La inflación de 2022 fue la cuarta más alta a nivel mundial
Argentina cerró el 2022 con un récord negro en inflación. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) nacional de diciembre alcanzó el 5,1%. De este modo, el acumulado anual llegó al 94,8%; ubicándose como la más alta desde 1991 cuando registró 84%. En el último mes del año, cinco rubros quedaron arriba de la medición general: «Restaurantes y hoteles» (7,2%), «Bebidas alcohólicas y tabaco» (7,1%), «Equipamiento y mantenimiento del hogar» (5,9%), «Transporte» (5,8%) y «Salud» (5,7%). Por su parte, «Alimentos y bebidas» no alcohólicas tocó el 4,7%. «La inflación no es más ni menos que la fiebre de una economía enferma. El desafío que tenemos todos, yo como principal responsable, es animarnos a bajar la fiebre y a enfrentar esa enfermedad en la que hacemos reiteradamente”, afirmó el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, tras conocerse el número. Para el columnista económico, José Castillo, el final del dato inflacionario no generó tanta expectativa, pero el balance dio valores graves. Según detalló en diálogo con FRECUENCIA ZERO, se trata de la cuarta inflación más alta del mundo, la segunda de Latinoamérica (después de Venezuela), la más alta desde la salida de la convertibilidad y se duplicó respecto a 2021. En este sentido, el especialista repasó los números del año, y aseguró que el Gobierno celebra no haber llegado a los tres dígitos y haber arrastrado a la economía durante el segundo semestre sin que volara por los aires. De cara a 2023, el Ejecutivo planteó un 60% de inflación en el Presupuesto. Sin embargo, desestimó esta posibilidad, porque requeriría un fuerte ajuste de las partidas mensuales, en medio de un proceso eleccionario.
Millonaria condonación a Edenor y Edesur para garantizar súper ganancias
El Gobierno le perdonó una deuda millonaria a las distribuidoras eléctricas. Se trata de un número que ascendía a $486.419 millones, según los datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA) en septiembre del año pasado. Sin embargo, la Secretaría de Energía anunció un acuerdo con 11 distribuidoras para regularizar las deudas; incluidas Edenor y Edesur, encargadas del servicio en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que adeudan casi la mitad del total ($219.615 millones). De este modo, entre ambas deberán pagar $80.210 millones en 96 cuotas y a tasa en pesos subsidiada, ya que se eliminaron los intereses punitorios acumulados. Esto posibilitó que Edenor pase el capital a refinanciar de $105.777 millones a $57.159 millones, mientras que Edesur lo haga de $113.838 millones a $66.366 millones. El columnista económico José Castillo repasó los datos condonados, calificó la medida de escandalosa y recordó que Edesur y Edenor responden a un grupo empresario vinculado al actual Gobierno (Vila- Manzano). Es que las compañías no le pagan la energía al Estado (léase CAMMESA) desde 2020, pero si le cobran a los usuarios y reciben subsidios. De este modo, Castillo recordó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, la historia del servicio eléctrico desde la privatización en la década del ’90 hasta llegar a Alberto Fernández, quien le baja los subsidios a las empresas por exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), habilita los tarifazos y condona las deudas para garantizar las ganancias.
El balance del año da negativo
A poco de terminar el 2022, aparece el momento de los balances. En cuestiones económicas, el cierre del año quedará marcado con un 5,3%; haciendo referencia a la inflación y al Producto Bruto Interno (PBI). En este sentido, el columnista económico José Castillo consideró que ese número será el registro de diciembre para el aumento de precios. No obstante, algunas consultoras son más optimistas y apuestan a un 4,9%. De todos modos, la inflación quedará en la orilla del 100%, que se conocerá en enero. Por otro lado, arriba del 5% estará el número anual del PBI. Es que tendrá un rebote del 2021 pandémico (fundamentalmente, en la primera parte) y un crecimiento en el consumo durante el primer semestre de 2022, producto de la aceleración de la inflación y la desvalorización del dinero. Sin embargo, el último trimestre presenta señales de recesión. Así, la Argentina pasó el quinto año con pérdida de poder adquisitivo, señaló Castillo en diálogo con FRECUENCIA ZERO. Los salarios cayeron cerca del 25% en ese período y no tienen perspectiva de cambio, lo cual también influyó en el achique del consumo. Por eso, el Gobierno viendo el vaso medio lleno puede aplaudir que no se le disparó la inflación en el último bimestre, aunque atado todo con alambres.
El Gobierno impulsa un blanqueo para sumar dólares
La Argentina y los Estados Unidos firmaron un acuerdo de tipo impositivo, cuyo objetivo es intercambiar información sobre las cuentas y movimientos de capitales y financieros entre ambos países. De tal forma, se trata de evitar maniobras fraudulentas y, además, que los fondos en el extranjero paguen impuestos. Se calcula que en territorio norteamericano hay USD 100 mil millones, el grueso de lo fugado. Si bien compartió la medida porque implica transparencia, el columnista económico José Castillo aseguró, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, que la Argentina no recuperará el dinero, teniendo en cuenta la letra chica. Además, habrá que ver qué hace EE.UU. con sus paraísos fiscales con la entrega de información. Según señaló, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) debería mandarle una carta documento a cada persona por fuera de la norma. No obstante, descartó esta posibilidad, porque el acuerdo entrará en vigencia en septiembre de 2023 y recién tributarán dentro de dos años, por lo que no entrará para esta gestión. De este modo, el Gobierno impulsa un régimen especial para blanquear en forma voluntaria. Quedando limpio de los anteriores movimientos. Esto le permitiría al ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, seguir construyendo puentes para traer dólares. La incertidumbre es si habrá aprobación en el Congreso, tras el anuncio del proyecto parte del funcionario.
Massa está entre aplicar un shock o devaluar en partes
Si bien los temas de coyuntura del mundo económico siguen pasando por el dólar y la inflación. Hay una discusión entretelones sobre la estabilización de la economía, hasta llegar a diciembre de 2023 para implementar reformas estructurales que pide el Fondo Monetario Internacional (FMI), sin importar quien gane las elecciones presidenciales. En este sentido, el columnista económico José Castillo habló de efectuar un shock o continuar así hasta el próximo año. La primera opción representaría un salto devaluatorio, no tapado como hasta el momento, sino uno fuerte para un aumento inflacionario, una baja en salarios y jubilaciones, y después producir un congelamiento. En diálogo con FRECUENCIA ZERO, Castillo recordó que esto se hizo con el Plan Austral de 1985, cuando en mayo dejaron correr la inflación, no se aumentaron los salarios y al mes siguiente salió esta medida. De otra forma y con un resultado distinto, fue la convertibilidad del ex titular de la cartera económica nacional, Domingo Cavallo. Esa estabilización arranca desde pisos muy bajos. Por el momento, señaló que el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, va por la devaluación en partes, que no tendría un futuro a mediano plazo. Es que un shock, como en tiempos anteriores de la historia argentina, podría significar su salida. «El Gobierno siempre jugó como los equipos que juegan por el descenso y su único problema es cómo salvarse ahora, sin importar qué suceda en la siguiente temporada», planteó. Entonces, busca aguantar unos meses para llegar a marzo, luego agarrarse de la soja hasta mitad de año, cuando lleguen las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO); y así sucesivamente. En este marco, Castillo se preguntó qué pasará hasta las elecciones, si aguanta o explotará antes. De este modo, trajo a la memoria el Plan Primavera de 1988 con Raúl Alfonsín, que no le sirvió para presentarse en las urnas de 1989.
Consejos para no perder contra la inflación antes del inicio de Qatar
El mundo está a punto de paralizarse por el Mundial de Qatar 2022. En este marco, la pregunta es qué hacer con la economía mientras se compran los maníes y las cervezas para lo que viene. Pensando también que después vienen las fiestas y las vacaciones. El columnista económico José Castillo aseguró que no se puede guardar plata un mes en una caja de ahorro o dentro de una caja de zapatos, porque genera mucha pérdida ante una inflación mensualizada. Actualmente, existen dos posibilidades para no perder antes la escalada inflacionaria. En primer lugar, un plazo fijo a un mes porque la tasa está al 75% (cerca del 6% mensual). Es que el dólar, cualquiera de sus cotizaciones, está quieto después de la subida de julio. De hecho, sufrió un caja en comparativa. No obstante, señaló, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, la compra de divisas extranjeras si no se cambian dentro de dos años. Pero se perdería la tasa de interés que permitiría comprar más billetes de respaldo. De todos modos, Castillo recomendó dividir el dinero en todas las canastas. Esto significa, la mitad en plazo fijo y la otra parte en dólares. Es que no se puede dormir tranquilo con el peso, ante la posibilidad de una corrida de las cotizaciones.
El IPC porteño llegó al 7% en octubre y se espera la cifra del Indec
Según informó la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, la inflación local registró un alza del 7% en octubre. De este modo, el acumulado de los últimos diez meses llegó al 72,9% e interanualmente tocó el 84%. «Educación» (13,4%) y «Restaurantes y Hoteles» (9,4%) fueron los rubros con mayores incrementos, mientras que «Salud», «Comunicación» y «Alimentos y Bebidas no alcohólicas» se posicionaron detrás. Esta cifra es la antesala del Índice de Precios al Consumidor (IPC) nacional, que difundirá el próximo martes el Instituto Nacional de Censos y Estadística (INDEC). De este modo, el columnista económico José Castillo adelantó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, un número similar al porteño, aunque un poco más abajo. No obstante, aclaró que la suba del 7% en Ciudad estuvo vinculado a consumos más distritales. En este camino, sostuvo que la Argentina irá derecho al 100% anualizado.
El salario argentino está en caída libre
El bolsillo de los argentinos está cada vez más flaco. Esta tendencia se visualiza hasta fin de año y en 2023. De hecho, la inflación versus los salarios anuales demuestra que el sector en blanco llegará a una pérdida por encima del 10%, el sector público sufrirá un poco más y los mayores perjudicados serán los tercerizados y trabajadores en negro con un 15%. En este sentido, el columnista económico José Castillo señaló que los salarios están en caída libre desde 2018. Mirando la curva histórica, comenzaron a depreciarse en 2011. No obstante, su profundización fue entre 2015 y 2016. Luego, hubo un pequeño repunte, hasta llegar al punto de inflexión hace seis años atrás. «Estamos en una pérdida del 30% del poder adquisitivo desde esa época hasta acá», afirmó. A esto, el especialista sumó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, el valor del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que se ubica detrás de los $60.000. Se trata de un ítem importante, porque fija el monto de las asignaciones familiares, jubilaciones y el ingreso de los trabajadores. De este modo, Castillo aseguró que todos los ángulos exponen la delgadez de los bolsillos. Es que del otro lado hay un descontrol inflacionario muy grande, mientras que el Gobierno intenta acordar precios de productos, cuando no logra cumplir los «Precios Cuidados».
La Argentina, un rebote económico de Brasil tras la victoria de Lula
Durante el último fin de semana, Brasil cambió su presidente. El líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula Da Silva, volverá al poder en 2023, tras su victoria sobre el referente del Partido Liberal (PL) y actual mandatario, Jair Bolsonaro, en el balotaje. A raíz del triunfo, el presidente Alberto Fernández viajó al país vecino para felicitar al nuevo Jefe de Estado. En el encuentro, dialogaron sobre «revitalizar el Mercosur». Además, el mandatario argentino afirmó: «Hablé con Lula sobre la posibilidad de que en un futuro Vaca Muerta pueda abastecer de gas a todo el sur de Brasil”. En este contexto, el columnista económico José Castillo repasó los dos anteriores mandatos de Lula, cuando había un boom de la soja y el petróleo, que le permitió jugar con ministros liberales pero dejando un margen de crecimiento. Luego, Brasil sufrió la crisis de 2008, continuó con políticas de ajuste, pero sin ese colchón ascendente, por lo que entró en una línea antipopular y favoreció a Bolsonaro. Si bien Lula vuelve con ideas similares al 2002, Castillo no observó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, un avance de la izquierda en Latinoamérica. Es que los gobiernos ganan con un acercamiento hacia este sector y gestionan con un esquema liberal. Por último, el especialista no proyectó un auge de la economía brasileña, y que eso rebote en la Argentina. No obstante, sostuvo que el país ligaría parte de ese éxito si ocurriera.
El mundo sube las tasas de interés por la alta inflación
La Argentina aguarda por la difusión de la inflación de octubre, la cual se espera que rodee el 7%. De este modo, es una de las principales preocupaciones, ya que los precios suben por ascensor y los sueldos por escalera. Sin embargo, la inflación no es un problema sólo para la Argentina. Salvando las distancias numéricas, el resto del mundo también se agarra la cabeza con un 8-9% anual. En este contexto, el columnista económico José Castillo señaló que la Reserva Federal de los Estados Unidos y el Banco Central de Europa subieron las tasas de interés. Se trata de una aspiradora de dólares hacia los países centrales, principalmente, al país del norte. Según el especialista, es un proceso que durará varios años. Por tal motivo, descartó que la coyuntura internacional salve a la Argentina, mediante lluvia de capitales y superprecios de las commodities. Es que los grandes capitales van camino al negocio seguro en los EE.UU. En conclusión, Castillo sostuvo, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, que el país piensa cómo resolver internamente las dificultades o se profundizarán mucho más.