Redescubriendo la Ciudad

Malena Rosemberg es coordinadora de Ronda Cultural, una asociación civil que promueve el acceso a la cultura a través de distintos paseos urbanos. En diálogo con FRECUENCIA ZERO compartió distintas propuestas para conocer muchos lugares y hechos interesantes de la historia de nuestra ciudad. Buenos Aires es una ciudad llena de secretos y maravillas por descubrir. Sus calles, edificios y cada rincón tienen historias por contar. Desde Ronda Cultural intentan que cada vez sea más gente la que pueda disfrutar de todo esto: “Nosotros promovemos derecho de acceso a la cultura, somos una organización autogestiva, una plataforma de desarrollo profesional para jóvenes. Venimos de distintas carreras del campo de las ciencias sociales, las humanidades, el arte y la cultura, realizamos distintas actividades dentro del campo de la cultura adaptándolo para distintos tipos de público”. Dentro de todas las acciones que realizan, la que define por excelencia a esta asociación son los paseos culturales: “Son recorridos guiados y caminados en la Ciudad o el conurbano bonaerense, donde conectamos distintos puntos culturales como museos, teatros, bibliotecas. Lo hacemos a partir de relato interdisciplinario, que es abierto y se completa con el público. La idea es invitar a la participación, relacionar lo que hay dentro de los museos con nuestra vida cotidiana. Queremos despertar la curiosidad por lo que nos rodea y que por la vorágine del día a día no podemos apreciar. No es algo enciclopedista, todo esto es una experiencia para disfrutar, para compartir”, describe Malena Rosemberg. En relación a lo que vienen preparando para el 2023, la coordinadora señaló: “A partir del domingo 15/1 empiezan las inscripciones para el primer paseo del año, que será el sábado 21/1, que se llamará ‘Utopía’, que unirá la Biblioteca Nacional con el Museo Nacional de Bellas Arte. El que le sigue se llama ‘Mujeres’, es un recorrido por Puerto Madero, salimos del Monumento de Juana Arzuduy, damos una vuelta por el barrio y visitamos el Museo de ARA Sarmiento. Después todo los sábados en continuado salimos a pasear por la Ciudad. Son grupos reducidos, de 30 personas, por eso es importante que se inscriban con anticipación”. Para participar e inscribirse en los paseos, se puede hacer a través de las redes sociales de Ronda Cultural Instagram y Facebook.
Un amor natural

Nicolás Baca Castex es director de la Fundación Regenerar, una organización civil sin fines de lucro que trabajo por el desarrollo sustentable y promueve la educación ambiental. Entre sus proyectos más exitosos se encuentra el de “Botella de Amor”, una iniciativa para recuperar plásticos que comenzó en las escuelas y se extendió a toda la sociedad. Todo camino comienza con un objetivo que marca el rumbo. Así fue cómo un grupo de jóvenes preocupados por la creciente contaminación y el futuro del medio ambiente decidió hacer algo para cambiar las cosas: “La fundación surge hace 12 años. Empezamos separando botellitas en una casa, de ahí empezamos a crecer cada vez más. Luego tuvimos una planta de recuperación de residuos, seguimos con la educación ambiental y luego nos metimos con el tema del cambio climático. En ese momento no había programas del Estado ni privados para recuperar los residuos que generábamos y muchas empresas estaban en la misma pero no sabían cómo hacer. Entonces pusimos manos a la obra para hacerlo nosotros”, rememoró el actual director de la fundación en diálogo con FRECUENCIA ZERO. A medida que avanzaban con distintas propuestas, tuvieron ideas que calaron hondo en la conciencia ecológica de la población y trascendieron sus fines originales: “Nos dimos cuenta que la educación ambiental podíamos llegar a mucha más gente. Con el programa ‘Botella de Amor’ empezamos a fines de 2017. La idea era darle reciclabilidad a cierto tipo de plástico que no tiene valor en el mercado en Argentina, como botellas de un solo uso y envoltorios. Al ponerlos dentro de la botella y compactarlos, tiene más sentido la logística y se generaba un nuevo valor. El proyecto empezó yendo a las escuelas, proponiéndolo a los docentes y chicos para que lo hagan, luego paso a toda la gente. En este caso, los chicos fueron quienes nos enseñaron a los grandes” detalló Baca Castex. En la actualidad son varios los proyectos y actividades que se impulsan desde la Fundación Regenerar para concientizar, asistir y promover el tema del cuidado ambiental al mismo tiempo que se plantea que el desarrollo sostenible es viable: “Nos basamos mucho en la educación ambiental. Tenemos publicadas guías de buenas prácticas ambientales como compostaje, huerta urbana, ahorro de energía, de agua y montón de cosas más en nuestra página. Diferentes programas de recuperación, un eco punto en Munro, trabajamos en la recuperación de madera de pallets que se transforman en huerteras por el trabajo de los internos de la unidad 47 de San Martín, en la carpintería del penal. Además tenemos un ciclo de charlas sobre temas ambientales por zoom y por último el programa de educación ecológica en escuelas, al que también se puede acceder desde todo el país vía online”, enumera el referente de la organización. Para conocer más sobre los distintos proyectos y puntos de recepción del programa ‘Botella de Amor’ se puede visitar la página de Fundación Regenerar.
Una motivación sin límites

Omar Pochettino, presidente de FABA (Federación Argentina de Básquet Adaptado), habló sobre la importancia del deporte en la inclusión de las personas con discapacidad, además de cómo trabajan para que el básquet adaptado siga elevando su nivel de competencia y creciendo en todo el país. Siempre se dijo que hacer deporte tiene múltiples beneficios para el bienestar físico y mental. En el caso de las personas con discapacidad, más allá de esto, aporta valores tan importantes como la superación personal, la perseverancia, el trabajo en equipo y muchos otros aspectos más; lo que mejora considerablemente la autoestima a nivel general. El presidente de FABA comentó en diálogo con FRECUENCIA ZERO cuál es el trabajo que llevan adelante día a día para que más personas puedan tener la posibilidad de acercarse al deporte: “Nuestra federación agrupa a los clubes que realizan deporte de alto rendimiento en el país. En este momento, tenemos asociados en más de 20 provincias, con varias divisiones. Nosotros lo que hacemos es generar los contactos para brindar sillas de iniciación deportiva. No son las mejores, pero son buenas para probar y ver qué deporte les gusta. Luego, las sillas profesionales, que se hacen a medida y con características específicas, cuestan alrededor de USD 5000. Son sillas muy livianas y con materiales especiales para practicar una disciplina determinada”. Para tener en cuenta las condiciones de las personas que pueden participar en las ligas, el dirigente detalló: “Para jugar al básquet adaptado, se debe presentar una discapacidad motora permanente, no reversible con ningún tipo de tratamiento. En la actualidad, hay 780 jugadores en todo el país. Es una cantidad bastante importante; es el deporte adaptado más popular. En la Federación, confeccionamos las selecciones masculina, femenina y tenemos juveniles también. Y en la Copa América, Argentina clasificó al mundial de Dubái, que se va hacer en junio del año que viene”. En relación con cuáles son los medios económicos para sostener la actividad, Pochettino explicó: “Nosotros tenemos las becas que brinda la Secretaría de Deportes de la Nación y el ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo). Pero lo que es la indumentaria y los traslados, los sustentan los clubes, cada deportista y la Federación, cuando es a nivel de selección. El año que viene tenemos competencias muy importantes como el Mundial, el Panamericano, el Pre-Panamericano y un torneo juvenil. Son varios los desafíos que se presentan”. Respecto al nivel de competencia en el país, el titular de FABA señaló: “Actualmente, tenemos 8 varones y 2 mujeres en ligas europeas, como la italiana. Esto habla del nivel de competencia que conseguimos. Desde la federación, buscamos la manera de conseguir recursos para tener todo lo necesario. Pero sabemos que la situación económica es bastante complicada para que los sponsors puedan sostener una colaboración en el tiempo”.
Impulsando un futuro mejor

El desempleo afecta a alrededor de 1 millón y medio de personas en nuestro país. Esta problemática se focaliza en los sectores más vulnerables de la sociedad. Ante este escenario, Alexandra Carballo decidió crear junto con María Eugenia Sconfienza la Fundación Cultura del Trabajo, para brindar oportunidades a aquellas personas que desean y necesitan trabajar. «La idea surgió cuando estábamos en la facultad. Por nuestras edades, fuimos un poco hijas de la flexibilización laboral de los noventa. Sabemos lo que es que la falta de trabajo… Nos encontramos con una población muy vulnerable que no puede acceder al empleo por muchas razones, que no tienen que ver con la falta de ganas de trabajar (desde falta de crédito en la SUBE, ropa adecuada, un CV adecuado, hasta vivir en la calle). Por eso, creamos un programa de intermediación laboral con alianza de otras organizaciones que asisten a esta población y acercan a las personas para que las acompañemos en el proceso de búsqueda e inserción laboral», describe Carballo en diálogo con FRECUENCIA ZERO. Sobre los casos en los que la organización interviene, la cofundadora de Cultura del Trabajo detalla: «Trabajamos con personas desde 18 años hasta 65 o 70 años. Comúnmente, las vacantes que nos llegan son trabajos que no necesitan tanta calificación, de acuerdo a la población con la que trabajamos, pero no hay una limitante de edad ni de género. Más del 50% son mujeres, por lo que buscamos oportunidades en que puedan articular su rol de madres con esas tareas. Siempre tratamos de hacer un seguimiento, tener una mirada de contención y acompañamiento». Con respecto a la relación con los empleadores, Alexandra Carballo señala: «Todos podemos ser potenciales empleadores. La gente con la que trabajamos ni siquiera está en la lona, como se dice, sino por debajo. Entonces, el simple hecho de escuchar, de dar la oportunidad de una entrevista, todo esto tiene un impacto muy grande. Incluso, de puertas adentro de una empresa, cuando el resto de los empleados conoce las historias, ve cómo cambiaste la vida de una persona. Esta es la única manera de romper con la situación de pobreza: es con el trabajo digno, con la inclusión. Esto es hacer responsabilidad social». Se puede contactar con Cultura del Trabajo a través de sus redes sociales: Instagram y Facebook.
Hablar de cáncer se pone de moda

Analía Boccassini, presidenta de MACMA (Movimiento Ayuda Cáncer de Mama), detalló las acciones que realizan para concientizar sobre esta enfermedad. Particularmente, mencionó el desfile que tienen programado para el 18 de octubre en el Palacio San Miguel con el objetivo de recaudar fondos y seguir visibilizando el tema. Cuando algo no se nombra, se oculta, pero no por ello deja de existir. Con la intención de hablar sobre el cáncer de mama y cambiar la realidad surgió MACMA: una asociación civil sin fines de lucro fundada hace 24 años por María Cecilia Palacios, conformada por mujeres que atravesaron la enfermedad. Su actual presidenta, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, explicó cómo es la dinámica de trabajo para orientar, brindar contención y acompañamiento a las mujeres que se acercan: «Cada grupo está coordinado por una psicooncóloga y por una persona que transitó la enfermedad. En mi caso, la pasé hace 25 años, donde no se hablaba de cáncer: era sinónimo de muerte. Hoy eso cambió. Nosotras hablamos de la detección temprana y de tratamientos adecuados. En mayores de 40 años es importante hacerse las mamografías y los controles periódicos. En las menores de 30 años, también es oportuno hacerse una ecografía mamaria una vez al año. Todo eso salva vidas». Para concientizar, Analía cuenta su experiencia en primera persona: «Yo tenía 38 años, tenía 3 hijos chicos en edad escolar. Cuando me dieron el diagnóstico, lo primero que pensé es: me muero mañana. Ni se nombraba la enfermedad. Luego de ese baldazo de agua fría que te paraliza, me empecé a informar y conocí a MACMA. Entonces, me di cuenta de que no me pasaba a mí sola; cuando tenés a una coordinadora que ya la pasó, hay un espejo donde reflejarte. En grupo y compartiendo la experiencias se hace más llevadero todo el tratamiento, nos vamos acompañando. Cuando terminás el tratamiento, luego de la angustia, disfrutás más de la vida. Disfrutás más de las pequeñas cosas, hasta del aroma de las flores. Ves que podés hacer pequeños cambios interiores que te hacen bien». De todas maneras, en el proceso, hay que enfrentarse a distintas adversidades: «El peor enemigo es el miedo, enfrentarse a lo desconocido. Cuando se habla de quimioterapia, está el temor de perder el pelo, incluso, más que a los síntomas que se puedan sentir. Pero al hablarlo y sentir la contención del grupo, se transita mucho mejor. Hoy las chicas se ponen una peluca; tenemos un banco en la asociación, comparten cómo hacerse el turbante, se animan a salir sin pelo y muchas cosas más gracias a compartir todo el proceso en los grupos. Esto es importantísimo», explica la referente de MACMA. Por todo esto es clave poder visibilizar y hacer que la sociedad tome conciencia sobre el tema: «Nosotras hacemos campañas, hablamos en distintas empresas, damos charlas para testearse y ver si encontrás algún bultito en las mamas, porque la detección temprana salva vidas. Es importante compartir algunas cifras: hay 21.000 casos nuevos por año, 71 casos por cada 100.000 mujeres. De estos, el 75% de los casos no tienen antecedentes familiares y hay un 1% de casos en hombres. Aunque es una cifra reducida, hay que tener en cuenta esto para que se pueda conocer más y hacerse los controles». Una de las acciones más importantes del año será el evento que tendrá lugar el 18 de octubre en el Palacio San Miguel: «Haremos un desfile donde la consigna es ‘Que se ponga de moda la detección temprana‘. Lo emotivo de esto es que allí van a desfilar mujeres que atraviesan la enfermedad, con prendas de diseñadores destacados. Habrá un cierre musical sorpresa. Estamos compartiendo esto que servirá tanto para concientizar como para recaudar fondos; estamos muy entusiasmadas con esto». Para más información, se puede consultar las redes sociales de MACMA y el sitio oficial del desfile.
En marcha para defender la inclusión

En los últimos días hubo un acampe y distintas movilizaciones para reclamar por el atraso en los pagos en las prestaciones de discapacidad. Karina Herrera,referente de AFAPPREI (Asociación Civil Familias, Personas con discapacidad y Prestadores por la Inclusión) se refirió a todo lo que sucede con esta problemática. Las familias de personas con discapacidad viven un tiempo de incertidumbre, se sucedieron distintas informaciones que llevaron a este colectivo a salir a la calle para defender sus derechos. Con respecto al marco legal vigente Karina Herrera señala: «El tema de discapacidad, hay que recalcar que nunca estuvo presente en la agenda pública ni en la plataforma de gobierno ningún partido. En este momento está vigente la ley 22431de 1981, pero hay muchas cosas que nunca se cumplieron. Si vos lees la ley dice que la cobertura tiene que ser integral y hay un PMO (Programa Médico Obligatorio) que detalla lo que debería cubrirse». Para comprender lo que está sucediendo en este momento, Herrera en diálogo con FRECUENCIA ZERO detalló: «En la actualidad lo que pasó es que hubo un retraso superior al que habitualmente hay. Con el proceso inflacionario, se hace más difícil sostener empleados, alquileres y toda la estructura de funcionamiento. Por eso a los profesionales se les hizo complicado afrontar esto. Otra cuestión es la falta de comunicación por parte de las autoridades como la Agencia Nacional de Discapacidad. Al momento de arrancar el acampe, ya sabían que se iba a pagar del 1 al 15. Recordemos que hasta ahora los reclamos ante la Superintendencia por falta de pagos, solamente los pueden hacer las familias. Los prestadores es la primera vez que tienen esta oportunidad, hay que usarla. Los reclamos son estresantes, muy burocráticos pero son necesarios, solo de esa manera vamos a saber quiénes incumplen». También hizo consideraciones sobre los cambios en cuanto a las distintas áreas de cobertura para discapacidad: «Hubo una mala interpretación. El DNU lo que dice es que Educación y Transporte no corresponden a Salud, o sea, de las obras sociales, en eso podemos estar de acuerdo. Lo que leí dice habla de las prestaciones de escuelas privadas por ejemplo, que se ajustan al diagnóstico de cada persona con discapacidad, gasto que se carga a las obras sociales. También está la cuestión del costo del kilómetro en transporte, que lo están pagando $100 y el litro de nafta vale $200, por lo que es imposible cumplir con esto. Una mamá me dijo, no quieren que los niños pobres tengan los mismos derechos que los niños de plata, esto es algo que me dolió mucho, sobre todo en un país como Argentina donde desde hace tanto tiempo venimos trabajando en la inclusión». Por último, analizó los puntos a favor y en contra que se abren con la situación actual, comentando su experiencia personal con sus hijos Julián y Santiago: «Hay muchas cosas que vienen funcionando mal desde hace mucho tiempo. Pero si tenemos un gobierno que abre una mesa de trabajo hay que aprovecharlo. Porque habiendo leyes, tenemos que andar haciendo amparos para que se cumplan los derechos. Por ejemplo, yo fui víctima de violencia de género, llevo 6 años tratando de que mi hijo tenga las terapias que necesita, no lo puedo lograr porque me piden los papeles del titular, que hace 6 años que gracias a Dios no lo veo, pero pude avanzar en algunas cosas porque si no me quieren tomar los trámites aviso que voy a hacer la denuncia a la fiscalía, entonces los aceptan. Pero hay mucha gente, que viene con situaciones vulnerables que no conoce estas herramientas. Lo mismo pasa con la gente de las provincias, que si su jurisdicción no adhiere tienen que venir hasta la capital». Se puede contactar con AFAPPREI a través de Facebook y directamente con Karina Herrera a través de su Instagram.
Los libros de la buena memoria

Sergio Lichtenzveig, co-autor junto a Melisa Correa del libro “Manolo estaba en las armas”, comentó en comunicación con FRECUENCIA ZERO cómo surgió la idea de escribir sobre José Manuel Diéguez, un maestro desaparecido en la última dictadura militar, para recordar lo que sucedió y mantener viva su historia. Una forma de evitar que vuelvan a suceder las atrocidades ocurridas durante la dictadura más sangrienta que hubo en nuestro país es mantener activa la memoria, repasar la vida y los sueños de quiénes fueron sus víctimas. Con este propósito, Sergio y Melisa se abocaron a la tarea de investigar que docentes habían desaparecido en su distrito para contar su historia: “José Manuel era un pibe de 22 años cuando lo desaparecen. Era maestro en la Escuela 10 DE 8 (Parque Chacabuco). En un acto del 24 de marzo de 2017 a un grupo de compañeras se les ocurrió buscar si había docentes desparecidos en el distrito escolar de Caballito. En el archivo de la memoria encontraron la historia de José Manuel y todo eso terminó en un libro”. Para presentar todo los hechos, se basaron en todo el trabajo que se lleva adelante en la escuelas en relación a la memoria sobre la última dictadura militar: “El libro es un cuento donde relatamos el encuentro con Celia (la única compañera que pudimos encontrar de José Manuel, en el archivo del Mariano Acosta) con chicos de 5º, 6º y 7º grado. De a poco fuimos llenando el relato con más detalles, contamos la historia de cómo se llegó a este relato. A mí se me ocurrió ilustrarlo porque es algo que me gusta hacer y luego Paula Bombara le hizo el prólogo. Ahí teníamos el libro, que con mucho esfuerzo decidimos editar”. Un tema interesante es conocer cómo los docentes trabajan contenidos para reflexionar junto a los chicos y chicas de la escuela primaria sobre los hechos ocurridos durante la dictadura : “La forma de trabajar es muy variada. Para el 24 de marzo, a partir del grado en el que estén y el ciclo que te corresponda, se empieza a planificar que hacer y desde donde enfocarlo. En el primer ciclo, para los más chiquitos trabajamos con los libros prohibidos, los leemos, contamos de los autores y a partir de ahí empezamos a trabajar sobre la idea de censura, porque había gobiernos que prohibían cosas. Siempre la idea es trabajar con las fuentes primerias, adaptarlas según el nivel, pero mostrarle con pruebas, con documentos como hacen los historiadores que eso existió”. Para los grados más grandes, se pueden abordar materiales más complejos: “Trabajamos para ver cómo el gobierno militar presentaba distintos acontecimientos en medios de comunicación, periódicos, imágenes para hacer una lectura crítica. Esto permite leer cualquier información con una postura crítica que sirve para cualquier época, algo que hacen las ciencias sociales. Otra herramienta es la literatura, una novela, un cuento. Esa es otra manera interesante de abordar el tema, por ejemplo hay un texto de Antonio Skármeta que cuenta sobre la dictadura chilena y ahí los chicos van haciendo preguntas, sobre esas preguntas podemos volver a las fuentes históricas. Son disparadores para aprender sobre lo que queremos enseñar, que es lo que pasó en la dictadura”. Para más información sobre el libro “Manolo estaba en las armas” se puede acceder al Instagram de la editorial que crearon especialmente para poder imprimirlo y distribuirlo: @budín_de_punk .
La esperanza de un barrio más verde

María Elena Rubio, integrante de Colegiales Participa y Decide, en comunicación con FRECUENCIA ZERO comentó la lucha que vienen sosteniendo para que el playón ferroviario sea destinado a un parque cultural y recreativo para el barrio. El barrio de Colegiales es una de las zonas más afectadas por la falta de espacios verdes: con una población de 52.551 personas en una superficie de 2,3 km2, tiene solo 0,7 m2 de espacio verde por habitante; cuando, por ejemplo, la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda 9 m2. Ante este panorama, los vecinos están expectantes por el llamado a licitación para el primer tramo del parque dentro del playón ferroviario: “En realidad, nosotros nos reunimos con Regeneración Urbana para saber las característica del proyecto y conocer los detalles del conjunto de las licitaciones, sobre todo, los estudios de impacto ambiental. Notamos que la información era sobre los edificios que se están construyendo y no sobre el total de las edificaciones del área. Por eso, nos tomó por sorpresa que todavía no tuvimos acceso a la información exacta y ya haya habido un llamado a licitación», puntualiza Rubio. Para conocer un poco la historia de este predio que la comunidad espera que se destine a un parque, María Elena repasa: «En 2016 se promulgó una ley, la 5875, para que estos terrenos salieran a subasta. Se subdividieron en 9 lotes y se subastaron 4. Ya desde ese momento juntamos más de 4000 firmas para pedir el parque. El resto de los terrenos, como fueron entregados luego del período que habilita la Constitución, es decir, Macri no los podía entregar luego de perder las PASO, los vecinos luego de reunirse con AABE (Agencia de Administración de Bienes del Estado), lograron que presente un amparo. Nosotros presentamos un proyecto de ley para que se dicte que esta zona sea ‘Urbanización Parque’ y que no se puedan disponer esas áreas para el uso privado, que garanticen el arbolado y la preservación del ambiente. También, pedimos que todos los vagones y depósitos se dediquen a uso cultural. Nos duele tremendamente que esos edificios, que son como monstruos de 9 pisos que se van a instalar ahí, van a obstaculizar toda la visual y la luz de edificios más bajos, además de privar de espacios verdes al barrio». Otra de las cuestiones a tener en cuenta es cómo es el modelo de gestión que proyectan los vecinos, donde se integran tanto a la comunidad del barrio como al GBCA y autoridades del ferrocarril: “También pedimos conformar una mesa de trabajo con el ferrocarril. Porque antes se podía pasar hacia las calles Moldes o Crámer fácilmente. Ahora el puente quedó dentro del andén. Por lo que los transeúntes deben pasar por el molinete para cruzar las vías. Esto lo tiene que resolver el ferrocarril, el tema de accesibilidad”. Por último, desde el colectivo Colegiales Participa y Decide, también tienen en cuenta otras experiencias de gestión asociada como ejemplo de que este modelo puede funcionar perfectamente: “Para nosotros, es fundamental tomar experiencias como la del Parque Avellaneda, de gestión compartida, para demostrar que esto se puede aplicar. No se puede hablar de participación sin integrar a los vecinos. De otra manera, hay un doble discurso”.
Sembrando una vida más digna

Laura Aquino, integrante de Vida Solidaria, una ONG sin filiación política, económica ni religiosa que se dedica a distintas actividades para ayudar a gente en situación de calle, habló con FRECUENCIA ZERO sobre todo lo que impulsan para encontrar una solución a esta problemática. Hoy más que nunca, luego de los estragos de la pandemia, es necesario ponerse en acción y agudizar la empatía para ayudar a las personas que más lo necesitan. Así lo entiende Laura Aquino, directora de ecología de Vida Solidaria: “Lo que nos diferencia es que apostamos muchísimo a la ecología para apoyar los trabajos que hacemos en calle. Y apostamos también a que la gente pueda salir de la calle, darles ese empujoncito que necesitan para reinsertarse en la sociedad”. En relación con la mirada ecológica que incluyen dentro de la ayuda social, Aquino detalla: “En el tema de la ecología, tenemos en cuenta que no solo es importante reciclar, sino también reutilizar. Por eso le pedimos a la gente que guarde bandejitas de plástico, cubiertos, vasos descartables, potes de plástico; que los laven y los traigan a la sede para que podamos servir ahí la comida para la gente en situación de calle. También juntamos sachets de leche y yogur que, cortados y unidos de una determinada manera, sirven para hacer mantas térmicas que llamamos BITE (Bolsas Impermeables Térmicas Ecológicas). Consideramos que salvan vidas, porque en una noche de lluvia o mucho frío, poder cubrirse, meter el colchón y demás cosas ahí es una diferencia. Esto lleva mucho trabajo detrás: desde la gente que junta los sachets, quienes los cortan y cosen, hasta los voluntarios que reparten. Es algo muy importante”. Más allá de los trabajos en la calle, que además de la asistencia buscan la reinserción social, también desde Vida Solidaria se comprometen con el medioambiente: “Hoy en ecología estamos plantando árboles nativos en el Parque Quinquela Martín de La Boca, junto con otras organizaciones y los vecinos. Yo empecé en Vida Solidaria porque vi que en pandemia siguieron cuando muchos pararon, a pesar del miedo y todo lo que sucedía. Ahora estamos haciendo todo lo posible para sacar no solo a personas aisladas de la calle, sino también a las familias. Obviamente, esto no lo hacemos solos, tenemos el apoyo de vecinos, con donaciones y su tiempo. Las personas en situación de calle necesitan mucha escucha, acompañamiento, además del abrigo y el alimento. El tema que tenemos como desafío es cómo hacer para que no vuelvan a la calle; cómo conseguirles un empleo, un ingreso. La indiferencia duele, la sufren todos los días. Cuando uno charla, los hacés visibles, les devuelve la calidad de personas”. Para conocer todos los proyectos de Vida Solidaria y las maneras de colaborar, se pueden visitar sus redes sociales: Instagram/vidasolidaria/ y Facebook/VIDASOLIDARIAARGENTINA/
Educando con el ejemplo

Roque Labriola, integrante de Argentina Ayuda, comentó en diálogo con FRECUENCIA ZERO el trabajo que viene llevando adelante esta organización que trabaja para construir escuelas y ayudar comunidades originarias del nordeste del país. Todo empezó con un viaje y con corazones abiertos a las necesidades de los demás. Roque comenta como surgió el proyecto que sostienen desde hace tiempo para llegar con una ayuda a los lugares más recónditos de Argentina : «Somos alrededor de 20 integrantes. Hace 15 años empezamos en el Impenetrable con una escuelita y ahora estamos enfocados en Formosa, es la tercera escuela que estamos haciendo. Este proyecto lo arrancó mi señora con unas amigas. Primero enviaban donaciones por correo, luego empezamos a viajar. Cuando vimos las necesidades que había, que las escuelas no tienen luz, no tienen agua, son troncos con un nylon arriba, nos empezamos a comprometer más con toda esta realidad y generar un cambio «. Más allá de las donaciones y todo el esfuerzo que representa construir una escuela, poder tener servicios fundamentales como el agua y muchos avances más, Roque remarca que nada tendría sentido sin el compromiso de las educadores: «La vocación de los docentes es impresionante. Por ejemplo, Nieves está en la escuela de Formosa que hicimos ahora. Ella tenía que caminar 17 km para llegar a la escuela, si llovía se tenía que quedar ahí. Después le pudimos mandar una bicicleta y ahora se pudo comprar una moto. Los docentes llevan adelante varios grados, ahora le pusieron maestros en lengua wichi para que los puedan ayudar. A pesar de todas las dificultades, vemos que ponen todo para arreglarse y dar clases». Por último, el integrante de Argentina Ayuda, comparte todas las maneras y puntos para colaborar con el proyecto: «Tenemos varias sedes, en Parque Avellaneda, en Morón, en Belgrano, El Palomar, hasta en Entre Ríos. Toda la información está en nuestro Facebook ArgentinaAyuda , ayuda mucho toda las donaciones que nos puedan acercar. Sin toda la gente que nos da una mano y nuestros amigos que donan desde Estados Unidos, sería imposible hacer todo lo que hacemos».