Bacará nació como emprendimiento familiar en un almacén de la zona de Plaza Irlanda.

En su comercio empezaron a ofrecer el alfajor de maicena y tras su éxito otros quisieron tenerlos en sus góndolas, ampliando las variedades y sumando el glaseado.

Según comentó Marcos Secchi, creador de la marca en FRECUENCIA ZERO después de un impasse y tras mudarse de barrio, la realidad del país los volvería cruzar con este emprendimiento que hoy tiene su propio café y una amplia línea con llegada a muchos más espacios.

Este año su calidad ha sido galardonada llevándose el oro en el Campeonato Mundial del Alfajor, a mejor galleta y plata a Mejor Glaseado.