Lula da Silva se impuso en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, con el 50,90% de los votos frente al actual presidente Jair Bolsonaro que obtuvo el 49,10% de los votos. Con el 99,99% de las mesas escrutadas, el líder del Partido de los Trabajadores logró una tercera presidencia.
Eduardo Sartelli, analista político, explicó que se está conformando un patrón en América Latina, debido a que en el último tiempo se viene consagrando la centro-izquierda. Ahora bien, existe una polarización importante entre dos coaliciones de gobierno que se disputan el poder político.
Tal como ocurre en Argentina, entre Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri con la famosa «grieta», ocurrió en Brasil con Lula da Silva y Jair Bolsonaro. Se impuso la polarización social entre dos coaliciones de gobierno, pero se demostró que el bolsonarismo se afianzó: sacó un 49,90% de votos, cuando los terceros o cuartos candidatos apoyaron a Lula.
«No hay proyectos muy diferenciados, cuando uno escucha la campaña de Bolsonaro y la de Lula no son muy distintas», apuntó Sartelli. Hay una conformación de un nuevo centro que se está gestando en los estados latinoamericanos, que están en una profunda crisis política, pero que no tiene que ver con la ideología. Tiene que ver con la etapa y el ciclo que atraviesan. Por ello, como señaló Malamud, en las últimas 11 elecciones, 10 las perdieron los oficialismos.