Valeria Genestu Paolin, socióloga de la Universidad de Buenos Aires y colaboradora de FRECUENCIA ZERO, a partir de las repercusiones sociales y mediáticas de la violación grupal en Palermo analizó las causas que atraviesan este aberrante hecho.

Un hecho tan violento como 6 varones abusando sexualmente de una mujer, algo que genera tanta indignación y dolor que no hay justificación posible. Para comprender por qué estos crímenes se suceden una y otra vez hay que desentrañar cuál es la lógica que los habilita. Por eso, Valeria Genestu Paolin señala como principal causa al patriarcado: “Un sistema de poder donde los hombres prevalecen sobre las mujeres a través de procesos de dominación, explotación y violencia. Esto se da tanto en el ámbito público como privado”.

Retomando a Simone de Beauvoir, la socióloga indica que, bajo este orden, el varón tiene la necesidad de “borronear” la identidad femenina para afirmar la propia. Por eso, la define en los términos de oposición y complementariedad, dejando de lado los principios de igualdad y diferencia: “Lo masculino se caracteriza como lo objetivo, lo femenino como lo subjetivo. El primero es lo absoluto, mientras lo segundo es relativo. El hombre sería un SER (filosófico); la mujer, un ser sexuado solo con finalidad reproductiva. Por eso, las luchas feministas se basan en lograr el reconocimiento de la igualdad, en que tanto el hombre como la mujer sean lo objetivo, lo absoluto. Más allá de que hoy esto se traduzca en romper el ‘techo de cristal’, en ganar lo mismo, tener los mismos derechos, el objetivo final es ser reconocidas como iguales en esencia”.

No es no: la cultura de la violación

Los distintos abusos sexuales que se producen hoy en día pueden ser enmarcados dentro de lo que se da a conocer como la cultura de la violación. Para clarificar esta cuestión, la socióloga retoma a Rita Segato que afirma: “Hay que desmitificar la idea del violador como un sujeto que ejerce la acción de violar por placer sexual. No es un acto fisiológico en busca de placer sexual. Es una forma de ejercer el poder”. Lo mismo sucede cuando se quiere asimilar este tipo de crímenes a conductas animales, a la pulsión y no a la racionalidad. Una de las claves para comprender cómo avanzó la sociedad en este punto es la cuestión del consentimiento: “Ahora si en el ámbito privado un hombre quiere tener sexo y una mujer no quiere, es no, porque de otra manera es violación. Esto antes no se entendía de esta manera. El consentimiento iguala al hombre y la mujer en el plano sexual”. Sobre este punto, se puede obtener información fundamental visitando las redes sociales de Amnistía Internacional Argentina.  

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