El drama de no tener un techo en la Argentina

Según datos de la Fundación Tejido Urbano, en 2024 se construyeron alrededor de 11 mil viviendas en el país. Las provincias de Córdoba y Santiago del Estero sumaron el 30% de las casas adjudicadas, mientras que Santa Cruz, Tierra del Fuego y Neuquén solamente el 2%. Sin embargo, la política habitacional sigue en crisis y aseguran que el déficit sigue siendo de 3 millones y medio de viviendas. En diálogo con FRECUENCIA ZERO, Fernando Álvarez de Celis, titular de la Fundación autora del informe, resaltó que “Argentina tiene, de sus 5 estratos económicos, 4 con problemas de vivienda”, con lo cual planteó que uno de los principales problemas de los argentinos es el acceso a un techo: “las políticas de vivienda han fracasado porque el dinero del Fondo Nacional de Vivienda (FONAVI) no cubre el déficit habitacional; estamos viendo el retiro del Estado Nacional y el fortalecimiento del rol de las provincias en la construcción de casas”, describió. En cuanto a la Ciudad de Buenos Aires, el especialista detalló que el año pasado “no se entregó ninguna vivienda”, aunque sí encabezó el ranking de escrituración social con un total de 2.571 escrituras firmadas, es decir, el 15,94% del total. Esto ocurrió a partir de programas de regularización dominial y de crédito para el acceso al alquiler y refacción, además de los créditos hipotecarios entregados por el Banco Ciudad.
Volvieron los créditos hipotecarios en Ciudad

El Banco Ciudad volvió a lanzar créditos hipotecarios, por primera vez en 5 años. Se trata de dos líneas: por un lado, un crédito general con actualización de Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) más una tasa del 5,5% y, por el otro, una línea diferencial UVA más una tasa de interés del 3,5% para primera vivienda en el microcentro, dentro del perímetro entre Av. San Juan, Av. Entre Ríos, Av. Santa Fe, Av. Alem y Av. Paseo Colón. “El Banco volvió a otorgar créditos principalmente por la estabilización de la inflación; era muy difícil dar créditos a largo plazo con una dinámica inflacionaria tan alta como la de los últimos años”, señaló Matías Hirschmann, gerente de marketing de Banco Ciudad. En diálogo con FRECUENCIA ZERO, el vocero resaltó que “ya hay más de 10 mil interesados en los créditos” y aclaró que “no es solo para empleados en relación de dependencia, sino que cualquier persona que tenga monotributo, sea autónomo o responsable inscripto también puede acceder”. Además, comentó que se pueden sumar los ingresos familiares y que la cuota no podrá superar el 25% del ingreso: “si hablamos de un crédito, por ejemplo, de USD 70 mil, estaríamos hablando de un ingreso familiar necesario de 1 millón 300 mil pesos mensuales para poder ingresar”, agregó. En cuanto a los salarios, el representante de Banco Ciudad opinó que “tienen todo para empezar a recuperarse y ganarle a la inflación, tal como ocurrió en abril con el salario registrado privado”. De esta forma, “le irán ganando hasta poder estabilizarse”. Por último, despejó dudas respecto de la sostenibilidad del crédito por la actual situación económica: “si llega a haber algún problema, el banco ofrece la posibilidad de extender el plazo, que actualmente es de 20 años, como seguro de cobertura para que la cuota no gane peso sobre el ingreso de la persona; en esos casos, se va a extender el plazo y bajar la cuota”.
Alquiler social en Argentina

El Congreso de la Nación está discutiendo la modificación a la Ley de Alquileres, la cual contempla en tres de sus artículos la creación de un Programa Nacional de Alquiler Social. Sin embargo, tres años después de sancionada la ley original, nunca se implementaron políticas en relación a dicha problemática. “Hablamos de un modelo de acceso a la vivienda para personas en situación de vulnerabilidad, que por diferentes motivos no pueden acceder a un alquiler de forma tradicional; es un tema que no se habla y no se pone en discusión”, expresó Juan Juri, vocero de la organización “Hábitat para la Humanidad Argentina” y organizador de la 1° Jornada de Alquiler Social en el país. En diálogo con FRECUENCIA ZERO, el activista explicó que las políticas de alquiler social deben estar enfocadas en grupos tales como adultos mayores, familias que viven en la informalidad laboral, desempleados o hasta mujeres víctimas de violencia de género que no tienen dónde vivir, entre otros. “Para alquilar se pide garantía o meses de depósito y son barreras de acceso porque muchos no las pueden cumplir, por ejemplo cada vez menos gente es propietaria y es difícil adquirir garantía de propiedad”, sostuvo Juri, quien afirmó que “Argentina es un país con alto déficit habitacional”, donde se registran “más de 600 mil hogares sin ingresos en blanco”. En cuanto a la Jornada de Alquiler Social, el vocero de Hábitat para la Humanidad Argentina comentó que se contó con la presencia de representantes de La Libertad Avanza, Juntos por el Cambio y Unión por la Patria: “la realidad es que hubo coincidencia entre las tres fuerzas sobre la necesidad de implementar una política de alquiler social; obviamente va a haber diferencias en cómo implementarla, pero para nosotros fue un logro poder llegar a ese acuerdo”, resaltó.
«Sin construcción, se genera el déficit habitacional»

La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) aprobó los convenios urbanísticos enviados por el Poder Ejecutivo porteño y que incluían al proyecto de la Costanera Sur. El terreno, ubicado entre el barrio Rodrigo Bueno y la Reserva Ecológica, le corresponde a la empresa IRSA. Y, en efecto, la idea oficial es hacer construcciones allí. No obstante, diferentes organizaciones proponen la implementación de un parque público allí; y acusan al Gobierno de la Ciudad de querer establecer un nuevo Puerto Madero. Por su parte, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, el arquitecto y editor en jefe de la revista Pliego, Juan Ignacio Kinder, detalló que, al no construir, se generaba el déficit habitacional del que, según él, se quejaban diferentes sectores políticos. Al mismo tiempo, remarcó que había edificios que necesitaban la protección histórica y no la tenían. Pero advirtió que la gobernación debía otorgarles otro terreno a los desarrolladores inmobiliarios si prohibía las demoliciones. Además, recalcó que la instalación de un barrio privado estaba prohibida por la Constitución porteña. En esa línea, Kinder recalcó que la discusión tenía que basarse en el control del patrimonio y que la conservación de lo patrimonial no podía separase de la crisis de vivienda. En consecuencia, subrayó que aumentaban los countries por una falta de infraestructura y debido a que los ciudadanos se sentían más seguros en esos predios. Asimismo, el especialista destacó que el Estado y el sector privado debían funcionar de manera coordinada. Y planteó que era un error pensar que las familias no podían hacer hogares por sí mismas. Además, finalmente, señaló que los arquitectos, al llevar cabo un proyecto, moldeaban el futuro de otras personas.
El Estado garantiza los negociados y no las viviendas

Diferentes encuestadoras confirmaron que un 38% de la población de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) alquilaba una vivienda. A su vez, en CABA, hay 3.075.000 habitantes. Un 50% es propietario de un hogar y el restante 12% vive en lugares prestados. Por su parte, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, el periodista y conductor del programa «Los locos de Buenos Aires», Roberto Ruiz, destacó que CABA era el distrito del país con más inquilinos; y que la población pensaba que el Estado no debía intervenir, cuando, según él, sí debía hacerlo. No obstante, subrayó que la Nación estaba presente para garantizarles negociados a los amigos de los funcionarios. Asimismo, Ruiz resaltó que el mundo les colocaba impuestos a quienes más propiedades tenían; y ejemplificó con el caso de España. En ese sentido, el analista detalló que la expropiación implicaba el pago del valor del bien. Al mismo tiempo, remarcó que los alquileres no podían costar $50.000 con sueldos de $50.000. Y reveló que había 138.329 espacios sin habitar, en base a un estudio del uso de la luz realizado en 2019.
«Comparar a Argentina con Alemania es un delirio»

El 56,5% de los berlineses votó a favor de la expropiación por parte del Estado, por sobre el 38,8% que rechazó la medida, en la misma jornada de las elecciones nacionales. De las 3.763 mesas, se escrutaron 3.380. El referéndum obtuvo 717.363 electores; por lo que superó el piso mínimo para su validación, que era de 611.900. No obstante, el plebiscito no es vinculante. Por su parte, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, la economista Iris Speroni advirtió que la comparación entre Argentina y Alemania era «delirante»; y que, en el sector oriental del país europeo, el Estado alquilaba viviendas y los edificios carecían de mantenimiento. Al mismo tiempo, Speroni señaló que, tras la caída del Muro de Berlín, la Nación les había cedido las propiedades a tres empresas. Así también, indicó que, tras el freno en las construcciones durante la administración de Ángela Merkel, había habido una presión en el mercado y las firmas subieron el precio. En ese sentido, la especialista aclaró que los ciudadanos no eran propietarios de sus casas, y que los gobernantes no habían impulsado que la población tuviera sus propiedades. En consecuencia, resaltó que las compañías se veían beneficiadas porque no habían invertido y recibirán el dinero estatal. Por otro lado, la analista sostuvo que, en Argentina, la población tenía la cultura de la casa propia y había 300.000 hogares vacíos por diferentes situaciones. A la vez, destacó que las construcciones hechas por el sector público eran deficientes y representaban un negociado para la clase política. Además, Speroni aseguró que la Ley de Alquileres colocaba un impuesto de un 1,5% a los dueños; lo cual, según ella, implicaba el pago de un alquiler más para los inquilinos por adelantado.
Denuncian que el IVC ha subejecutado el presupuesto para barrios populares

Leonardo Lucchese, integrante la Junta Comunal 15, denunció que la Ciudad entre el año 2020 y el 2021 recibió más de 53 millones de dólares para obras que debían realizarse en el barrio Rodrigo Bueno, en la Villa 20 y en Villa Fraga. “La verdad que esas obras no llegaron. Esas obras estaban pensadas para lo que debían ser obras de gas, agua, cloacas, red pluvial y red eléctrica, en busca de la urbanización del Playón de Fraga en Chacarita”, contó el comunero. A su vez, detalló: “Lo que tenemos entendido, y por los números, es que el IVC ha subejecutado su presupuesto. Y, además, se debían construir más de 650 nuevas viviendas; y nada de eso se vivió hasta la fecha”. Según el Presupuesto 2021, el dinero destinado a invertir en los barrios populares para la reintegración, integración y transformación de villas durante este año es de 4.430 millones de pesos. Repartido en trimestres, tendrían para gastar la cuarta parte, que serían unos 1.100 millones de pesos. Sin embargo, hasta ahora solo se comprometieron 577 millones, de los cuales se gastaron 349 millones de pesos. Asimismo, el Lucchese aseguró que están solicitándole al Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) una reunión para saber qué es lo que pasó con el dinero que no se utilizó, dado que los barrios señalados al principio necesitan que llegue la urbanización. Cabe destacar que la lentitud y la forma en que se hará la entrega de nuevas viviendas son otras de las preocupaciones que quieren plantearle al IVC.
A 10 años de la relocalización, exigen condiciones dignas de habitabilidad

Legisladores del Frente de Todos presentaron en el Parlamento porteño un proyecto de declaración para que la casa exprese su preocupación sobre la falta de gas natural en el complejo habitacional «180 viviendas». Se trata de las viviendas ubicadas en las avenidas Fernández de la Cruz y Lacarra, del barrio de Villa Soldati, en la Comuna 8, donde fueron relocalizados vecinos del asentamiento Luján. El estado general de las edificaciones, que fueron creadas hace 10 años, “no dista mucho de las viviendas sociales y de los complejos habitacionales construidos por el Instituto de la Vivienda, donde se muestra la falta de decisión política de acompañar a los sectores populares en el acceso a un hábitat digno”, sentenció Nayla Loitegui, integrante de la Junta Comunal. Si bien uno de los puntos del proyecto presentado en la Legislatura tiene que ver con la ausencia de instalaciones que permitan la conexión al gas natural, la comunera aclaró que otras cuestiones que se plantean son las obras inconclusas, “como los huecos para ascensores”, la falta de mantenimiento de “los tanques de agua, la limpieza de estos y la inexistencia de una tapa para evitar que haya suciedad y bacterias”, entre otras cuestiones. Asimismo, Loitegui destacó: “Hay una falta de inversión del Gobierno de la Ciudad en estos complejos habitacionales, que son viviendas sociales destinadas a sectores populares. Y, además, estamos hablando del caso –el de las 180 viviendas– de un grupo de familias que ya han atravesado muchísimas vulneraciones. Y se supone que una relocalización a una vivienda tiene que ser en condiciones dignas para garantizar esos derechos que han sido históricamente vulnerados”.
Sigue en aumento el valor de los alquileres en CABA

Los alquileres subieron un 71% los últimos 12 meses, según un informe mensual que realiza un portal web dedicado a la compra/venta de propiedades y alquileres. En el desagregado de los datos, podemos conocer que en la Ciudad de Buenos Aires el costo de renta de un departamento, casa, PH, local, etc., continúa en aumento, ya que el primer semestre del año creció un 22,5%.En cuanto a los barrios, Puerto Madero es el más caro con un valor promedio, por un dos ambientes, de $75.235 al mes. En un segundo lugar, se ubica Palermo ($44.559) y luego Núñez ($43.870). Los barrios que representan los alquileres más económicos son La Boca ($31.254), Liniers ($29.471) y, por último, Lugano ($20.318). Federico González Rouco, economista especializado en políticas públicas de vivienda, atribuyó el aumento de los últimos 15 meses a tres factores: la recuperación del sector que venía atrasado respecto de la inflación, el resultado luego del congelamiento de precios por DNU y la Ley de Alquileres. Rouco explicó que los dos últimos ítems generaron que a lo largo de 6 o 7 meses hubiera muchísima incertidumbre sobre qué iba a pasar con los alquileres y con el mercado inmobiliario, en un momento en el que, encima, el dólar estaba muy inestable, con momentos de mucha volatilidad. Y esto se terminó viendo en los valores, porque no se sabía lo que iba a ocurrir. El principal componente en el que se podía mostrar alguna respuesta era en el valor inicial.