Toba Trance es un disco que fue publicado en el año 2003 por un sello finlandés. A los argentinos les habían ofrecido realizar un disco experimental, y así lo hicieron. Hoy es la banda sonora de una película independiente que se encuentra en cartel, El estudiante, de Santiago Mitre.

Con la construcción de temas instrumentales de 15 minutos de duración, en promedio, Los Natas en Toba Trance Volumen I y II se despegaban hace 8 años –como con sus otros discos- del escenario rockero local por lograr un sonido auténtico e intenso, volado y bien estructurado.

Y siendo que Los Natas no es una banda que suene todos los días en la radio –se ha mantenido durante sus 17 años de vida alejada del comercio musical- se puede comprender por qué este disco reaparece como banda de sonido de un film más que independiente –no posee siquiera aportes del INCAA- El estudiante, que se estrenó el 1º de septiembre pasado, y se presenta en el Teatro San Martín y también en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA).

El thriller que cuenta la historia de un estudiante recién llegado del interior para estudiar en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y se mete, un poco como juego, otro poco por interés en la política universitaria, revela como metamensaje ese universo, con sus pasiones ideológicas fuertemente defendidas por los estudiantes militantes, pero con mezquindades e individualismos que no alejan esas prácticas de la actividad a nivel nacional. El protagonista, Roque Espinosa, sufrirá en su tránsito por la facultad la transformación que ejerce sobre él la pasión por la política. Difusas las líneas que trazan los límites de la moral en ese terreno, Roque se meterá de lleno trazando alianzas y enrosques, mentiras y jugadas. Un “animal político”, como denominó en algún tiempo Aristóteles es el devenir de Roque.

Toba Trance, en el medio, supondría un acompañamiento. Pero son sus melodías oscuras y densas, psicodélicas y estridentes las que marcan las pulsaciones del espectador, que espera ansioso ver qué ocurrirá a cada paso y cada decisión que Roque toma. Por eso, pareciera también que Toba Trance hubiera sido creado justamente para este largometraje, y sin embargo no.

Filmada en la sede de Marcelo T. de Alvear, la película es de un realismo que pocas veces logra una ficción. Mitre fue co-guionista de Leonera y Carancho, y en ambas, Pablo Trapero -su director- había logrado lo mismo que esta con gran pulcritud: mostrar, sin un discurso moralista un universo particular dentro de la sociedad.

Por eso, una doble recomendación para disfrutar: una notable película, de la mano de un extraordinario disco de Los Natas.

Redacción: Eugenia Serres