«Sin construcción, se genera el déficit habitacional»

La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) aprobó los convenios urbanísticos enviados por el Poder Ejecutivo porteño y que incluían al proyecto de la Costanera Sur. El terreno, ubicado entre el barrio Rodrigo Bueno y la Reserva Ecológica, le corresponde a la empresa IRSA. Y, en efecto, la idea oficial es hacer construcciones allí. No obstante, diferentes organizaciones proponen la implementación de un parque público allí; y acusan al Gobierno de la Ciudad de querer establecer un nuevo Puerto Madero. Por su parte, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, el arquitecto y editor en jefe de la revista Pliego, Juan Ignacio Kinder, detalló que, al no construir, se generaba el déficit habitacional del que, según él, se quejaban diferentes sectores políticos. Al mismo tiempo, remarcó que había edificios que necesitaban la protección histórica y no la tenían. Pero advirtió que la gobernación debía otorgarles otro terreno a los desarrolladores inmobiliarios si prohibía las demoliciones. Además, recalcó que la instalación de un barrio privado estaba prohibida por la Constitución porteña. En esa línea, Kinder recalcó que la discusión tenía que basarse en el control del patrimonio y que la conservación de lo patrimonial no podía separase de la crisis de vivienda. En consecuencia, subrayó que aumentaban los countries por una falta de infraestructura y debido a que los ciudadanos se sentían más seguros en esos predios. Asimismo, el especialista destacó que el Estado y el sector privado debían funcionar de manera coordinada. Y planteó que era un error pensar que las familias no podían hacer hogares por sí mismas. Además, finalmente, señaló que los arquitectos, al llevar cabo un proyecto, moldeaban el futuro de otras personas.
Lograron frenar la construcción de un edificio en Plaza Malaver

Los vecinos del barrio de Villa Ortúzar denuncian que el mismo está perdiendo identidad tras las planificaciones de desarrolladores inmobiliarios en la zona, junto con ciertos convenios urbanísticos. Por un lado, se tuvieron que organizar para impedir la construcción de una torre en la Plaza Malaver. El espacio en cuestión se ubica en la manzana delimitada por las calles Girardot, Heredia, Montenegro y Estomba. En efecto, logaron que se frenara el proyecto de 24 metros de altura; y también, que el Gobierno de la Ciudad (GCBA) anunciara que utilizará ese terreno para ampliar el espacio verde. Según contó a Frecuencia Zero Gigi Colabella, integrante del colectivo Somos de Ortúzar, «a cambio, el GCBA –a través de su mayoría en la Legislatura– habilitaría una excepción al Código Urbanístico (CUR), para que la desarrolladora eleve la altura de una torre que proyecta en avenida Del Libertador, cuya dirección exacta no fue informada». Por otro lado, más allá de haber logrado detener la construcción de aquella torre, los vecinos se encuentran en alerta por los distintos inmuebles en venta del barrio. Pues, se podrían convertir en moles, que romperían con el Villa Ortúzar de casa bajas.