Los jóvenes de las escuelas secundarias del distrito capitalino también se suman al debate acerca de las prácticas educativas en ámbitos laborales durante el último año de la escuela secundaria.
En el Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández, realizaron las Actividades de Aproximación al mundo del trabajo y a los estudios superiores (ACAP), al igual que otros 19 establecimientos.
Amparo López, presidenta del centro de estudiantes del colegio antes mencionado, le cuenta a Frecuencia Zero que esta es una instancia fijada tras el reclamo de la comunidad educativa al Ministerio, que encabeza Soledad Acuña, por un “puente entre la pasantía y la escuela, pero solo fueron contenidos de introducción al trabajo y a la educación financiera que nos pudieron haber servido en nuestras escuelas”.
“Lo que nos dejaron las ACAP son baches y problemáticas que no nos sorprendieron. Problemas de coordinación de organización, mal cálculo del aforo y además de una bajada explicita de que no vaya ningún referente del colegio (docente, preceptor, tutor) porque claramente no querían que ellos vieran el quilombo de desorganización”.
Amparo, además, nota que en el plan no se contemplan las distintas realidades de los alumnos que cursan el nivel secundario, “hay chicos que ya trabajan que buscan certificados para entrar más tarde o salir más temprano”.
“Larreta y Acuña salen a plantear este binarismo en el que señalan, ‘Nosotros somos la gestión que se ocupa y las comunidades se oponen porque los pibes no quieren trabajar y los docentes solo militan y como son sindicalistas y no hacen nada’ y en realidad nosotros somos los primeros que reclamamos que exista el vínculo entre el trabajo y la escuela, ese es un discurso de campaña y en realidad somos nosotros poniéndonos al hombro un montón de baches que van dejando por reformas inconsultas que hacen a nuestras espaldas”.
Entonces, plantea la presidenta del Centro de Estudiantes del IES en Lenguas Vivas, que no se oponen a las prácticas, sino a la falta de información y articulación con los docentes que conocen a cada uno de los estudiantes; a la desorganización que no permite aprovechar horas valiosas de cursada; y a la no contemplación de las orientaciones y especialidades de los colegios.