El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, señaló que el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) era un «lastre» para su país. Y su par argentino, Alberto Fernández, lo instó a «tomar otro barco» y remarcó que el bloque no representaba un peso para nadie, en el marco del aniversario número 30 de la creación del MERCOSUR. 

En su discurso, Lacalle Pou aseguró que no estaba dispuesto a aceptar que la entidad fuera un bloque del que Uruguay no se pudiera mover. También destacó que la ciudadanía le exigía avanzar en el concierto internacional y las oportunidades de progreso. Entre tanto, Brasil y Paraguay apoyaron la postura de Montevideo. 

Por su parte, Fernández advirtió que lo enorgullecía formar parte del MERCOSUR y que la entidad no le pesaba a ninguna nación. A la vez, Bolivia comulgó con la posición de Fernández. 

Asimismo, el canciller argentino, Felipe Solá, propuso bajar aranceles después de negociar y no antes, como había planteado Lacalle Pou. 

No obstante, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, la consultora en economía del conocimiento Romina Gayá destacó que a Uruguay no le servía el funcionamiento actual en bloque del MERCOSUR, porque no tenía acceso al comercio internacional. Asimismo, remarcó que la entidad necesitaba una reforma acorde al funcionamiento mundial. 

En ese sentido, Gayá recordó que los objetivos iniciales de la región era llegar a un libre comercio entre los países miembro y negociar con el resto del planeta. Pero, según ella, históricamente, Argentina y Brasil dificultaron la llegada a esa meta. También resaltó que Uruguay y Paraguay no podían depender de su mercado interno debido a su tamaño y que no accedían al resto de los mercados. 

Además, rememoró que en 2020 Argentina se había retirado de las conversaciones entre el MERCOSUR y los diferentes Estados del mundo, lo que, desde el punto de vista de Gayá, les generaba dificultades a los otros integrantes. 

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