Nagorno Karabaj, una región en disputa entre Armenia y Azerbaiyán, fue protagonista de las noticias internacionales tras el éxodo masivo de armenios ortodoxos de la región hacia Armenia, para huir de las fuerzas militares de Azerbaiyán. Según autoridades armenias, más de 100 mil pobladores huyeron de la zona desde el pasado 24 de septiembre y la ONU ya concluyó que la mayoría de los habitantes abandonaron efectivamente la zona. Tobías Belgrano, analista de política internacional, explicó los orígenes del conflicto: “es una zona que históricamente perteneció a Armenia, pero en 1923, cuando ambos países pasaron a formar parte de la URSS, pasó a administración azerí; como todos estaban dentro de la URSS, un poco la tensión entre ambas naciones se disolvió porque existía un poder central”.
Sin embargo, el especialista detalló que, una vez que cayó la Unión Soviética en 1991, los armenios de Nagorno Karabaj declararon su independencia de Azerbaiyán y se anexaron a Armenia: “ahí explota una guerra en 1994 con muchos muertos y desaparecidos, y termina con una mediación de Rusia, que logra supervisar la paz de la zona hasta 2020, año en que se reanuda la guerra con una victoria de Azerbaiyán”, relató Belgrano en diálogo con FRECUENCIA ZERO. A partir de la guerra de Ucrania, Rusia ya no le otorgó prioridad a la región y no pudo garantizar la paz, por eso los armenios ortodoxos comenzaron a huir a Armenia por temor al accionar de las fuerzas azeríes.
En este contexto, el analista internacional especificó que la Unión Europea “está del lado de Azerbaiyán, lo cual es un grave problema para los armenios”. Las razones del apoyo diplomático recaen en la invasión a Ucrania y las consecuentes sanciones a Rusia: “después que se cae el suministro de gas ruso para Europa, son los azeríes los nuevos proveedores de gas y Azerbaiyán usa esa situación para presionar”, agregó.