El cierre del mes de enero preocupa respecto del índice de inflación del primer mes de 2023, ya que esta semana se conoció el índice de precios de la Ciudad de Buenos Aires que marcó un 7,3%, muy por encima de la variación de diciembre que había marcado un 5,8%. De esta manera, se dificulta llegar al horizonte que intenta marcar el ministro de Economía Sergio Massa con el acuerdo de Precios Justos.
Generalmente, enero no es un mes con fuerte presión inflacionaria; sin embargo, este año en base al IPCBA se demuestra lo contrario. La economista Natalia Motyl explicó que la alta emisión monetaria que tiene Argentina es lo que genera inflación y que, actualmente, está impactando la fuerte inyección de pesos que se dio en 2020 durante la pandemia.
A su vez, afirmó que este año es complejo llegar a la senda que pretende el ministro de Economía y cerrar el 2023 con un 60% de inflación. Hay que tener presente que Argentina atraviesa un año electoral, con lo cual puede ser un año con mayor presión inflacionaria, teniendo en cuenta el antecedente de 2019: los mercados dieron un batacazo luego de que el Frente de Todos ganara las PASO. Por lo cual se disparó el dólar y, consigo, la inflación, que ese año culminó en 53,8%.
Asimismo, Motyl se centró en el escenario internacional, porque los commodities comenzarán a estabilizarse luego de un año con grandes alzas debido a la guerra en Ucrania por la invasión de Rusia. Por este motivo, los principales socios de Argentina van a tener una «pequeña recesión» que se traducirá en menor volumen de compra de materias primas. Y a esto se le suma la fuerte sequía que está azotando al país.
En este sentido, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó hoy una baja del volumen de cosecha para la campaña 2022/2023 que se ubica en 34,5 millones de toneladas, lo que representa una caída de 14,5 millones de toneladas respecto de las proyecciones anteriores. Según fuentes del mercado, a valores de exportación esto representa una pérdida de unos USD 9000 millones.