Una clase política irritada y enfrentada; unida por el ajuste y el pago de la deuda, es descripta por el análisis de Roberto Ruiz.
Es reiterada en la historia argentina la infructuosa intención de darle soberanía al peso. La práctica habitual de echar mano a la caja de la ANSES para subsanar desequilibrios de liquidez se ha vuelto un recurso lógico para gobernar. Sin embargo, lo que se hace notar aquí, es la agrietada función del periodismo que mide con doble vara la información que replica. A veces, en pos del oficialismo, otras en pos de la crítica en virtud de la república y los derechos humanos.
Pero la actualidad impone el tema de la negociación de la deuda y el ajuste. Cuál es el estado de ánimo del periodismo respecto a este tema? Parece que el periodismo opositor avala el ajuste y el pago de la deuda. Por qué? Porque el macrismo y sus aliados sostienen la convicción y la responsabilidad fiscal que el ajuste es el instrumento lógico del equilibrio fiscal, lo aplique quien lo aplique. Lo mismo con la recuperación del poder adquisitivo en el haber jubilatorio. Hoy el gobierno busca la manera de volcar la ecuación a su favor y reforma las reformas que nuca beneficiaron a los “discursivamente” beneficiados.
El momento amerita recordar el pago del aguinaldo en cuotas, el retraso de las negociaciones paritarias matizado bajo el relato de la pandemia que ofrece a la opinión pública la unión homogénea entre oficialismo y oposición en virtud de la emergencia y no de la convicción sostenida al gobernar, algunos por necesidad y los otros por convicción.
América Latina tiene un promedio de inversión del PBI no menor que el 6% en ayuda social en tiempos de emergencia sanitaria, sin embargo, Argentina alcanza solo un 3.5% del producto bruto a pura emisión monetaria, convirtiéndose en una ayuda licuada de un valor real menor al nominal. La economía es un factor político en el arte de gobernar.