Hace unas semanas atrás el Malvinas Argentinas se tiñó y revivió la mejor epoca Punk de los 90 cuando los Californianos de Offspring la rulearon con los clásicos que todos supimos disfrutar hace más de 1 década y media atrás. En el día de ayer el mismo estadio tuvo la posibilidad de albergar a una de las bandas más representativas del Ñu Metal Americano, los que en la época del 2000 la descosieron y llevaron su metal hiphopero a recorrer cada equipo de música que haya en el mundo, sonando por todos lados, pero sin la posibilidad de llegar a nuestros pagos. Limp Bizkit aterrizó en el Malvinas Argentinas y sabían que no podían defraudar a la gente.

Intacto estaban en el cerebro de todos las letras del Significant Other y del Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water, dos de los discos que catapultaron a la banda que lidera Fred Durst y Cia. Previo arranque del show el campo ya estaba copadísimo, la gente ovacionaba ante cada prueba de luz y sonido que daba a entender que en minutos saldría la banda a tocar. Rollin’ fue el encargado de dar el arranque y no falló, el pogo fue tan contundente como el arranque, donde se podía apreciar a Wes Borland (guitarra) disfrazado como un robot, con un traje que llevaba luces en el casco y el brazo derecho, haciendo distintas combinaciones durante cada parte del show. Sam Rivers (Bajo) tenía su bajo con todo el mastil y diapasón iluminado en rojo. Atrás se ubicaba DJ Skeletor con sus varios monitores y sintetizadores, a la par John Otto era de la partida que retumbaba el estadio con sus golpes a la batería. Fred Durst vestía unas gafas al estilo antiparras y vestido netamente de Hardcore, con un tinte rapero. A pesar que el sonido en los primeros 2 temas no fue de lo mejor, se supo controlar la voz y ponerla por encima de los demás instrumentos, que al comienzo no dejó apreciar la letra de Rollin’ cantada por Fred Durst, pero al ser un clásico y estar con un público tan euforico, se pudo escuchar el tema completo coreado por la gran masa que vestía el Malvinas Argentinas, las más de 7 mil personas que asistieron.

Para Ready To Go le cumplieron el sueño del pibe a uno de los espectadores que invitaron a subir a escenario y cantar el tema durante todo el show. Al muchacho se lo veía un poco timido, y no era para menos, pero bastante bien hizo Fred al acercarle el microfono y que el chaval se de cuenta que era par y par, rapear el tema y disfrutar de algo que muy probablemente jamas le vuelva a pasar en vida.

Además de meter clásicos, tuvieron las ganas y el tiempo de hacer el cover de Killing in the Name, tema de Rage Against The Machine y también Behind Blue Eyes de The Who. My Generation, Nookie, My Way y Re-Arranged eran algunos de los que copaban la lista. Para el cierre tenían preparado Take A Look Around y Break Stuff, que daban el cierre a una noche particular y para nada desperdiciable. «Por ustedes esta noche es muy buena, gracias a ustedes«, decía Fred Durst y así se iba bailoteando Fiebre de Sábado por la Noche cuando ya todos habían abandonado el escenario. A la salida los comentarios de la gente eran todos iguales «Volví a los 15 años», «Como me gustaría volver a los 2000». Lamentablemente no está la maquina del tiempo, pero esos 90 minutos que volvimos 13/14 años atrás valieron muchísimo la pena, a pesar de ser feriado.

Foto: Lucas Page 

Jairo Pérez

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