El futuro de la energía en Argentina

Frente a un panorama incierto de lo que pueda ocurrir el próximo domingo, el futuro económico de la Argentina se encuentra en el centro del debate. Sin embargo, la cuestión de la energía surge como un factor clave para el devenir de los próximos años. ¿Podremos auto abastecernos de gas y petróleo y convertirnos en una potencia exportadora? El economista José Castillo analizó la situación actual del sector y las posibilidades que podría aportar en materia de reservas y desarrollo. En diálogo con FRECUENCIA ZERO, el analista económico expresó que “la matriz energética actual no está preparada para un despegue económico de la Argentina”. Además, explicó que el país “ha venido gastando importantes divisas para importar gas y, a veces, petróleo, lo cual implica un problema para la balanza comercial”: “el 85% de nuestra energía se gestiona en centrales térmicas, por lo que el gas y el petróleo son necesarios para alimentarlas”, agregó. Asimismo, destacó que “simplemente extrayendo el gas que ya se está empezando a extraer de Vaca Muerta, Argentina estaría en condiciones de no ser más importador de gas”, con lo cual se ahorraría las divisas para la importación. Sin embargo, el economista sostuvo que “el siguiente paso es ver si el país puede transformarse en exportador de gas y petróleo y si puede convertirse en una potencia exportadora para el 2025, 2026 o 2027”.
Preocupación por la falta de combustible

Desde el pasado viernes se observan, en todo el país, largas filas de vehículos esperando cargar nafta, gasoil y otros combustibles en las diferentes estaciones de servicio. Según representantes del sector, la crisis se desató tras una suma de factores, entre los que se destacan la falta de dólares para pagar buques de provisión, paradas técnicas de refinerías, exceso de demanda por el fin de semana largo y elecciones, entre otros causantes. A pesar de que el gobierno dispuso la importación de 10 buques tras el pago de USD 400 millones, el ministro de economía y candidato presidencial, Sergio Massa, le dio un ultimátum a las petroleras y anunció que, si no se soluciona la provisión, el miércoles ya no podrán exportar crudo. En diálogo con FRECUENCIA ZERO, Jorge Lapeña, ex Secretario de Energía de Raúl Alfonsín y actual presidente del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, criticó el accionar del ministro y expresó: “tiene que explicar si el gobierno dio una cantidad de autorizaciones de exportación que hayan puesto en peligro el abastecimiento interno; está hablando más como candidato que como el máximo responsable del área energética, las explicaciones las tiene que dar él como ministro, en vez de hablar como si lo hiciera desde una tribuna política”. Asimismo, pidió que los funcionarios de la actual Secretaría de Energía y Subsecretaría de Hidrocarburos “salgan a hablar y den informes técnicos precisos” sobre la situación. En este sentido, Lapeña resaltó que la crisis de provisión “es muy grave” y que “no se puede tratar en clave electoral”: “la economía de la sociedad depende de un suministro energético confiable, contínuo y de precios razonables, si eso no se da, no funciona la Argentina; esto es un bochorno, tuvimos a veces colapsos eléctricos, pero tener un desabastecimiento de combustibles líquidos es algo inusual y vergonzoso”, agregó. Además, denunció la inexistencia de una política de Estado “racional y coherente” en materia energética: “no hay acuerdos entre las fuerzas políticas que se turnan para gobernar la Argentina; en vez de acuerdos y diálogo, hay divorcio”.
Dinero con respaldo en energía eléctrica y expresado en kiloWatt-hora

El ingeniero industrial e investigador en el campo de la tecnología monetaria Héctor Thompson plantea una teoría alternativa que implica un dinero complementario con respaldo en energía eléctrica, lo cual le otorgaría a este dinero una «unidad fija» y «valor inalterable». De esta manera, se generaría una moneda más fuerte que el dólar actual.
La CLERTIC llega a la Ciudad de Buenos Aires

La Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Energía Rurales, Tecnologías de la información y Comunicación (CLERTIC) que convoca a sectores mutuales y cooperativos de toda la región se va a llevar a cabo el 23 de junio, en su evento presencial luego de la pandemia.
Guerra a la arquitectura insostenible

La invasión de Rusia a Ucrania convulsionó al mundo por las imágenes que circulan. Pero además generó una nueva crisis económica, entre ellas, la energética. Es que el escenario estableció una serie de restricciones en las importaciones del producto. La Unión Europea (UE) depende en un 40% del gas de Rusia; lo que implica una dependencia de unos USD 118.000 millones diarios. El 40% del valor se destina a la climatización de obras de arquitectura: viviendas y diferentes usos en los grandes núcleos urbanos. Si bien la UE aplica normativas para construir con conciencia sustentable, la falta de combustibles amenaza con reemplazarse con la quema de carbón en las centrales eléctricas. Esto tendría graves consecuencias climáticas y ambientales. La única solución sería la profundización del plan “REPowerEU” para obtener más energía de forma segura, económica y sustentable, evitando la dependencia de los combustibles fósiles rusos para el año 2030. Sin embargo, el viejo continente no es el único que cortó lazos con Rusia. Estados Unidos prohibió las importaciones de gas natural licuado, petróleo y carbón de aquel país. El arquitecto Gustavo Di Costa señaló que una situación parecida ocurrió en 1973, cuando Arabia Saudita prohibió el embarque de petróleo hacia puertos de los Estados Unidos o sus rutas comerciales, reduciendo drásticamente la producción de crudo al 25%; lo que derivó en nuevas regulaciones para el acondicionamiento térmico en Europa. De este modo, el docente de la UADE afirmó que el crudo se transforma en un arma económica, como sucede actualmente, ya que Rusia es el tercer productor a nivel mundial. Por esta razón, las medidas adoptadas podrían contribuir a reducir la quema de combustibles fósiles, aumentar la producción de energía renovable e interpelar a la arquitectura para reducir la demanda energética. Para eso, el especialista consideró importante correr las fronteras energéticas hacia sistemas sostenibles y, al mismo tiempo, crear una arquitectura mejor preparada para el ahorro del consumo. «Si nosotros generamos edificios térmicamente más eficientes, estamos colaborando en reducir el efecto invernadero y todo lo que daña a la naturaleza en términos ambientales», expresó. En este sentido, el profesional explicó que si a los muros en contacto con el exterior se le generan aislaciones necesarias para reducir la ganancia de calor en verano y la pérdida en invierno, ya produce progresos. También hay otras condiciones, como el no consumo desmedido de agua, el recupero de aguas de lluvias y el lavado de áreas comunes que no requieran de agua potable. «Si todos nuestros proyectos empiezan a incorporar estas tecnologías, vamos a mejorar en eficiencia nuestras construcciones y las vamos a volver menos dependientes de recursos valiosos y finitos en el tiempo», cerró en diálogo con FRECUENCIA ZERO.