La guerra contra la inflación es un circo

Al finalizar la semana, el presidente Alberto Fernández comenzó su «guerra» contra la inflación, tras cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el Congreso. En este sentido, firmó dos decretos para la creación de un fondo que establezca el valor del pan, y el aumento de las retenciones de harina y aceite de soja del 31 al 33%. Además, citó a empresarios, sindicalistas y movimientos sociales. Luego del anuncio grabado, la economista Iris Speroni aseguró que la «guerra» contra la inflación es un simulacro. Se trata de un discurso falaz, ya que el aumento de precios es un gran negocio para la clase política. De hecho, son quienes la provocan y no tienen intención de terminarla. Para frenar las subas, Speroni planteó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, una solución muy sencilla: evitar la emisión monetaria. Sin embargo, se describe una escenario multicausal porque es una parte del escenario engañoso. Luego, se busca un discurso que justifique la batalla perdida. Con este contexto, la especialista señaló que el salario argentino está en su mínimo histórico: USD 300. Entonces, el Gobierno pretende manipular los valores de algunos bienes (por ejemplo: carne o pollo) para mantener cierto poder de compra y que la ciudadanía no se revele. Sumado esto, aseveró que el otro punto es la manipulación de los índices. Esto significa, que el Ejecutivo se aboca a controlar los productos que entran en la estadística inflacionaria del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), mediante las medidas anunciadas.
Sin Cristina Kirchner, el Senado convirtió en ley el acuerdo con el FMI

Con 56 votos positivos, 13 en contra y 3 abstenciones, el Senado de la Nación le dio la aprobación definitiva al acuerdo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI). La titular de la Cámara, Cristina Fernández de Kirchner, no estuvo presente al momento de la definición. Juntos por el Cambio votó a favor del acuerdo, mientras que el Frente de Todos lo hizo dividido por el rechazo de los parlamentarios cercanos al kirchnerismo. Al mismo tiempo, Silvina García Larraburu, Lucila Crexell y Silvia Sapag se abstuvieron. Luego de la sesión, el columnista económico José Castillo aseguró que ahora empieza una nueva etapa. Sólo falta el visto bueno del Directorio para comenzar con las revisiones trimestrales, las cuales irán acompañadas por mayores exigencias si hay algún incumplimiento. Sin embargo, el especialista se detuvo en la economía del día a día. Por este camino pasa la discusión por los precios. Esta semana se conoció que la inflación de febrero fue del 4,6%, mientras que la Canasta Básica Total (CBT) subió 6,6% y la Canasta Básica Alimentaria (CBA) escaló 9%. «Esto es una andanada de nuevos pobres», sostuvo. Según el presidente Alberto Fernández, este viernes comienza la guerra contra la inflación en la Argentina. Para el economista, sólo serán medidas ya conocidas que no atienden a los sectores más vulnerables, por lo que son balines contra elefantes. En este contexto, puso su atención en un comentario- entre bambalinas- del secretario de Comercio Interior de la Nación, Roberto Feletti, sobre una supuesta sobrevaloración de la inflación por parte del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Inmediatamente, recordó la intervención del organismo y sus consecuencias en la credibilidad. «No vaya a ser cosa que la política antiinflacionaria sea matar al mensajero», expresó. Por último, señaló, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, el cruce entre el secretario de Energía, David Martínez, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, sobre la plata para importar gas.
Una guerra de mentira contra la inflación

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió un fuerte aumento de la inflación de febrero, trepando al 4,7%. Transformándose en el valor más alto de los últimos 11 meses. El rubro alimentos y bebidas impulsó el número al marcar un 7,5%. Antes de conocerse el índice, el presidente Alberto Fernández había asegurado que el viernes comenzará una guerra contra la inflación, teniendo en cuenta que finalizará el tratamiento del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el Senado. El columnista económico José Castillo afirmó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, que muchas veces los aumentos son adjudicados a un producto en particular. Sin embargo, la batería de datos del Indec señalan precios desmedidos en todos los rubros. También desestimó un shock de la situación bélica en Ucrania, porque no entra para este período. A partir de los desagregados de otros estudios, Castillo planteó subas importantes en productos con harina de trigo, lácteos y carne. Además, ingresó una parte de la canasta escolar por el adelanto del ciclo lectivo. Para el próximo período entrará combustibles, prepagas, cuotas educativas, entre otros puntos. De este modo, la inflación estará mucho más cerca del 5%.
Rascando el fondo de la olla del campo

El presidente Alberto Fernández se reunió con el ministro de Agroindustria de la Nación, Julián Domínguez, para analizar la suba de retenciones. Luego del encuentro, la portavoz, Gabriela Cerruti, descartó un aumento del impuesto al maíz, la soja y el trigo, en medio de la reacción del campo. No obstante, anticipó el anuncio de medidas para el final de la semana. En la misma sintonía se presentó en el Senado el ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, para defender el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). «No se está contemplando un incremento en los derechos de exportaciones de los granos, el trigo, el maíz, el girasol, el poroto de soja y los demás granos», afirmó. Sin embargo, ninguno de los funcionarios habló de la harina y el aceite de soja. «El Gobierno está desesperado por dinero. Estos dos puntos que subirá Guzmán (pasando del 31 al 33%) son 400 millones de dólares. Este rasqueteo lo midió en términos fiscales y no políticos. Entonces, se arma una crisis política en una medida fiscalista, que busca plata donde sea», analizó el periodista especializado en agro, Matías Longoni. De este modo, aseguró, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, que se espera un Decreto para incrementar las retenciones, teniendo en cuenta que el domingo a la tarde (mientras jugaba River en el Monumental) cerraron las exportaciones de aceite y harina de soja. Esta decisión preventiva es para que las exportadoras no hagan negocios con los números viejos. El periodista señaló que el Ejecutivo no puede aumentar más del 2%, y busca nivelar el porcentaje con el poroto de soja. A su vez, aclaró que extenderlo generaría un conflicto con el campo, imponiéndose un escenario similar a 2008. «En este caso están jugando al límite y rascando el fondo de la olla que ya aporta mucho», planteó Longoni, sobre un sector que proporciona 9 mil millones de dólares.
Las dos caras del acuerdo

Para poder enfrentar los vencimientos de deuda que existen, por al acuerdo stand by, el gobierno tuvo que llevar a cabo un nuevo endeudamiento. Sin embargo, el acuerdo que se hace con el FMI para el pago del nuevo endeudamiento no es como el que hizo Macri, a 3 años. El nuevo acuerdo será a 10 años.
El Virreinato argentino y su Majestad el FMI

Luego de una maratónica sesión, la Cámara de Diputados de la Nación le dio media sanción al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mediante 202 votos positivos, 37 negativos y 13 abstenciones. La aprobación del refinanciamiento salió con amplió apoyo opositor y expuso más las diferencias en el oficialismo. Es que Máximo Kirchner y su espacio no dieron quórum, pero votaron en contra. «Bienvenidos al Virreinato de la Argentina. Ahora bajo el control de su Majestad el FMI», afirmó el columnista económico José Castillo, quien agregó que los discursos en la Comisión de Presupuesto muestran la disputa para transformarse en el nuevo Virrey. El especialista analizó las posturas de cada espacio al momento de aprobar la negociación, cocinada por una parte del Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Lo único que intentó cada uno fue no quedar pegado en el voto a favor y el ajuste, teniendo en cuenta las elecciones del próximo año. Al mismo tiempo, anticipó que la media sanción del Senado será un trámite, con un apoyo mezclado entre los mismos actores. También adelantó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, que Cristina Kirchner interpondrá alguna excusa para no presidir la sesión. Luego, vendrá el momento del ajuste y se desprende la pregunta sobre el futuro del ministro de la Nación, Martín Guzmán. Para Castillo, resta saber si saldrá debilitado y si tendrá espalda para encabezar la nueva etapa. De lo contrario, empezará la calesita de nombres para sucederlo.
El show del doble discurso para aprobar el acuerdo con el FMI

El Gobierno ya pasó la primera parada en el Congreso para cerrar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Durante una extensa exposición de funcionarios, se encontró rodeado por más opositores que aliados. El columnista económico José Castillo señaló, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, la presencia de Juntos por El Cambio, la izquierda y algunos parlamentarios del Frente de Todos. Sin embargo, faltó Javier Milei y los representantes del kirchnerismo. Si bien el Ejecutivo tendría unos 30 diputados del FdT que no votarían a favor, más un sector del PRO, la izquierda y bloques provinciales; Castillo reafirmó la aprobación del proyecto. Sólo se trata del famoso show del doble discurso. De hecho, el especialista recordó que Máximo Kirchner aseguró que no pondrán palos en la rueda, tras su renuncia a la presidencia de la bancada oficialista en Diputados; mientras que Juntos por el Cambio negocia la división de artículos para apoyar el pago pero rechazar el ajuste. En este contexto, el organismo internacional no se preocupa por las discusiones tribuneras. Pide que le voten el primer artículo en el que autorizan al Estado para cerrar la negociación. El resto será arreglado con o sin apoyo del Parlamento nacional.
Un acuerdo a medio camino

Por primera vez, el Congreso de la Nación tratará el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda de US$ 45.000 millones. Este lunes comienza la discusión en la Comisión de Presupuesto de Diputados, con la presentación del ministro de Economía, Martín Guzmán. El analista financiero, Christian Buteler, repasó los pasos a seguir hasta la aprobación del Directorio del FMI. Desde su perspectiva, es un buen acuerdo en cuanto a los requerimientos, porque son metas cumplibles y ayudará a ordenar la macro. No obstante, se trata de un punto medio entre lo ideal y lo posible para ordenar la economía. En primer lugar, destacó la baja del déficit, que pasará de 3,5 a 2,5 (el año pasado fue de 3 pero estuvo el impuesto a la riqueza). Esto reducirá la emisión de pesos, logrando menos inflación y presión sobre el tipo de cambio. Además, le permitirá conseguir financiamiento. Sin embargo, cuestionó el ajuste sobre los subsidios. Si bien coincidió en sus disminuciones, consideró que el recorte debe ser sobre la política. Para Buteler, es un buen punto de partido la firma del entendimiento, pero sostuvo, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, que le faltan reformas que la Argentina deberá sumar. El problema es que no hay consenso para avanzar en este momento.
Las sombras del acuerdo con el FMI

Finalmente, el Gobierno de la Nación y el Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmaron, mediante un comunicado, un acuerdo para reestructurar la deuda argentina. El entendimiento será tratado por el Congreso a partir del lunes, con la presencia del ministro de Economía, Martín Guzmán, en la Comisión de Presupuesto. En este contexto, el columnista económico, José Castillo, dejó de lado las luces que intenta mostrar el Ejecutivo e hizo foco en las sombras del acuerdo con el organismo internacional. «Me gustaría ver las planillas del memorándum y no están. Podría decir que es sospecho que todavía no las hayan hecho. No las tiene nadie», señaló. En consecuencia, el economista afirmó que el único interés es su rápida aprobación, al estilo escribanía. «Es el mismo acuerdo que nosotros venimos siguiendo desde hace un mes», expuso. Esto significa que el FMI aprobará el documento en su directorio y después habilitará los fondos para cubrir el vencimiento de marzo. También habrá revisiones trimestrales, cuyas notas marcarán o no la continuidad de la relación, por lo que se cede el control económico. Por otro lado, Castillo indicó la cuestión de las tarifas. Si bien el Gobierno había planteado un incremento del 20% (salvo para sectores de grandes ingresos), ahora planea un número superior para las facturas, tras la retirada de los subsidios. De este modo, la reestructuración sería del 22% para un sector, 40% para otro grupo y otro conjunto de personas sufriría entre el 120 y 200%. «Las empresas no pierden porque se le retiran los subsidios y van los aumentos. El que pierde es el bolsillo del trabajador», marcó. Por último, el especialista se refirió, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, al achicamiento del déficit. La gestión de Alberto Fernández apuesta por un crecimiento económico o mayor recaudación impositiva para evitar la reducción del gasto. No obstante, el acuerdo no contempla ninguna de estas opciones. De esta manera, la única forma de bajarlo es cortar por subsidios y jubilaciones.
Entre la «certeza» del acuerdo con el FMI y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania

Argentina es cada vez más «frágil» ante cualquier conflicto internacional. En medio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la pregunta en qué estadío están las negociaciones con el FMI y si el acuerdo se cerrará.