, muchas drogas nuevas que se están probando,  incluso las vacunas, que parecen que son buenas, son muy recientes. Por eso decimos que el panorama está muy complicado, peor que el año pasado». Respecto a la posibilidad de incorporar a estudiantes avanzados de medicina para paliar la falta de personal , Osvaldo Saleh sostuvo: «Los estudiantes avanzados serían un buen recurso para cumplir ciertas tareas, sacar sangre, hisopar, tomar la presión , con todo el respeto que tengo con ellos. Para estar en terapia intensiva tenés que tener un entrenamiento, experiencia, tenés que saber intubar a un paciente, hacer una vía central, no son cosas que se hacen de un día para el otro, es necesario un entrenamiento que mínimamente debería ser de 6 meses a 1 año». Por último, el cardiólogo explica las divergencias  se suscitan con las cifras de ocupación de camas y explica porque afirman que el sistema sanitario está en alerta para no colapsar: «Ahora en el Hospital Álvarez están las 16 camas ocupadas, hay 8 camas vacías pero no tienen profesionales que las atiendan, entonces son inútiles. Para los funcionarios están libres, pero no se pueden tapar el sol con las manos, estamos al tope, estamos colapsados. Están el 100% de las camas funcionales ocupadas. Además tengamos en cuenta que no atendemos solo COVID, hay otra patologías que debemos atender y  en estas circunstancias no se pueden derivar a terapia intensiva».

Siguen los testeos en la Comuna 9

Maximiliano Mosquera, Presidente de la Comuna 9, en dialogo con FRECUENCIA ZERO comentó las acciones que están llevando adelante desde la Junta Comunal para hacer frente a la pandemia. En primer lugar, Mosquera  habló sobre la tarea que se viene llevando a cabo en materia de testeos y la respuesta de la comunidad en cuanto al acatamiento de las medidas de prevención: «Permanentemente estoy  en la calle, me pueden encontrar todos los días en el triage del  Plan DetectAr , colaborando con los enfermeros en los testeos, viendo quién necesita hacelo y quién no. Lo que veo es que hay bastante conciencia en la gente de la comuna. Puede ser que con los más jóvenes cueste un poco más, en el tema de las restricciones nocturnas por ejemplo, pero somos una comuna que cumple en general con los cuidados generales para esta pandemia» Con respecto a la situación epidemiológica, el presidente de la comuna 9 expresó: «En las últimas semanas creció mucho, diría se duplicó la gente que viene a testearse . Se ve que hay mayor preocupación por parte de los vecinos, si bien aumentaron los casos positivos afortunadamente no se registran  tanta cantidad de casos positivos en esa magnitud. Nosotros tenemos el Centro Tradicionalista de Celia Rocha, en Chascomús 5240. Recordemos que los DetectAr se toman muestran de saliva para asintomáticos, los que están con síntomas continuan yendo a las UFU (Unidades Febriles de Urgencia), nosotros tenemos en el Santojanni ( Martiniano Leguizamón 950) y el centro que está en Los Perales (Yrupé 6700) . Lo más importante del DetectAr  no solo es la cantidad de muestras, sino también es la búsqueda activa. Con este se puede determinar los contactos estrechos, derivar al triage o tomar la muestra en el domicilio. Por eso esta búsqueda activa y la detección temprana de los casos es lo más importante para cortar la cadena de contagios» En cuanto a los parámetros para saber dónde y cuando realizar los testos, Mosquera detalló: » Para los asintomáticos que tuvieron un contacto estrecho (más de  15 minutos con alguien contagiado, sin barbijo, a menos de 1 metro y medio) lo ideal es que esperen entre  5 y 7 días para testearse en el operativo Detectar, porque antes quizás estás incubando el virus pero no tenés los anticuerpos como para que surjan en el estudio . Si tenés síntomas, te acercas a alguna de las UFU para que te hisopen directamente».

Ellas también estuvieron

Alicia Reynoso, enfermera y veterana de la Guerra de Malvinas, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, contó su experiencia en el conflicto bélico de 1982 y la falta de reconocimiento a las tareas que llevaron a cabo junto a sus compañeras. Luego de un largo período que mantuvo a las mujeres de Malvinas en el ostracismo y el olvido, este año hubo un reconocimiento por parte del presidente Alberto Fernández en relación con el rol que cumplieron las mujeres de las Fuerzas Armadas en la guerra. Sobre esto, la enfermera militar expresó: «Me dio un terrible orgullo. Nos sorprendió porque desde que terminó la guerra hasta ayer ningún presidente nos había reconocido. Nuestra lucha viene de muchos años; no fuimos reconocidas. Debería decirse ‘veteranas y veteranos’, porque nosotras estábamos cumpliendo órdenes, no éramos voluntarias; hicimos lo que teníamos que hacer desde nuestra profesión: éramos asistenciales en tiempos de paz y operativas en tiempos de guerra. Nosotras éramos mujeres militares, de varias fuerzas y que solo hacía 2 años nos habíamos incorporado. Y también tuvimos nuestro bautismo de fuego en la guerra de Malvinas». Con respecto al rol que se le asignaba a la mujer en ese contexto, algo muy distinto a lo que sucedía con ellas, Alicia Reynoso señala: «Si vos ves las revistas de aquella época, nombran a la mujer como la madre o la esposa que espera.  Nosotras no éramos eso, éramos personal militar cumpliendo con nuestro deber. No me pongas de florero ni me pises. Como enfermeras militares, nos ordenaron marchar hacia el sur; pensamos que íbamos a ir a Malvinas, después nos dimos cuenta de que se iba a quedar en Comodoro Rivadavia. Estábamos allí cumpliendo el rol para el que nos habíamos preparado dentro y fuera de las fuerzas. Nosotras ayudábamos a cargar los aviones y siempre había un lugar para la sanidad, cargábamos mucha comida. Luego, cuando recibíamos a los soldados mal alimentados, con vestimenta que no correspondía con el clima, la verdad, no entendíamos lo que había pasado con todo lo que habíamos mandado. Yo tenía 24, mis compañeras tenían entre 22 y 26 años; éramos muy jóvenes. En el medio de una guerra, a una compañera la pusieron presa cuatro días por haberse olvidado de poner una cucharita; y por eso hicimos una especia de huelga, no se podía creer que eso pasara en ese contexto».   Las vivencias de la guerra dejaron marcas profundas en el alma de quienes fueron parte. Muchos años de olvido y silencio. A causa de esto, durante un largo tiempo, se ignoró lo que veteranos y veteranas de guerra experimentaron durante ese momento: «Cuando llegamos del conflicto, se nos ordenó que no podíamos hablar de todo lo que habíamos visto ahí. Fueron muchos años de silencio, de ocultar el dolor, hasta que yo empecé tímidamente a levantar las fotos, los recuerdos y a hablar un poco de todo lo que había pasado. Nosotras somos reconocidas por el Honorable Congreso de la Nación desde los años 90; pero como no cobramos una pensión, no somos consideradas como veteranas por muchos de nuestros pares. De todas maneras, no andamos atrás de una pensión, lo que buscamos es el reconocimiento, no le cobramos a la Patria, yo juré defenderla». Sobre la falta de reconocimiento por parte de algunos integrantes de las Fuerzas Armadas, Alicia detalla: «Nos quisieron echar de un desfile, donde yo pretendía marchar orgullosamente porque a mí la medalla no me pesa. Yo sé dónde estuve, no todos pueden decirlo. Toda esta violencia está filmada. No nos querían dejar desfilar porque somos mujeres y no nos consideran veteranas debido a que no cobramos. Pero los que cobran por ir a la guerra, para mí, tienen otro nombre, no veteranos». Alicia Reynoso también contó sus vivencias de cuando recibían a los heridos y toda la responsabilidad que tenían para contenerlos: «Cuando llegaban los aviones con todos los heridos, estos leones de 18 años (porque me niego a decirles chicos) venían con mucho dolor en el cuerpo, pero también en el alma. Y muchos nos pedían que los curáramos para poder volver a las trincheras. Muchos pedían ver a sus mamás, era muy fuerte la situación. Nosotras, vestidas de verde y fuertes, cumplimos un poco ese rol de contenerlos, escuchaban otra voz, otra sensibilidad y tratamos de darles esa figura que necesitaban. A nosotras nos decían que no podíamos llorar, que teníamos que mordernos la lengua; y estaba bien, porque teníamos que darles fortaleza a los heridos. Pero después, cuando juntábamos todo, nos reuníamos en una habitación y llorábamos, nos conteníamos entre nosotras. Por eso digo: las mujeres no somos floreros ni alfombra, lo concreto es que estuvimos donde la Patria nos necesitaba». Por último, la veterana de Malvinas habló sobre las secuelas de la guerra y la importancia de vivir en democracia: «El stress postraumático existe; pero lo que me queda después de haber vivido una guerra es que nadie gana, ni los que se dicen vencedores ni los vencidos, porque todo se hace sobre el dolor de mucha gente. Ese triunfo no le sirve a nadie. Lo que me queda en claro es que esta democracia que hoy tenemos, que defendemos tanto y tanto nos costó, está regada con los 649 héroes que entregaron su vida en Malvinas. Esto debemos recordarlo y seguir consolidando la democracia día a día».

Justicia para sanar el dolor

Silvana Mancuso, presidenta de “Familiares  y Víctimas de Mala Praxis” y mamá de Mora Callejón, que falleció en 2008 por un ACV mal diagnosticado, en diálogo con FRECUENCIA ZERO comentó su caso y los proyectos de ley que impulsan para evitar que sucedan más situaciones similares. En primer lugar, Silvana recordó cómo fue su experiencia personal que desencadenó en el fallecimiento de su hija Mora Callejón, que tenía 19 años en ese momento: “No se hizo absolutamente nada. Mora amanece el 29 de Octubre de 2008 y me dice que tiene la pierna dormida, como anestesiada. La llevé a la Clínica Santa María de San Martín, la atendió un médico clínico, le hizo maniobras en la pierna y la derivó urgente a un neurólogo. Como me dilataban mucho el turno, averigüé y conseguí el contacto de Jorge Orlando Ferrari, un profesional especialista jerarquizado en neurología, que hoy está procesado con un pedido de probation denegado por Casación. Llegamos a la consulta, le pidió que se saque el pantalón a Mora, la hizo caminar, ir y venir; cuando le revisa la pierna, mi hija solo siente que la estaba tocando cuando, en realidad, la estaba pinchando. Luego le pidió que se ponga de pie, la miró y nos dice: ‘Cómo creció la nena’. Con Mora nos mirábamos y no podíamos entender lo que estaba expresando este profesional. Cuando le pregunte cómo seguía todo, nos dijo que si no se le pasaba en 20 días, le pedía un electromiograma de pierna entera. Le pedí que me dé una orden para una tomografía y no me la dio, y me dijo que no hacía falta; nos mandó a un spa. Cuando fuimos al traumatólogo, le pedí que me diera una orden para una resonancia, me dijo que no hacía falta, que mi hija iba a recuperar la sensibilidad de la pierna. Luego, en la causa, argumentó que en la clínica se lo prohíben. Lo más grave es que a mi hija no le dieron ningún diagnóstico, la ficha de Mora decía: ‘dolor en pierna derecha y muslo por… stress?’, solo eso. El 3 de noviembre, unos días después, Mora amanece con la boca torcida y la llevé al Hospital Eva Perón (ex-Castex) de San Martín, porque ahí trabajaba Ferrari, que no se dio por aludido y apareció tardísimo. Ese día, recién ahí le hicieron la primera tomografía y detectaron que tenía los pulmones llenos de sangre y no podía respirar por sus propios medios. La quisieron intervenir, pero no se pudo. A las 11:40 h de ese día, Mora falleció”. Sobre lo que se podría haber hecho para que todo hubiera sido distinto, Silvana Mancuso relató: “A ella le tendría que haber hecho estudios y haberla internado para hacer una intervención quirúrgica, haberle hecho una tomografía computada y una resonancia magnética, algo fundamental para diagnosticar un ACV. Recibimos una atención paupérrima por parte de quien estaba catalogado como especialista jerarquizado”. Luego de vivir esta terrible experiencia, Silvana Mancuso ha trabajado junto a otras personas que pasaron por lo mismo en la “Agrupación Familiares y Víctimas de mala praxis”, impulsando un proyecto de ley que busca lo siguiente: “El punto más importante es tipificar el delito de mala praxis, que hoy está dentro de los delitos culposos de homicidio y lesiones. Esto nos permitiría la oportuna diferenciación de un médico que comete un error humano con aquel que incurre en reiterados actos contrarios a la tarea de curar; la aplicación de una medida cautelar en todos los delitos: suspensión preventiva de la matrícula, cuando el fiscal considere que existe verosimilitud del hecho y hay imputación. Con ello evitamos que estos profesionales sigan ejerciendo; la condena sería la inhabilitación. Otra es la creación de un registro de los médicos imputados, con la consiguiente obligación del Poder Judicial de actualizarlo, y de las autoridades provinciales, municipales y de centros privados de revisarlo antes de contratar un profesional. Otro punto importante es que la historia clínica sea digitalizada, encriptada y nacional, para que se pueda ingresar desde cualquier sistema con el número de DNI. Esto facilitaría la tarea de los médicos y garantizaría el derecho de que cada uno sea dueño de la historia clínica, algo que ya está contemplado en la Ley 26529, que hoy es violada sistemáticamente. Hay que saber que es muy difícil llevar un juicio de estas características adelante, en las situaciones de mala praxis, lamentablemente no tenemos igualdad ante la ley”.

La salud por cuenta propia

Eugenio Casielles, legislador de la Ciudad por Consenso Federal, en comunicación con FRECUENCIA ZERO, comentó su proyecto donde propone al Gobierno de la Ciudad la compra de vacunas por su cuenta para inmunizar a mayor cantidad de la población.  El legislador porteño planteó que la compra de vacunas por cuenta propia pasa por la voluntad de avanzar en ese sentido por parte de las autoridades de la Ciudad: «No estamos viendo una decisión del Ejecutivo, tiene que haber una decisión política del Gobierno de la Ciudad. El prorrateo que hizo el Gobierno Nacional a la Ciudad la perjudica; hay mayor proporción de adultos mayores, trabajadores de la salud y docentes en la Ciudad que en otros lugares del país». Sobre cómo llevar este procedimiento a cabo, Casielles puntualizó: «Hay procesos intermedios que tienen que estar coordinados; sería más beneficioso que el Gobierno de la Ciudad compre sus propias vacunas, en todo caso, usaría su propio presupuesto. El año pasado votamos una emergencia sanitaria, así que eso ya estaría zanjado y, de este modo, no se le sacaría vacunas a otras jurisdicciones. Lo mismo sucede con el tema de las vacunas privadas: se puede hacer que los que adquieren una vacuna de forma privada subsidien a aquellos que no la pueden pagar; es una cuestión de coordinación».  Por último, el legislador por Consenso Federal describió la dificultades del contexto actual para acelerar el ritmo de vacunación: «No tenemos una buena sinergia con el resto del mundo. Algunas decisiones a nivel internacional nos complican el acceso a las vacunas, no estamos bien vistos a nivel internacional. Al mismo tiempo, tuvimos la desgracia de que un ministro como Ginés subestimó todo el problema del coronavirus; esto hace que ahora no se pueda operativizar bien en ninguna instancia. Después del comunicado del presidente del otro día, la gente está con miedo, sabe que viene una época difícil».

Un mes para tomar conciencia

Stella Maris Forastieri, integrante de Endohermanas Argentina, en comunicación con FRECUENCIA ZERO, comentó cuáles son las actividades programadas por esta organización para Marzo, un mes para concientizar acerca de la endometriosis, una enfermedad mucha veces ignorada que afecta alrededor de un millón de mujeres en nuestro país. La endometriosis es una enfermedad que se estima que puede afectar entre un 6% y un 10% de las mujeres argentinas. Hasta hace poco tiempo no había campañas de información sobre esta problemática e incluso muchas pacientes desconocían que la padecían. Recién en noviembre del año pasado se sancionó una ley en la Legislatura porteña que impulsa el abordaje integral de la endometriosis.   Por este motivo, Stella Maris explica que el mes de Marzo es un período que se usa: “Para visibilizar y concientizar sobre la Endometriosis, es el mes amarillo, justo cuadra con el Mes de la Mujer. El 14 de Marzo quedó estipulado como Día Mundial de la Endometriosis. Entonces, desde EndoHermanas Argentina queremos dar a conocer y explicar lo que es esta enfermedad, que muchas veces se dice que es poco frecuente y no es así, es un enfermedad subdiagnosticada muy común en las mujeres”. A continuación, Stella dio más detalles sobre cómo se conformó la organización y lo que es la endometriosis: “EndoHermanas Argentina es una agrupación que se formó para pedir por los derechos sobre la salud sexual, ginecológica y reproductiva de las personas menstruantes; somos mujeres autoconvocadas con endometriosis. Esta es una enfermedad ginecológica donde tejido del endometrio, el tejido que recubre el interior del útero, al no haber embarazo, cae con la menstruación. A nosotras ese tejido se nos aloja fuera del útero, es decir, puede estar en ovarios, trompas, intestinos, a veces ha llegado hasta los pulmones o el cerebro, causando también el mismo proceso inflamatorio de la menstruación, el mismo sangrado y también que se peguen los órganos entre sí. Todo esto genera un dolor muy fuerte, invalidante, provoca afecciones gastrointestinales, estomacales. Por eso estamos pidiendo que se trate interdisciplinariamente, porque muchas veces no van a la raíz del problema y te mandan a un gastroenterólogo o, directamente, a un psicólogo”. Sobre los síntomas a tener en cuenta, la integrante de EndoHermanas señaló: “Si te duele algo, no es normal. Si una persona menstruante se acerca a la guardia y te dan una pastillita, no es una solución, hay que tratarlo de otra manera, esto es un llamado de atención. Hay que pedir que te escuchen, es tu derecho y también hay que capacitar a los médicos para que diagnostiquen bien esta enfermedad”. Por último, Stella Maris Forastieri  brindó precisiones sobre la situación de la endometriosis en nuestro país y las actividades programadas para visibilizar este padecimiento: “En Argentina hay diagnosticadas 1 millón de mujeres; ese número va creciendo, porque era una enfermedad subdiagnosticada. Los pólipos, el dolor invalidante, el sangrado, la infertilidad son síntomas de la enfermedad. Nosotras somos pacientes y vamos aprendiendo, vamos divulgando lo que nos dicen los médicos, ayudando a las mujeres que no tienen conocimiento de lo que les pasa y están como perdidas en este camino. Para visibilizar todo esto, el 14 de marzo se iluminarán el Obelisco y el Puente de la Mujer con el color amarillo. EndoHermanas se va a acercar a estos emblemáticos monumentos para que la gente sepa por qué están así; y el 13 vamos a estar entregando folletos para visibilizar y explicar lo que ocurre con la endometriosis en la campaña interdistrital, en municipios de la provincia de Buenos Aires”. Para más información, se pueden visitar las redes sociales de EndoHermanas Argentina.

Para encontrarle la vuelta a la presencialidad

Gonzalo Straface, legislador porteño por Vamos Juntos y presidente de la Comisión de Educación, habló en comunicación con FRECUENCIA ZERO sobre la vuelta a las clases presenciales en la Ciudad y todas las vicisitudes que las rodean. En primer lugar, el legislador dio su parecer sobre el regreso a la presencialidad en las escuelas porteñas: «La evaluación es más que buena. El miércoles comenzó el nivel inicial, 1°, 2° y 3° de primaria y 1° y 2° año de la secundaria. El porcentaje de asistencia estuvo por sobre el 85% en alumnos y cerca del 90% en docentes, pero más allá de los números nos quedan las imágenes del reencuentro, de toda la emoción contenida después de tanto tiempo sin verse, más allá de todo el esfuerzo que hicieron los docentes en pandemia para sostener el vínculo pedagógico en las clases virtuales, sabemos que no es lo mismo. Por eso es una semana de mucha alegría por volver a retomar el vínculo a nivel personal y afectivo. De todas maneras es esto es solo un paso, la semana que viene se incorporan más niveles y hay que seguir respetando todos los protocolos para que sea una vuelta segura». Sobre las falencias y temas a resolver en la implementación  de esta nueva etapa, Straface evaluó: «Claramente hay cosas que corregir y ajustar porque esto es nuevo para todos. En el protocolo hay tres o cuatro pautas principales que hay que cumplir: primero el distanciamiento, que debe ser de 1.50 mts entre los pupitres de los alumnos, el uso de barbijo o tapaboca, la ventilación de las aulas y las medidas higiénicas, como el lavado de manos y alcohol en gel. La mayor dificultad que tenemos es con las aulas que son chicas, no tienen la ventilación adecuada, por lo que no se puede cumplir con la distancia requerida para mantener las burbujas aisladas. Esto sucede sobre todo en las escuelas herraduras, las que tienen el patio en el medio y no tienen ventilación exterior. En este caso se ponen purificadores de aire en las aulas o se buscan otros espacios alternativos para dividir las burbujas, como bibliotecas y clubes de barrio. De los 900 edificios escolares que existen en la Ciudad, hay 150 escuelas con este inconveniente. Por eso esta es una semana de ajuste y revisiones. Esta semana volvió la mitad de la matrícula, luego volverá un porcentaje más hasta llegar al 29 de Marzo, cuando se incorporará la totalidad de la misma, por eso habrá que ir monitoreando cada momento. Otra cuestión es el uso de transporte público, para que no haya inconvenientes con la saturación, pero hasta el momento no hemos detectado que eso haya ocurrido». Con respecto a la comunicación de cada escuela con las familias, que se dejó librada a los criterios de los responsables de cada establecimiento, el legislador Straface expresó: «Se dejo cierta flexibilidad para cada escuela determine según su características cual era el mejor uso de los espacios y como los docentes se comunicaban con cada familia. Habrá que ajustar la cuestión de la comunicación. Por ejemplo en el caso de las escuelas técnicas se complejiza por los horarios de taller y habrá que mejorar el flujo de comunicación, con el Ministerio y con la familias. Tenemos que hacer el mayor esfuerzo para que la información sea clara y disipe la incertidumbre que aún existe».  

La memoria tiene nombre de mujer

Guillermo Roisinblit, es hijo de Patricia Julia Roisinblit, una detenida desaparecida durante la última dictadura militar. En diálogo con FRECUENCIA ZERO, hizo un repaso de su historia y manifestó su apoyo al proyecto que  impulsan los vecinos de Boedo para que una calle del  barrio sea rebautizada con el nombre de su madre. «Mi historia es como la de muchas personas que sufrieron las atrocidades de la última dictadura. A mi familia la secuestraron en Octubre de 1978, mi mamá estaba embarazada de mí, con 8 meses de gestación. Nos tuvieron un mes, torturaban físicamente a mi papá y psicológicamente a mi mamá. En el trabajo de parto nos trasladaron a la ESMA donde nazco yo. Después de ese momento se pierde todo rastro, todo esto lo pude reconstruir por relatos de sobrevivientes», detalló Guillermo  sobre su historia personal y la terrible experiencia del terrorismo de Estado que sufrió su familia. «Luego durante 21 años me tuvieron apropiado, yo desconocía totalmente mi historia, vivía en José C. Paz y después en abril del 2000 por dos llamadas anónimas las abuelas me encontraron. Luego de recuperar mi identidad me acerqué a la casa de las abuelas para colaborar con ellas y me enteré que aquel  al que le decía papá era agente civil de inteligencia de la Fuerza Aérea y trabajaba en el centro clandestino de detención donde había secuestrada mi familia. Hasta ese momento mi  historia podría ser como la de cualquier otra persona. Yo era hijo único, de una pareja divorciada, en la que la persona que llamaba papá era un violento, un golpeador.  Después uno empieza a ver los rasgos físicos, que no coincidían sobre todo con los de mi apropiador, entonces dudaba de que sea mi padre, pero no dudaba de la que pensaba que era mi mamá, hasta forzaba un parecido con algún pariente de parte de ella, para convencerme», relató sobre cómo fue la vida hasta descubrir su verdadera identidad. En relación a lo que pudo saber de su mamá, Patricia Roisinblit, Guillermo la describió de una manera muy emotiva: «Era una persona muy dulce, sensible,  jovial,  siempre interesada por el otro, estudiante avanzada de medicina a solo 4 finales. Muy valiente, muy enamorada de mi papá, la morocha más hermosa que vivió en Boedo para mí, alguien que dejo todo, hasta la vida, por sus ideales. También hija única, la luz de los ojos de mi abuela Rosa y mi abuelo Benjamín.  Por eso tanto dolor y tanta angustia cuando nos secuestraron. Por eso mi abuela con 102 años , sigue militando la búsqueda, siempre está en la casa de las abuelas, dedicó toda su vida a eso» Sobre el proyecto que presentaron un grupo de vecinos de Boedo para renombrar el pasaje Bathurst como Patricia Roisinblit (que sería la primera mujer en  tener una  calle con su nombre en este barrio), Guillermo expresó: «Yo lamentablemente no tengo ningún recuerdo personal. Me encanta que me cuenten acerca de mi papá y mi mamá,  historias de cómo eran, pero no alcanza. Por eso la importancia de este homenaje, porque es un reflexión muy seria y muy profunda sobre el nombre de la calles, la participación y la incidencia de las mujeres en la historia de nuestro país. Es un orgullo muy grande, aunque no creo que ella haya entregado todo por tener el nombre de una calle, pero esto saca de la invisibilidad no solo a las mujeres, sino también a las desaparecidas. Es un homenaje también a la lucha de mi abuela , de todas las abuelas y todos los organismos de derechos humanos por la memoria, la  verdad y la justicia».

Una receta para reinventarse

Noelia Defelipe, emprendedora gastrónómica que gestiona el proyecto «De mil Colores» junto a Roxana Agrassian, comentó con FRECUENCIA ZERO como hubo que reformular el negocio en el contexto de la pandemia, algo que le sucedió a muchas personas en esta etapa. En primer lugar, Noelia explicó cómo fueron los inicios del emprendimiento: «El proyecto arranca en el 2010 no como un proyecto laboral, sino más que nada porque me gusta cocinar y hacer cosas de pastelerías, como un hobbie y para mi familia. En el 2011 arrancó de manera más formal, más seria, se sumó Roxana y con los años todo fue creciendo de boca en boca hasta convertirse en lo que es hoy». En relación a las consecuencias que tuvo la pandemia en el plano comercial y como tuvieron que reorientarse en el plano comercial y comenzando a hacer cajas temáticas y otras propuestas: «A nosotras la pandemia nos agarró con pedidos reservados, con clientas que nos iban diciendo que al principio seguían en pie para más adelante. Así estuvimos  los primeros dos meses. Entonces tuvimos como un parate de 2 o 3 semanas, hasta que nos dimos cuenta que no iba a ser posible concretarlos. Pero lo cierto es que la gente seguía cumpliendo años, entonces nos escribían y nos pedían una tortita para 4 personas, por ejemplo. Nosotras estábamos acostumbradas a hacer eventos más grandes, salvo algún desayuno para días especiales,  pero con esta demanda nos fuimos adaptando a lo que nos pedía nuestro público». De este modo, pudieron seguir adelante, ajustándose a las nuevos hábitos de consumo en una situación totalmente inédita:  «Así como nuestro emprendimiento nació y fue creciendo, esto también creció pero mucho más rápido. Entonces como no se podía ver ropa, una la cadenita, un perfume,  no se podía probar el talle o sentir la fragancia para comprar online, la comida está siempre bien. Por eso nos empezó a venir mucho trabajo, con las cajas personalizadas, temáticas y nos llegaban las fotos de la gente celebrando con mucho amor. No había fin de semana en la pandemia, porque la gente no salía ningún día, entonces trabajamos de lunes a lunes. Pero a pesar del esfuerzo, sabíamos que había alguien del otro lado esperando y  nos alegraba haber llevado un poco de felicidad a cada casa». Más allá de los buenos resultados, también hubo escollos que superar para mantenerse a flote: «Si tomamos en cuenta que durante la pandemia un montón de gente tuvo problemas laborales, para nosotras fue al revés, por lo que estábamos agradecidas. Pero también nos encontramos con muchas dificultades: no había cajas, no encontrábamos por ningún lado polvo de hornear, no había chocolate, pero siempre las fuimos sorteando para llegar a tiempo. Nos dimos cuenta que la gente a pesar de todo lo que pasó en el año, estaba dispuesta a celebrar. Entonces nos fuimos adaptando y respondiendo a estas ganas, era muy lindo ver cada foto que nos llegaba y saber que éramos parte de esa emoción». Para conocer más sobre este emprendimiento se pueden visitar sus redes sociales: De mil colores