El Gobierno oficializó el pasado viernes a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 841/2022 un bono de fin de año para los trabajadores del sector privado. El mismo será de 24.000 pesos para los trabajadores que cobran hasta 161.859 pesos, en el caso de quienes cobran menos de 185.859 pesos, el bono será proporcional. Según la reglamentación, el bono debería abonarse en el mes de diciembre, pero no tiene una fecha exacta prevista, podría ser hasta el 31 de diciembre.
Dentro del mismo DNU el presidente Alberto Fernández reglamentó que habrían beneficios para las empresas PyME, ya que es un mes donde también se paga el aguinaldo y el costo de sueldos para las pequeñas y medianas empresas es mayor.
Lo que dará el Gobierno, a las empresas con certificado PyME vigente con la categoría de mediana empresa, es un «beneficio financiero», lo cual implica que cuando deban pagar el anticipo de ganancias, en lugar de pagar el total podrán diferir el pago del 50% de los bonos abonados. Por este motivo, se dice que es un beneficio financiero, porque cuando se vuelva a tener que pagar el anticipo de ganancias, se deberá reembolsar ese 50% de los bonos que no se abonaron en el vencimiento anterior, explicó Miriam Roldan, contadora pública matrícula tomo 250 folio 10, en FRECUENCIA ZERO.
A su vez, el bono alcanza a las trabajadoras de casas particulares, a las cuales el empleador debe pagarle el proporcional del bono por las horas trabajadas, con lo cual si el empleador no tributa ganancias se puede pedir la devolución del 50% del bono, pero esa devolución aún no está reglamentada. En el caso de aquellos empleadores que tributen ganancias podrán pagar el anticipo de ganancias descontando el 50% del bono.