La terminología usada por la ciudadanía varía de generación en generación. No obstante, todavía hay palabras que se conservan en el tiempo, como la alusión a la policía, que era llamada «la cana» o «la yuta». Esos términos representan el lunfardo. 

Por su parte, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, la poeta Amalia Olga Lavira subrayó que el lunfardo había sido instalado luego de la inmigración generada por la Segunda Guerra Mundial. Pues, los oriundos de los diferentes países generaban referencias para entenderse entre ellos. 

Al mismo tiempo, Lavira señaló que las modificaciones hechas por los jóvenes eran modas; pero que podían pasar a ser atemporales y a extenderse en todo el país. En esa línea, detalló que los dichos «atorrante» y «cobani» se referían a quienes vivían en los caños marca Torrent y a la forma de abanico que hacían los agentes estatales con sus palos. 

A la vez, la escritora resaltó que, para sus poemas, usaba referencias de antes, con el objetivo de que no muriesen y de que los lectores buscaran su significado.

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