Desde el inicio de la cuarentena, la Cátedra Libre de Ingeniería Comunitaria de la Universidad de Buenos Aires (UBA) sigue la situación alimentaria en la Ciudad de Buenos Aires. En este contexto, observó improvisación por parte del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.

Los espacios comunitarios deben cerrar cuando sus trabajadores presentan contagios por el Coronavirus, y los beneficiarios están obligados a retirar los alimentos en otros sitios. De esta manera, propagan los casos positivos, como en el barrio Carlos Mugica.

Por esta razón, la coordinadora de la Cátedra, María Eva Koutsovitis, insistió, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, con el reconocimiento de los trabajadores comunitarios como esenciales. Sin embargo, el Gobierno de la Ciudad ignora el reclamo social.

Por otro lado, señaló los altos sobreprecios en la adquisición de estos alimentos, porque el Ejecutivo porteño elige la utilización de empresas intermediarias. Estas empresas compran los productos, y luego son embolsados, recibidos y distribuidos por los trabajadores comunitarios, quienes no reciben ningún salario. 

De este modo, la referente consideró «inadmisible» que el Gobierno de la Ciudad gaste en bolsones alimentarios 100% más de lo que las familias reciben. Además, hizo foco en los pocos productos (11) que reciben por 15 días: harina, aceite, té, leche, galletitas y salsa; los cuales tampoco son viables desde el punto de vista nutricional.

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