Una educación con virtualidad con estrecho margen por la falta de conectividad parece ser la historia repetida de cientos de ciudades a lo largo y ancho del país.

La decisión de cerrar las aulas, a partir del número de contagios que se producían en AMBA, sin pensar las diferencias de cada provincia y de la infraestructura con la que cuentan las escuelas del interior de país.

Fátima Taruselli, integrante de Padres Organizados de Salta, recorre la situación que atravesaron los chicos para mantenerse vinculados durante el 2020. «Los funcionarios entraron en la cómoda y no propusieron protocolos para salir del encierro y volver a las aulas» reconoce.

«Cuando levantamos la voz para que nos ecucharan sobre la situación en que se encontraban nuestros chicos, comenzaron a perseguirnos en redes sociales y a señalarnos por lo que estábamos pidiendo», planteó Fátima y agregó; «Nos durmieron en una siesta durante todo el año, hay que empezar a pensar en el regreso a las aulas en el 2021 o van a seguir en la cómoda». 

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