Las energías renovables siguen creciendo dentro del sector energético en el que cada día tienen mayor influencia: en los últimos cuatro años pasaron a aportar al sistema eléctrico nacional el 10 por ciento, por encima de la energía nuclear.
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De hecho, el gobierno de Juntos por el Cambio fue uno de los impulsores para que el sector tuviera cada vez mayor preponderancia, a tal punto que desde 2017 se hicieron grandes inversiones en generación limpia, ingresando más de 2 mil millones de dólares de inversión pública y privada. «Hoy las energías renovables son reales, es un sector económico industrial nuevo, que no existía y hoy si: podemos ver fábricas de molinos, fabricantes de motores que rotan y direccionan ejes de los paneles de energía solar, y todo esto emplea 9 mil personas», confirmó en diálogo con Frecuencia Zero el diputado nacional por el oficialismo, Juan Carlos Villalonga, quien tiene una extensa carrera en el impulso del rubro.
En este sentido, el legislador, quien fuera elegido en 2015 para encabezar la delegación argentina en la Cumbre del Cambio Climático que se celebró en París, realizó una evaluación sobre lo sucedido en estos años, cual había sido la herencia recibida durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner y destacó que «se transparentó y se le dio un marco confiable»: «La distribuidora energética mayorista, CAMESA, estaba quebrada, las Provincias no pagaban por la distribución, por lo que debimos verificar los contratos de compra de energía y pudimos hacerlos más competitivos mostrando que este sector funciona», confió.
Es que la política sobre este sector, que viene creciendo en otros países de la región a niveles vertiginosos, son importantes en términos estratégicos: «Traen un cambio de paradigma radical: deja de ser una lucha de poder entre quienes las poseen y quienes no y ahora se basa en recursos gratuitos y de acceso libre», analizó el vicepresidente de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano del Congreso Nacional.
Por otro lado, Villalonga también criticó la gestión energética del kirchnerismo, que decidió subsidiar las tarifas de electricidad, gas y agua: «La tentación de ser demagogo es muy grande: las tarifas eran tan bajas que no convenía poner ni una lámpara bajo consumo», graficó y advirtió que el subsidio implica dos caras ya que «cuando paga el Estado lo paga el contribuyente».
Por último, ante la expectativa del nuevo gobierno, el diputado se mostró pesimista no solo por las críticas que tiene sobre las políticas que llevó a cabo el kirchnerismo, sino porque, según su mirada, «vuelve una mentalidad propia de hace 40 años»: «Si no demuestra que cambiaron, acá se viene la noche: el kirchnerismo ninguneó la política de energías renovables y lo utilizó como un negocio más, derivando en la crisis energética, me tendrán que demostrar que son distintos», concluyó.
