Luego de casi años de enfrentamiento, Ozzy Osbourne y Toni Iommi  decidieron resolver amistosamente sus enfrentamiento legal sobre los derechos del nombre Black Sabbath, y de esta manera dejaron abierta la posibildad de una reunión de los padres del heavy metal.

Después de llegar a un arreglo decidieron publicar la sigueinte nota: «Ambas partes están felices de dejar esto atrás y de cooperar juntas para el futuro y quisieran hacer saber que el tema nunca fue personal, siempre fue por negocios».

Mientras tanto, Ozzy sigue presentando su reciente nuevo disco «Soul Sucka», en donde la novedad son las ausencias de Mike Bordin y Zakk Wilde.

                                


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