Mientras el Coronavirus sigue su curso a nivel mundial y se espera por la aparición de una vacuna, científicos argentinos desarrollaron un suero terapéutico para tratar pacientes en un estadio intermedio.

Se trata de una inmunización pasiva, que administra los anticuerpos para bloquear al agente infeccioso y evitar la propagación. Este medicamento es parecido a los utilizados en picaduras de serpientes y alacranes, entre otros.

La investigación ocurre por una articulación pública-privada, realizada por el laboratorio Inmunova, el Instituto Biológico Argentino, el ANLIS-Malbrán, la Fundación Instituto Leloir (FIL), Mabxience, Conicet y la Universidad Nacional de San Martín (Unsam).

Hasta el momento, el suero mostró su capacidad para neutralizarlo en pruebas de laboratorio (in vitro). De esta manera, esperan avanzar a la etapa de ensayos clínicos en julio, con la autorización de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT), sobre pacientes moderados a graves con menos de diez días del inicio de los síntomas.

Vanesa Zylberman, directora técnica de Inmunova y una de las directoras del proyecto, explicó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, el accionar del suero desarrollado a base de anticuerpos policlonales equinos.

«Nosotros dirigimos los anticuerpos del suero a una molécula que está en la superficie del virus. Esa molécula actúa como una llave que encuentra su cerradura en la célula del huésped. Al dirigir estos anticuerpos a la entrada de la célula, los anticuerpos se pegarían a la molécula e impedirían que el virus entre a la célula» detalló.

Si bien indicó que la solución es una vacuna, la investigadora adjunta del Conicet planteó que la terapia serviría para atravesar este período de pandemia, disminuyendo la gravedad de los casos y dándole respiro al sistema de salud.

Además, esta tecnología puede generar las dosis necesarias para quienes necesitan, mientras que la producción de la vacuna obliga a priorizar sectores de riesgo en su aparición.

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