Javier Scheibengraf, Coordinador técnico de valorización de residuos orgánicos del Mercado Central, habló sobre los proyectos que se llevan adelante en el Mercado Central.

Javier Scheibengraf

La nueva gestión del Mercado central que asumió el 24 de marzo, comenzó su trabajo con la idea de motorizar la producción de compost para el fomento de la agroecología, pero al encontrarse con la realidad del Mercado y ante la crisis alimentaria, decidieron priorizar su trabajo en garantizar el rescate de mercadería que tradicionalmente se descartaba.

“Cuando comenzamos con la gestión nos dimos cuenta que se tiraban productos orgánicos e inorgánicos, húmedos y secos, todo por igual”, señaló Scheibengraf. Desde ese momento comenzaron a separar las frutas y verduras que no estaban en condiciones de ser comercializadas y “en 15 días se rescataron 6000 kilos de comida aprovechable en un solo contenedor”.

El mercado produce unas 30.000 toneladas de residuos que hasta ahora era derivada al CEAMSE. El proyecto de la nueva gestión es generar un cambio en la forma de manejo de la mercadería que se descarta y aprovechar lo que no se vende para dirigirla a políticas que sumen a morigerar los efectos de la crisis pero también promover una transformación del paradigma en la producción de alimentos.

En este sentido, Scheibengraf, aseguró que el horizonte es, no solo asistir a “los 540 comedores que se acercan a recibir mercadería, a partir del momento en que comenzaron el rescate, sino también bajar la intensidad de presencia de agroquímicos en la mercadería”, afirmó el Coordinador técnico de valorización de residuos orgánicos del Mercado Central, al aire de FRECUENCIA ZERO.

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