Hay tres grandes apuestas del Gobierno sobre desarrollos de recursos nacionales, con una idea de que si se llevan adelante, Argentina podría tener una nuevas «pampas». Una de las más grandes es Vaca Muerta y sigue la exploración offshore y el litio.

Uno de los caballitos de batalla del Gobierno es Vaca Muerta, porque es uno de los yacimientos más grandes de gas y el tercero de petróleo. Pero allí hay un gran saqueo de empresas transnacionales que dejan muy poco al país. A su vez, tampoco se respetan los estándares mínimos de control ambiental. Y otro de los puntos tiene que ver con los puestos de trabajo. Los trabajadores tienen un convenio colectivo de trabajo de «ultraflexibilización», no solo en cuanto a lo salarial, sino también en la seguridad laboral, ya que fallecieron varios operarios.

En ese sentido, el economista José Castillo planteó que hay que ver si el gasoducto va a solucionar el problema energético argentino y si, como está proyectado, se va a finalizar en junio de este año. Actualmente, el único beneficiado con el gasoducto es Techint.

Respecto del desarrollo del litio, las experiencias en otros países demuestran que lo primero que se hace es nacionalizar el recurso y, a partir de allí, desarrollan una línea productiva. Sin embargo, Argentina lo que hizo fue dar lugar a empresas mineras internacionales para que extrajeran el litio, y se quedó con unos pocos dólares, pero sin desarrollo productivo. 

Ahora bien, Castillo explicó que lo que habría que hacer es estatizar el yacimiento y establecer una línea de trabajo: con las comunidades que se encuentran en la zona, con control ambiental y valor agregado. Esto último implica que Argentina no sea «proveedor bobo» de litio, sino que pueda desarrollar una industria que realice, por ejemplo, pilas.