Río de Janeiro 2016 fue la primera experiencia olímpica para el seleccionado femenino argentino de handball, tras llegar a la final de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y la localía de Brasil.

Con la intención de repetir la historia y pensando en Tokio 2021, el combinado albiceleste emprendió su viaje a Valencia (España) para disputar el preclasificatorio contra el anfitrión y Suecia (Senegal no jugó por cuestiones económicas y de logística, en medio de la pandemia del COVID-19). Sin embargo, no pudieron vencer a los países europeos y quedaron afuera de los dos pasajes.

Luego de la eliminación, Eduardo «Dady» Gallardo, entrenador del combinado nacional, aseguró, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, que la pandemia del Coronavirus afecta a los grupos de diferentes formas.

En el caso de la Argentina, las jugadoras locales no pudieron disputar la liga, mientras que las europeas sí. Por otro lado, los rivales del preolímpico disputaron un torneo en el viejo continente, mientras que su equipo no juega desde finales de 2019; sumado a que enfrentaron al segundo y séptimo del mundo.

Si bien destacó el crecimiento argentino en el handball femenino, señaló que siguen las diferencias con las grandes potencias, teniendo en cuenta su profesionalismo. De hecho, las mujeres nunca le ganaron a los conjuntos europeos. «Vamos en desarrollo con un equipo muy joven, con la mira en París 2024 y en poder hacer un trabajo serio a largo plazo», analizó.

A futuro, Gallardo planea la preparación del Mundial de España para diciembre. Previamente estará la clasificación (entre el 10 y 20 de junio), y podría realizarse en la Argentina. Si bien no está confirmada su organización a causa del virus, las representantes nacionales ya tienen su lugar para la Copa del Mundo. De todos modos, «ojalá esté la posibilidad de competir, si no nos vamos a encontrar dos años sin jugar, más allá del preolímpico».

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