Frecuencia Zero FM

Los Pumas 7s preparan el rugido para Tokio

Cuatro años atrás, el rugby volvía a los Juegos Olímpicos. Fue en Río (Brasil), donde este deporte se retomó en el formato de siete e incluyendo, por primera vez, a la categoría femenina. Sin embargo, estuvo dentro del programa olímpico- en la modalidad de quince- en  París 1900, Londres 1908, Amberes 1920 y París 1924. Doce selecciones competirán por la medalla dorada en Tokio, que ganó Fiji en la última edición. Allí estarán Los Pumas 7s, quienes consiguieron el boleto por haber ganado el torneo clasificatorio en Santiago de Chile (Chile), tras vencer a Brasil 26 a 0 en la final. En el caso de la Argentina, el equipo volvió a los entrenamientos individuales, tras una reeducación atlética y un descanso de tres semanas para recargar energías. El head coach, Santiago Gómez Cora, señaló la pérdida de coordinación y motricidad luego de 120 días de cuarentena, pese a que siguieron los entrenamientos domiciliarios. De esta manera, comentó la preparación hasta la aparición de una burbuja, como Los Pumas, o que se puedan juntar en Buenos Aires, ya que cuentan con varios jugadores del interior del país. En este sentido, destacó el aislamiento del conjunto dirigido por Mario Ledesma. Según la planificación que comentó en diálogo con FRECUENCIA ZERO, el siguiente paso será buscar dos torneos: diciembre y enero- febrero, para agarrar ritmo, y a partir de marzo afrontar el primer compromiso de alta competencia. Ante esta instancia, Gómez Cora aseveró que se preparan para ganar una medalla, aunque los favoritos siguen siendo Fiji y Nueva Zelanda. Sobre todo porque no pararon las prácticas. De todos modos, sostuvo que «estas situaciones límites te dan una fuerza extra, que podés equiparar a esos equipos». Por eso, dependerá de «laburar fuerte lo que queda de estos 10 meses para llegar lo más competitivo posible».

El taekwondo se ilusiona con otra dorada en Tokio

La relación entre el taekwondo y los Juegos Olímpicos tiene una historia, relativamente reciente. Si bien fue un deporte de exhibición durante Seúl 1988 y Barcelona 1992, su primera presentación oficial fue en Sídney 2000.

Argentina apuesta por los pibes

A lo lejos y hace tiempo, la Selección Argentina de fútbol vencía 2 a 1 a su par colombiano en el Preolímpico y obtenía el boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio (junto al grito de campeón), tras la ausencia en Londres 2012 y dos medallas doradas sobre su espalda (Atenas 2004 y Beijing 2008). En febrero, era impensada la postergación de la máxima cita del deporte. Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional (COI) tomó la decisión por la pandemia del Coronavirus. Según había informado en un comunicado, fue para «salvaguardar la salud de los atletas, todos los involucrados en los Juegos Olímpicos y la comunidad internacional”. A nivel futbolístico, los entrenamientos fueron retomados, al igual que las competencias en algunas partes del mundo. «Está bueno que tengan actividad y comiencen a tener sus distintas ligas y torneos», afirmó Fernando Batista, director técnico de la Selección Sub- 20 y Sub- 23. Es que 2021 estará lleno de competencias: mundiales juveniles, sudamericanos, Copa América, eliminatorias y los JJOO. Respecto a las convocatorias, su idea es mantener a los jugadores menores de 23 años, tal como había hecho en la primera lista de 50 integrantes para Tokio. De todos modos, no descartó alguna modificación de último momento. La intención es darle lugar al proyecto para que los jóvenes sumen minutos y Lionel Scaloni, técnico de la Mayor, los tenga en consideración. En este sentido, recordó los Juegos Olímpicos de China- dirigidos por su hermano Sergio «Checho» Batista- porque llegaron en medio de un recambio, luego del mundial de Alemania 2006, y sirvieron como base para el equipo que llegó a una final del mundo y dos de América. «Lamentablemente somos muy exitistas, que si no salís campeones no servís», aseveró en diálogo con FRECUENCIA ZERO.

Remando contra la corriente

Ariel Suárez es un símbolo del remo argentino. Sus logros nacionales y sudamericanos lo avalan. Es uno de los máximos medallistas de la historia argentina en los Juegos Panamericanos. De hecho, en Lima 2019 se llevó doble medalla dorada, en cuatro pares de remos cortos y en 8 remos con timonel. Además, casi se sube al podio en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, junto a Cristian Rosso. Como tantos otros deportistas, Suárez sufrió la falta de actividad por la pandemia del Coronavirus. Si bien le sirvió emocionalmente para cambiar el aire, le trajo complicaciones a nivel físico. «Tengo 40 años, no tengo 20 que me puedo recuperar mucho más rápido. Tengo que estar calculando y viendo bien las fechas, y ver a cuál me anoto y cuál dejo pasar», comentó. Es que 160 días sin entrenamiento, pone en juego los logros de años. En este sentido, consideró que les jugará en contra para los próximos desafíos, en los que buscarán la clasificación a Tokio 2021. A nivel europeo prácticamente no pararon, y entrenaron con protocolos. Lo mismo en Chile, Brasil y Paraguay. «Nosotros somos el único país que estamos parados tanto tiempo», expresó. Suárez. De este modo, será importante la tarea de los preparadores físicos, ya que a nivel técnico no notarán grandes modificaciones. Por eso, se llenó de bronca y frustración cuando el fútbol volvió a los entrenamientos. De hecho, salió a entrenar y Prefectura le labró un acta por romper el decreto del aislamiento obligatorio. «Un club de fútbol tiene el mismo derecho que un club de otro deporte», aseveró en diálogo con FRECUENCIA ZERO. Respecto a la fecha de los Juegos Olímpicos y los torneos clasificatorios, el experimentado remero no descartó sus postergaciones. La participación argentina sigue en pie, pero los posibles cambios dependerán de los contagios en los diferentes países involucrados. 

Volando por el agua para llegar a Tokio

Los Juegos Olímpicos de Tokio aparecen en el horizonte de los deportistas argentinos. Sin embargo, viven un momento de incertidumbre, porque no hay fechas para retomar el calendario, fundamentalmente para aquellos que todavía no clasificaron. Esto ocurre con el nadador marplatense Facundo Miguelena. Su última competición fue en la Copa de España durante 2019. La llegada de la pandemia frenó sus proyecciones japonesas. «Nos sorprendió, metiéndonos en un contexto muy incierto», afirmó en referencia a la vuelta de la actividad en la Argentina. De hecho, nos descartó la suspensión de la máxima cita deportiva, por las diferentes circunstancias que atraviesan los países con el virus. A pesar del cierre de natatorios, tuvo la posibilidad de hacer la cuarentena en la casa de Matías Ola -nadador de aguas abiertas-, quien tiene una pileta de 25 metros. Allí pasó los dos primeros meses, ahora está en su casa aplicando otros ejercicios: pesas, running y bicicleta. De todos modos, reconoció que no está ni al 60% de su estado habitual, más allá de que entregaría el máximo si le tocaría competir hoy. Pero no todo fueron malas noticias para Miguelena. Es que también se graduó como piloto comercial, comentó en diálogo con FRECUENCIA ZERO. Gracias a su cosecha como nadador y tocando otras puertas para que lo respalden económicamente. Durante su experiencia australiana observó a los mejores nadadores del mundo. Eso le permitió mejorar deportivamente, hasta romper once veces un récord argentino. También observar la parte humana de ellos. Así pensó en su futuro para cuando finalice su carrera en el alto rendimiento. Por otro lado, se refirió al presente de la nación argentina. «Es el mejor momento de la historia. Está en una curva ascendente desde el 2013- 2014», consideró el nadador, adjudicándole la responsabilidad al entrenador australiano Bill Sweetenham. Es que sus nuevas técnicas de preparación y planificaciones elevaron el rendimiento y se empezaron a batir muchas marcas nacionales.

El sueño de Tokio va viento en popa

Exactamente hace dos años, la Argentina tenía a su primer clasificado para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Facundo Olezza sacaba boleto en la clase Finn de yachting, al clasificarse a la Medal Race en el Campeonato Mundial de Aarhus (Dinamarca), en el que finalizó quinto en la regata final y séptimo en el torneo. Dos años después, el navegante tendría que haber terminado su participación (hubiese iniciado el 23 de julio) en la máxima cita del deporte mundial. Sin embargo, su sueño de oro quedó postergado para 2021, como consecuencia de la pandemia del Coronavirus. «La cuarentena fue un golpe duro para todos. Cae como un balde de agua fría en un año que tenía que ser lleno de competencias y viajes. De repente, tenés que cambiar toda la planificación sobre la marcha. Por suerte, pude seguir entrenando dentro de las limitaciones», relató el argentino representante del Yachting, desde Valencia (España), donde se prepara para Japón. Si bien la competencia es importante para medirse con otros deportistas, el atleta sacó lo positivo del contexto y aseguró que le sirvió para mejorar diferentes aspectos. En este sentido, describió el intenso entrenamiento de cara a los campeonatos del mundo y europeo, que lo esperan en la segunda mitad del año. «No perdí mucho tiempo pensando en el entrenamiento que se había orientado para este año, nos dimos cuenta- junto a su equipo- que era una oportunidad para estar en el nivel que queremos», afirmó en diálogo con FRECUENCIA ZERO. Olezza ya participó de un Juego Olímpico. De hecho, quedó noveno en la final de Río 2016, después de ganar la primera y novena regata. A diferencia de esta competencia, hoy se encuentra más preparado. Es que en aquel momento- reconoció- no era consciente de lo que vivía por la vorágine de los acontecimientos. «Me volví más profesional en algunos aspectos. En ese momento, no era demasiado ubicado en el profesionalismo. Entonces, no me da cuenta de todo lo que  había que hacer para ser un atleta profesional. Pensaba que alcanzaba con el talento, entrenar más que todos y poner huevos», expuso. No obstante, hay otras variantes que controlar, como el descanso y la alimentación. «Es un estilo de vida que uno no se puede desconcentrar una hora, porque te cambia toda la semana de entrenamiento», marcó el deportista.  

El Covid le pega directo al boxeo olímpico argentino

El nombre de Yamil Peralta está grabado en el olimpismo y el boxeo. Desde su inicio, el argentino obtuvo medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de 2011 y representó al país en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y  Río de Janeiro 2016. Además, cosechó una presea en un mundial y logró el campeonato latino y sudamericano. En su horizonte, sigue estando el sueño de campeonatos olímpicos y mundiales. Sin embargo, la pandemia del Coronavirus lo obligó a colgar los guantes para buscar otra salida: trabajar como recolector de residuos. «El boxeo profesional es muy complicado, si uno no pelea no hay plata», afirmó el púgil, pese a que su Curriculum le daría tranquilidad en otra parte del mundo. De todo modos, Peralta continúa su preparación, a fuerza de voluntad, para Tokyo 2021. En diálogo con FRECUENCIA ZERO, describió su entrenamiento casero al volver del trabajo. Si bien le propusieron retornar a un gimnasio, priorizó su salud y la de su familia aunque no le represente la misma calidad física y técnica para subirse al ring. No obstante, considera que su esfuerzo quedará plasmado en algún momento.