El conflicto en Misiones no se detiene

Tras casi una semana de protestas de trabajadores estatales en reclamo de aumento salarial, el gobierno de Hugo Passalacqua anunció el cierre de negociaciones y el depósito de haberes con aumentos no acordados para el próximo 30 de mayo. En este contexto, la policía provincial y demás sectores que se plegaron a la medida de fuerza, mantienen el reclamo con un acampe en el Comando Radioeléctrico I de Posadas. En diálogo con FRECUENCIA ZERO, Leandro De Mora, periodista de Misiones, explicó que la policía tendrá un 20% de aumento, los docentes cerca de un 30% y los trabajadores de la salud un 28%, mientras que los guardaparques se reunirán la semana que viene. “El gobierno apunta al efecto cansancio porque si el acampe sigue y no hay más novedades, el tema pasará a ser secundario para los medios nacionales; además, especulan con el aguante de la gente que está acampando porque el domingo se esperan heladas y las temperaturas en el día pueden pasar de 1° a 30°”, detalló. Sin embargo, el periodista opinó que “en el acampe están cada vez más fuertes”, debido a que cada vez más sectores se están sumando al reclamo: “ya se incorporaron los docentes, bomberos, trabajadores de prensa y hasta infantería”, agregó. Asimismo, explicó el contexto del conflicto social que atraviesa la provincia: “desde septiembre del año pasado, el gobierno le bajó la persiana a las paritarias; entre febrero y mayo dieron aumentos, pero los trabajadores no recuperaron lo perdido por la inflación; fue en ese periodo que se fueron acumulando todos estos reclamos”, aclaró.
Un informe revela la reorientación de fondos de la Policía

Con una discusión que aún está abierta, porque no hubo acuerdo entre el Gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) sobre los fondos coparticipables para el funcionamiento de la Policía porteña y que se encargará de resolver la Corte Suprema, un informe da cuenta de la reorientación de dinero hacia otras áreas. Según un informe del legislador porteño Franco Vitali, del Frente de Todos, durante el primer semestre de 2022, se le quitó a la Policía de la Ciudad 3.000 millones de pesos, que representan un 3,4 por ciento de su presupuesto total; los cuales se reorientaron hacia gastos de publicidad, obras para barrios acomodados, actos de gobierno, consultorías, influencers y hasta para mejorar un golf en Costa Salguero. Según Vitali, en diálogo con Frecuencia Zero, Larreta le pidió más plata a la Corte Suprema porque necesitaba más dinero para la Policía de la Ciudad, pero se desviaron fondos para gastos de publicidad, obras especialmente en el norte y cuestiones de posicionamiento. «Desde el Ministerio de Hacienda, vimos las partidas redirigidas», declaró. El disparador de la demanda a la que hace referencia el legislador data de septiembre de 2020. Fue la reducción por decisión del gobierno de Alberto Fernández del 3,5 al 2,3 por ciento de los fondos que recibe el Gobierno porteño para seguridad y que Mauricio Macri había triplicado en 2016 a través de un decreto con el argumento, que tampoco fue explicitado de entrada, del traspaso de la Policía Federal. “Con este desvío de fondos queda claro que Larreta miente ante la Corte, ya que no usa ni su propio presupuesto para la Policía de la Ciudad, sino que le pide más fondos a la Justicia para financiar su campaña presidencial. No le parece suficiente la plata de los habitantes de la Ciudad para su campaña personal y ahora pretende que el resto de las provincias le financien la candidatura”, cuestionó Vitali.
Sueños destrozados

Gabriel, un docente del Bachillerato de Educación Popular y Casa Comunitaria Bajo Flores, en comunicación con FRECUENCIA ZERO, denunció los daños que produjo la Policía Federal durante un operativo, en el que los efectivos irrumpieron sin orden judicial en la vivienda donde funciona la institución. En la madrugada del jueves pasado, alrededor de las 4:30 a.m., un escuadrón de la Policía Federal rompió la puerta del establecimiento donde funciona el Bachillerato Popular y Casa Comunitaria Bajo Flores en el barrio Ricciardelli (1-11-14) y ocasionó numerosos destrozos en el lugar. Desde las fuerzas de seguridad afirmaron que estaban en búsqueda de un prófugo, que finalmente no encontraron. Gabriel, docente de la institución, aportó algunos detalles sobre cómo tomaron conocimiento de los hechos y las respuestas que tuvieron por parte de las autoridades: “Nos enteramos de lo que pasó por una compañera que vive en el barrio; cuando fuimos nos encontramos con todo destrozado. Teníamos información por los medios de este operativo que estaban realizando; pero luego de esta situación que sufrimos, esto se hizo muy masivo. Y ahí es cuando se hicieron presentes desde el Ministerio de Seguridad de la Nación y la Policía Federal, pero explicaciones no hay. Esto es un episodio más de violencia, como lo suele haber en el barrio 1-11-14 y otros barrios marginados de la Ciudad. Hay otros casos donde irrumpen en las casas de los vecinos sin ninguna orden, pero ¿dónde vas a denunciar si la misma fuerza que toma la denuncia es la que irrumpe en las casas? Debe haber un protocolo, un cambio de paradigma para que esta situación de violencia cotidiana se pueda revertir». Sobre las situaciones que se viven día a día en esta y otras zonas vulnerables de la Ciudad, el educador expresó: “La violencia es algo histórico en los barrios. Lamentablemente, tanto los vecinos como los que trabajamos hace muchos años convivimos cotidianamente con esto y, desgraciadamente, empieza a formar parte de la costumbre”. Por último, abordando el plano educativo, el docente dio su testimonio sobre cómo vienen sobrellevando las clases en el contexto de pandemia: “Es increíble que se sostenga el discurso donde la educación es la prioridad cuando no hay conectividad en el barrio, nunca hubo ni la habrá en lo inmediato. Esto hace imposible sostener la virtualidad, que era lo que se pedía el año pasado. Por eso, es un discurso cínico. Ahora dicen que le quieran dar prioridad a la presencialidad. Nosotros trabajamos mucho. Estamos yendo dos veces por semana al barrio a entregar cuadernillos impresos y luego se hace un seguimiento por WhatsApp. Pero al no haber conectividad, hay que manejarse en papel. En este momento, tenemos alrededor de 50 estudiantes con el tema de los contagios. Podemos decir que hubo muchos contagios en alumnos y sus familias. Pero en el equipo docente, por suerte, no hubo contactos estrechos. Otro tema es la deserción, ya que es muy difícil seguir adelante con los estudios cuando hay alumnos que solo tienen un teléfono por familia”.