Hay pocas bandas en el país compuestas en su totalidad por mujeres, por eso es llamativo cuando uno ve en el escenario que una chica se sienta a la batería, que a la par una con pollerita y vestida para bolichear se calza la guitarra, y así el escenario lo decoran en total 7 mujeres dispuestas a hacer levantar el animo de los presentes.

Las Hijas de Zion, como mencionamos, se integra por mujeres, 7 en su totalidad. Desde el 2005 vienen ensayando y tocando un ritmo Reggae Roots bastante pegadizo. Esta noche en The End (flores) se disponían a presentar lo que es su primer trabajo discografico.  Con un intro instrumental bastante bailable con percusión y guitarras, arrancaron el reci y pegado metieron DESTINO, tema que lleva el nombre del disco.

El recital tuvo de todo, estuvo dividido en 2 bloques, podría decirse, donde tocaron 9 y 8 temas respectivamente. Con invitados varios que participaron en la grabación del disco y covers como RUDEBOY de Israel Vibration, las chicas dejaron todo arriba del escenario. Muy prolijas metieron un set de 17 canciones en total y se despidieron regalando pulseras luminosas al publico, que después se pudieron apreciar durante el transcurso de toda la noche. La verdad, una banda más que recomendable.

Pasada la medianoche, llegaba el momento de Karamelo Santo. Es sabido que nos aseguran diversión, baile y pogo. Con la banda ya acomodada, después de la partida de Goy, y sonando espectacular, arrancan con Negro y le meten todo al comienzo NO ANDA, EL RITMO, EL BAILE y GUERRILLERO dejan a la gente como si hubiesen pasado 60 minutos de recital y solamente iban 5 canciones.

La gente se destaca por el baile, la banda se destaca por arengar y es una combinación que nunca falla. Los temas se intercalan, varios del nuevo disco: ESTRIBILLO, ABSENTE, CUMBIA PELAA, DIENTE, LIAR entre otros iban sonando. La noche daba para la cerveza y ver el final tranquilo, es complicado estar a la par del pogo todo el reci. HOY, NO TAN DISTINTOS (SUMO) y HAN MATADO UN NIÑO son los clásicos para cerrar el telón, pedir una cerveza y quedar apoyado en la barra descansando después de una noche larga con 2 bandas realmente copadas.

Twitter: @Jairoska

{gallery}galeria/karamelo{/gallery}


Relacionadas