El viernes 20 de Abril el emblemático grupo de rock, Vox Dei, brindó un show conmovedor en La Perla de Once.

Con la formación actual integrada por Willy Quiroga (voz y bajo), Carlos Gardellini (guitarra) y Simón Quiroga (batería) se lucieron, lograron levantar al público de sus asientos, más de tres veces, y se escucharon, a lo largo del recital, gritos, llantos, chistes, risas, como si se tratara, casi, de un reencuentro familiar.

Fue una noche de muchos homenajes y agradecimientos, comenzando por Pappo, al cual recordaron cantando el tema «El Viejo», Luis Alberto Spinetta, y sobre todo Rubén Basoalto, a quien Willy Quiroga definió no sólo como un batero excepcional sino también un buen compositor. Fue el más nombrado de la noche , y al finalizar el show, se escuchó de la voz de Simon Quiroga: «Para mi viejo está Dios, y después Rubén». Al recordarlo, el cantante dijo a modo de broma «cada vez los cuetazos pegan más cerca».
Gardellini fue el showman de la noche, bajó del escenario, dio vuelta la guitarra, siempre haciendo caras que emulaban las notas que tocaba en cada solo que metía.
todos22Simón Quiroga en batería se destacó y no faltó oportunidad para que Willy destacara.» felicitaciones a Simón Quiroga, porque está en un lugar muy dificil de reemplazar». Seguido de una mirada cómplice y risas.
Willy Quiroga fue el encargado de establecer el diálogo con el público, agradeció su presencia, y dijo conmovido que su presencia, las nuevas generaciones eran el motivo por el cual ellos seguían ensayando.
Terminaron el show con «Presente», el tema más esperado de la noche y aclaró, que ellos eran una banda IN-DE-PEN-DIEN-TE, se refirió al negocio de las discográficas y las distribuidoras que provocan que no se encuentren sus discos, y pidió que los interesados en su CD se acerquen «a la rubia que está a la derecha» (quien vendía los discos).
Fotos, pedido de autógrafos, saludos, abrazos, palabras, pedidos, todo demoró una hora y media más y un puré de papas frío pero sin problemas, y sobre todo, con mucha humildad.

texto: Patricia Gonzalez Lopez
foto: Martin Bura

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