Según el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, la Argentina registró- hasta julio de 2020- 56.293 casos de dengue (entre probables y confirmados por laboratorio o nexo epidemiológico) sin antecedente de viaje; 1.498 por viajes al exterior u a otras provincias; y 1.098 están en investigación.

Al mismo tiempo, la temporada 2019-20 tuvo 96.454 casos con sospecha de dengue, y 26 fallecimientos con pruebas positivas y otros 8 están en investigación.

Con el regreso del calor, la pregunta es qué sucederá esta temporada, tras un año atravesado por el Coronavirus. En este sentido, Nicolás Schweigmann, director del Grupo de Estudio de Mosquitos (GEM) del Departamento de Ecología, Genética y Evolución de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA y el Conicet, descartó una epidemia en lo inmediato.

Por un lado, aseguró que los alertas están en el norte de la línea del Ecuador. Además, las epidemias no suelen ser de un verano a otro. Sin embargo, destacó la importancia de actuar rápidamente antes de una nueva ola. Es que entre cada una de ellas (2009- 2016 y 2016-2020) no se realizaron los trabajos correspondientes.

Schweigmann pidió hacer foco sobre el mosquito Aedes aegypti, impulsor de más de 100 virus (incluido el dengue). Para eso, propuso el proyecto de «manzana saludable». Es que los criaderos suelen estar a 50 mts. de donde se encuentra el mosquito. Los vecinos deben descacharrear y transformarse en observadores de lugares que favorezcan su reproducción. «No sirve que vos saques los cachorros de tu casa y los vecinos no lo hagan», expresó.

Según el especialista en diálogo con FRECUENCIA ZERO, combatir al mosquito requiere de una sociedad educada, y eso conlleva preparación docente para transferir a los estudiantes. Porque este «desorden socio- ambiental» no se resuelve con las mismas estrategias, como la fumigación. Si bien estos cambios culturales llevan mucho tiempo, garantizó resultados.