Para los Juegos de Estocolmo 1912 (Suecia), el Comité Olímpico Internacional (COI) incluyó al pentatlón moderno en el programa. Desde ese entonces hasta la actualidad, se transformó en un símbolo de la máxima cita deportiva, compuesto por cinco disciplinas: esgrima, natación, equitación, tiro y carrera.

En Tokio 2021, la Argentina tendrá a Sergio Alí Villamayor como representante, tras el bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 (podio que compartió con el guatemalteco Charles Fernández y el chileno Esteban Bustos).

Actualmente, Villamayor, quien además es Sargento del Ejército Argentino, se entrena en Budapest (Hungría), representando al club Honvéd, y es el primer suboficial de la Fuerza Armada en clasificarse a un Juego Olímpico.

Su estadía húngara- donde comparte equipo con Ádám Marosi (bronce en Londres 2012)- no es casualidad. Se trata de uno de los países con más medallas en pentatlón moderno, contando olimpiadas y mundiales. La disciplina es tan popular que hasta existen competencias a nivel clubes, y la pasión generada es comparable con el superclásico entre Boca y River.

Durante la cuarentena, el formoseño se entrenó con normalidad, ya que Hungría es una de las naciones menos afectadas por el Coronavirus. La institución donde se desempeña mantuvo las puertas abiertas para los deportistas clasificados a los Juegos Olímpicos y también para aquellos con posibilidades de lograr un lugar. «Sólo tuve que parar las pruebas de contacto: esgrima y equitación, entre una y dos semanas», comentó.

La única incertidumbre era conocer el calendario de los torneos previos a Tokio. Hace poco se confirmó el Campeonato Mundial de Pentatlón UIPM (24 de marzo de 2021) y el Campeonato Mundial de Pentatlón y Laser Run UIPM (7 de junio del próximo año).

De todos modos, sigue en ritmo de competencia. El último fin de semana quedó segundo en el nacional húngaro por equipos. También tuvo roce con pares alemanes y checos, ya que no hubo muchas restricciones en el país de residencia.

Para Villamayor, la postergación de los JJ.OO. sirvió para seguir trabajando la parte psicológica, haciendo foco en la concentración y la regulación de la energía en cada una de las pruebas. Es que cada competencia genera un desgaste emocional que puede ser fundamental para la definición de una medalla.

«El pentatlón es un deporte muy complejo. No es como la natación o el atletismo que hay un favorito, y va y gana. Es siempre muy versátil. Siempre cambian los resultados», marcó en diálogo con FRECUENCIA ZERO.

Pensando en Tokio, aseguró que «la expectativa siempre es dar todo y no dejar nada al azar. Es lo que estoy trabajando, tratando de mejorar mis pruebas que son débiles y seguir trabajando las que son fuertes». Lo más importante será la satisfacción de haber entregado el máximo.

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