El Gobierno implementó diferentes medidas, como la reapertura de los boliches y el otorgamiento de heladeras en la Provincia de Buenos Aires (PBA), con el objetivo de revertir los resultados de las elecciones primarias.
En PBA, la oposición obtuvo el 38%, entre el 23% del candidato Diego Santilli y el 15% de la Unión Cívica Radical; contra el 33% del Frente de Todos (FdT).
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la alianza Juntos por el Cambio sumó un 48% de los puntos; con el 33% de la exgobernadora María Eugenia Vidal, el 11% del economista y exministro Ricardo López Murphy y el 4% del exsecretario de Salud Adolfo Rubinstein. En tanto, el FdT sacó un 24% y el partido La Libertad Avanza, un 13%.
Por su parte, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, la directora de la consultora Tres Punto Zero, Shila Vilker, destacó que había 1.000.000 de electores acompañantes del FdT que no habían concurrido a votar, de los que, según ella, una sección participará de los comicios y otra seguirá en la postura de rebelión contra el sistema político.
Al mismo tiempo, Vilker advirtió que, con los cambios en el Gabinete, el Gobierno había logrado conjurar en parte los tres errores que, en su teoría, más erosionaban a la imagen de la gestión, que eran las fotos de los ingresos a la Quinta de Olivos, la derrota electoral y las disputas dadas luego de las votaciones. No obstante, subrayó que esos hechos tendrán un arrastre.
Asimismo, la analista resaltó que la imagen del presidente de Alberto Fernández de festejo apenas terminadas las Primarias no se podía explicar, y que el clima estaba signado por la carencia y por la negatividad.
En ese sentido, detalló que sus estudios veían que la preocupación de la población estaba en cómo resolver la dieta de cada día, y apuntó que esa situación se profundizaba en los sectores medios y bajos.