Kevin Shields, líder de My Bloody Valentine, asegura en una entrevista en “The Guardian” que el movimiento musical del britop (Oasis, Blur, Pulp…), surgido en el Reino Unido en los años noventa, fue fruto de una conspiración del gobierno y los servicios secretos: “El britpop fue impulsado masivamente por el gobierno.
Algún día sería interesante leer todos los archivos del MI5 sobre britpop. Nos han dado gato por liebre”.
En sus primeros años de gobierno, Tony Blair recibió el apoyo de destacados representantes del britpoop como Noel Gallagher y Damon Albarn, quienes además visitaron el 10 de Downing Street. Shields dice que él solo hubiera acudido “con la condición de que pudiéramos tocar una canción”.