Poder, potencia y un buen show. 3 palabras que describen un poquito lo que se vivió durante 2 noches en el Estadio Único Ciudad de La Plata. 29 y 30 de Marzo, volvió Metallica a nuestro país con un show «a pedido» del público y la realidad fue que hasta ahora es el mejor show del año sin lugar a duda.

 

Los locales Cirse y La Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura fueron los encargados y beneficiados de poder abrir ambas fechas. La Orquesta es una agrupación oriunda de Paraguay que hace instrumentos a base de reciclar cosas, por tal motivo su sonido es un tanto particular y al verlos no se comprende bien que está tocando ya que estan compuestos de cajas, latas, tablas y demás elementos.

21.30hs fue el momento donde James Hetfield salía a escena y se deboraría a todo el campo y plateas, que si bien el día sábado coparon y agotaron, para la fecha del domingo se pudo divisar poco más del 70% del campo lleno y algunas plateas semi vacias.

Battery dió inicio al show después de que pasaran el video introductorio al por qué «Metallica: By Request«. La lista estuvo confeccionada por los mismos fans, quienes enviando un sms podían elegir el repertorio a tocar. Para el final del show faltaría elegir 1 de los que cerraría la lista y la disputa estuvo un tanto reñida durante las 2 horas de show entre Wherever I My Room (quien ganó con 2052 votos) y Blackened (quien quedó segundo, con 10 votos menos solamente, 2042), lejos se posicionó Ride The Ligthning (con 245 votos).

La lista desde comienzo sería un tanto particular, arrancando como bien mencionamos con Battery y entre los primer el clásico Master of Puppetts que calentó los motores y demostraba que sería uno de los mejores shows del año.

The Unforgiven, Enter Sandman, Nothing Else Matters, el cover One y el cierre pronuciado con Seek and Destroy fue algo del camino durante las más de 2 horas que duro el recital. Al costado del escenario se pudo vislumbrar 2 grupos de fans que tuvieron una platea preferencial de lujo, a los cuales Robert Trujillo y Kirk Hammett se acercaban constantemente a tocar junto a ellos. Lars Ulrich no es el mejor baterista del mundo, ni está cerca de serlo, pero se pudo apreciar bastante sus dotes en el poder y la velocidad exagerada que llevan las bases de los clásicos que supieron tocaron en las 2 noches.

Para destacar: La puesta en escena fue simple, a lo que Metallica nos tiene acostumbrado. Pero cabe mencionar que el sonido bien estuvo por encima de otras presentaciones en este mismo estadio. En opinión personal creo que está hecho para espectaculos deportivos, más que para recitales, ya que es uno de los lugares donde peor se escuchan las bandas, pero en este caso se pudo apreciar algo mejor a lo que el lugar nos tiene acostumbrados, es cuestión de laburar el sonido un poco más y se obtienen resultados positivos.

Jairo Pérez

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