La devaluación del 22% que estableció el gobierno nacional esta semana tuvo un impacto directo en los precios, a partir del aumento del tipo de cambio oficial a $350 y la consecuente disparada de los dólares paralelos. FRECUENCIA ZERO habló con comerciantes de la Comuna 9, pertenecientes a diferentes rubros, para analizar el impacto de las medidas en los precios y el bolsillo de los consumidores.
Carmen Altamirano es dueña de una juguetería y un local de uniformes escolares: “todo tiene un 30% de aumento, no el 22% que devaluaron, y yo no puedo aumentar ese 30%, es mucho, y necesito vender para cubrir los costos; si aumento así no vendo, pero sino aumento también me perjudico porque pierdo en relación con la inflación”. Además, se refirió a los proveedores: “te dicen que no tienen stock, pero en realidad no te quieren vender”. En cuanto a los precios en la víspera del Día del Niño, afirmó: “de los juguetes más buscados, salen entre $15 y $20 mil; de $3 mil para abajo no encontrás nada, y los juguetes de marca no bajan de los $30 mil”.
Por su parte, Miguel Sorrentino, dueño de un local de repuestos sanitarios, comentó que se observan aumentos del 25%, 30% o 40% en el sector: “es difícil aplicar todo el aumento a los clientes”, agregó. Asimismo, comentó: “la mayoría paga en efectivo, débito y transferencia porque no quieren pagar con crédito; hay un aprovechamiento de los empresarios porque los fabricantes no te están vendiendo al dólar oficial, sino un poco menos del blue”. Así y todo, el comerciante explicó que los proveedores “quieren todo con pago anticipado, sino no te venden”.
Por último, Liliana Alicia Di Feo, dueña de almacén, dijo que cuando hicieron el pedido de productos el lunes a la mañana, “cuando llegaron eran otros precios con un 20% y 30% de aumento”: “tuve que devolver el pedido porque no puedo trabajar así”, expresó. En cuanto al cambio de tipo de consumo, agregó: “los usuarios compran lo justo, antes la gente compraba cosas ricas, pero el consumo se fue concentrando cada vez más en cosas inmediatas y están comprando muchas segundas marcas”. En consecuencia, la almacenera dijo que a veces aumenta “solo la mitad” con la esperanza de que “la efervescencia baje un poco y la cosa se acomode, porque la gente no va a pagar eso”