El demócrata cristiano de centroizquierda Claudio Orrego ganó las elecciones en la Región Metropolitana de Santiago de Chile con un 52,7%, contra el 47,2% del también izquierdista Frente Amplio, con lo que la Unidad Constituyente y ex Concertación se quedó con 10 de las 16 gobernaciones renovadas; mientras que el Gobierno obtuvo una. 

Además, Orrego se convirtió en el primer gobernador electo por los votos, aunque la participación ciudadana fue del 19,6% del padrón electoral. En el lugar vivían más de 13.000.000 de personas, de las que concurrieron a los comicios 2.500.000. 

Por su parte, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, el periodista y analista político chileno Franco Pardo destacó que había una exigencia de la sociedad de participar en la administración del país, y que se confirmaba la debacle electoral de la derecha de Chile.

A la vez, Pardo detalló que las comunas más pudientes habían definido la elección al haber votado al candidato menos de izquierda, según él, en castigo al presidente Sebastián Piñera. Además remarcó que las movilizaciones habían sido canalizadas a través del proceso constituyente, lo que, en su teoría, calmaba el clima social. 

También resaltó que ninguna fuerza tenía el poder de veto, por lo que todas las propuestas requerían de un diálogo. Asimismo recalcó que la socialdemocracia demostraba tener una relevancia y una reflexión sobre los últimos 30 años. 

Además, el analista subrayó que, en todos los territorios, habrá un delegado presidencial, que conservará las funciones del orden público y no será una autoridad por sobre el gobernador. 

 

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