Carajo cumple 12 años de trayectoria y lo disfruta en un presente que los lleva presentar su quinto álbum de estudio titulado Frente a Frente. Girando por todo el país y el exterior, se tomaron un tiempo para brindarnos una entrevista donde comentan la composición de éste último trabajo, los shows, la gente, el presente, y demás cosas que pueden ser leyendo a continuación.
Editaron su quinto disco de estudio y le otorgaron la producción nuevamente a Ale Vazquez, ¿Influye en el sonido final de la banda?.
Él interpreta lo que queremos nosotros, tiene más que ver con eso más que con poner su estilo, suele tratar de sacar lo más Carajo que se puede. Es un instrumento de confianza, saca lo mejor. Siempre está para alentar y conoce a la banda. Le damos las canciones y no sabemos lo que nos va a decir, por suerte a él le gusta lo que escucha, asique nos elige para trabajar.
Frente a Frente es un disco doble de 8 canciones cada una, ¿Fue una necesidad dividirlo en 2?
Se fue dando, pero nos gustaba la idea de tener mucho contenido, aunque no había tomado fuerza lo del disco doble, pero ahora tomo fuerza. Esta vez creímos que era el momento de poder mostrarle a todo el mundo algo así, sin explicar nada, solo relajarnos y poner lo mejor de nosotros en un lado y en la otra. Así la gente elige un día escuchar el disco bien rock y otro día un disco tranquilo.
Cuentan con sala propia, ¿Esto influye a la hora de componer sonidos y letras de los temas nuevos?
Son como herramientas que antes quizá no teníamos, pero el método es parecido. Tiene que ver con ir todos los días al mismo lugar durante 6 años, esto ayudó al estilo de Carajo. Mirando hoy en día para atrás ahí es donde pudimos experimentar tantas cosas que nos llevan hoy en día a componer el disco los 3 en el control, pensando en el final en vez de tocarlo o pensar si pegará. Hay una diferencia entre una artística y el hecho de tener un lugar donde poder ir a hacer crecer canciones. En Inmundo tuvimos la sala bien equipada, era nuestro lugar, nos metimos, armábamos una canción, nos íbamos re contentos, volvíamos al otro día, la continuamos, seguíamos con otra, un proceso caliente, estuvo buenísimo. Después en paz de las armas zapábamos, íbamos gravando todo, sin importar que era, después tranquilos íbamos escuchando y armando una estructura. Ahora dijimos “no nos matemos” armábamos el ritmo, probábamos las voces, les dimos más importancia a las voces, creo yo. Cada disco nos agarra en distintos momentos, la composición de Frente a Frente nos tuvo mucho de gira, tocábamos muy seguido. Teníamos que optimizar, armamos un bunquer en un control, canalizamos la energía, teníamos un boceto, nos metimos en la sala y que suene a rock y a metal, lo que tenga que sonar, ya con una idea bien clara íbamos armando la batería, la guitarra, para que tome forma la canción.
¿Cómo fue el cambio de El Mar de las Almas a este Frente a Frente?
El mar de las almas fue un disco, también para nosotros, no hay forma de desvincularse de un disco, terminas reconociendo lo que fue qué hiciste que estuvo bueno y potenciarlo. Lo que más lo separa es el tiempo real, lo que vivís, lo que te pasa. Las etapas que van pasando la banda. Todo eso determina que hayamos hecho 16 canciones. La puesta más grande tuvo que ver también con el arte, con todo lo que vino, siempre rescatamos lo que hicimos antes, no dedicamos tiempo en vano al mar de las almas, habíamos hecho 30 canciones y fue una selección muy estricta, cada disco tiene lo suyo. En general son distintos. Lo loco fue que en todo ese momento reeditamos el primer disco, mientras de Lunes a Viernes componíamos temas nuevos, todos los fines de semana salíamos a presentar todos los temas de nuestro primer disco, era como volver al 2001 2002, tocar esas viejas canciones que nos dimos cuenta que están buenísimas y quizás habían un montón que habíamos dejado de tocar. Era dejar el mar de las almas, agarrar esas canciones viejas, volver a componer cosas nuevas, nuestra cabeza estaba totalmente flexible. Yo creo que nos sacamos la presión de superar mar de las almas, inconscientemente no nos preocupamos por eso, que es lo que se nota en frente a frente y esta bueno.
¿Cómo preparan el armado de los shows con estas 16 canciones nuevas?
Ya tocamos en Mendoza, fue como un mezcladito, tocamos 10 canciones de Frente a Frente. Da muy bien para tocarlo entero, en dos bloques, y un tercer bloque con un popurrí de viejas canciones. Sacarse la vena de tocarse todos los temas para incluso para la gente que quiere ver como suena en vivo esa versión. Para el futuro poder encarar los shows con una lista de popurrí, mezclando la historia. Es la excusa para tocar todo. Es un lo que nos gusta hacer, para tocar todo el disco en vivo, después cuando se pasan las presentaciones uno va viendo lo que la gente va pidiendo, y se va armando una mezcla. Creo que va a estar divertido llevar al escenario lo que le pasa uno cuando escucha el disco uno, y el disco dos.
El Packaging y el arte del disco es muy particular, hay mucho en juego y un trabajo puesto en él, ¿Cómo se les ocurrió?
Habíamos conocido a un diseñador, empezó a trabajar con nosotros en merchanding, le propusimos lo del disco y se vino de mar del plata, compartiendo días acá, llenándolo de información de que trataba el disco y eso él se fue y allá las pensó y devolvió ideas, se creó un propio mundo, animales, ideas sueltas que se fueron dando, las personalidades de cada tema, estuvo bueno lo que él fue sacando. Fue un desafio lo del packaging. El gran desafío fue lo de ir a la imprenta, ver si se podía realizar, tuvimos gente muy profesional, nos dieron el ok y lo hicimos realidad. Para los amantes de las descargas le regalamos una canción con video, con todo. Para matar la ansiedad. Es un poco competir sanamente con tanta descarga y con esas cosas que desvalora un poco, se pierde calidad de sonido, se pierde la experiencia de abrir el disco. Hay gente que capaz no tiene $100 para el disco y no tiene otra , se lo baja, así como hay gente que se lo descargó y nos dijo que lo iba a comprar.
¿Cómo podrían calificar el momento, el presente, que están viviendo como banda?
Venimos con un envión de haber festejado, de habernos divertido, de hacer el luna park, de haber reeditado el primer disco, de volver a revivir esos comienzos, nos nutrimos de nosotros mismos, estamos confiados. Aunque es un gran desafío tocar estos nuevos temas. Nos encuentra haciendo los que nos gusta, disfrutando de nuestra amistad, de haber aprendido un montón, de tantos escenarios, de tener un estudio propio, hasta de tener nuestro sello, tenemos todo sobre la mesa para tratar de ofrecer lo mejor. Yo creo que nos encontramos en un momento nuevo, nuestro equipo está creciendo, estamos convocando gente para seguir creciendo. También nos estamos readaptando a este nuevo ciclo, ahora vamos por más.
¿Cómo sigue la gira de acá en adelante?
Nos queda una parte del país por visitar, estuvimos en Mendoza, Cuyo, queda todo norte, sur, quedan más giras importante. Queremos salir afuera, quedaron pendientes algunos países que solíamos ir, que ahora con el nuevo disco podemos ir a visitar tranquilamente. Nos gustaría poder ir a Brasil por primera vez, tenemos muchos amigos que nos escriben. Esta buenísimo que la música siga rompiendo fronteras.
Anecdotas o experiencias vividas en la gira por las distintas provincias de Argentina.
La gente se copa mucho, nos da fuerza para tomar decisiones que hemos tomado en su momento y que nos fortalece. Las canciones trascienden mucho más de lo que uno cree, tienen vida extra. Se agarran de una letra, una frase, nos hemos encontrado con mucho amor para seguir haciendo lo que hacemos, nos dan aliento, nos da el visto bueno a seguir tomando decisiones y tomar riel, y puntualmente la gente que se agarra de ciertos temas que llegan realmente muy profundo y a situaciones que uno no sabe al momento de componerlas que va a llegar tan lejos, es como un regalo, una recompensa. Muchos niños, carajeros, gente que empezó a seguirnos hace 10 años, que tienen familia y nos vienen a ver. Nos ayudan a confiar, es algo muy lindo que podemos compartir entre todos, la música.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con tu hija (a Corbata)?
A último momento teníamos unos coros de niños así zampeados, estaban como una idea, pero en la mezcla sonaba artificial. La llamamos, vino, le dimos la letra, en media hora la cantó y se fue al colegio. Le salió natural, y fue lindo ver eso, lo que tienen los niños, sin ningún prejuicio, espontaneidad, inocencia, sin ninguna vergüenza. Fue re lindo, después todos los chicos son como padrinos de ella, la conocen desde que nació, y ahora no la para nadie, quiere cantar en vivo, yo le digo “para, tenes que terminar la escuela, después vemos”. Me animaría a un dueto con ella, quiero que ella elija, ya probó el gustito de la música y le encanta, la incentivamos a que estudie y cuando sea el tiempo ya va a agarrar el camino. Ya cantó con nosotros, es un paso.
¿Qué espectativas tienen con este disco, cuál es el momento en donde se dan cuenta la aceptación que tiene?
El desafío final sería con la gente ahí en vivo, tuvo aceptación, el arte es distintivo, la primera impresión fue buena, nos dicen cosas positivas. Los que te vienen a ver son los que realmente tienen la palabra final. Los que cantan y se emocionan, ahí es la prueba más grande, en noviembre nos vamos a dar cuenta. En general es cuando nos caemos de culo cuando cantan todos los temas, se saben las partes más difíciles de las canciones y nos preguntamos como se las aprenden. Estamos muy contentos, cada disco es una meta distinta. Una primera parte esta aprobada.
Entrevista: Jairo Pérez