La radio celebra su centenario, rodeada de miles de hechos que marcaron su historia. Desde el 27 de agosto de 1920- cuando se hizo la primera transmisión- hasta la actualidad; pasó por la conexión con los oyentes, la primera transmisión por internet, el embate de le televisión, los cambios de horarios y la colocación de cámaras en los estudios.
Un símbolo vigente de estos 100 años es Silvio Soldán. Una marca registrada en el mundo de la locución, fácilmente reconocible al escuchar algunas de sus palabras. Sin embargo, esta relación llegó por casualidad. Para ganar plata, comenzó a presentar orquestas en las confiterías. Ese fue el punto de partida para salir de gira con las bandas y transitar distintas radios del país.
A raíz de los certificados extendidos por su trabajo, Soldán consiguió el carnet de locutor. Más adelante, obtuvo el carnet de locutor en cámara, al ingresar a la televisión, y el general, cuando llegó a la radio. Desde ese momento, empezó a trabajar como locutor definitivamente.
«La radio es fundamental. Es algo ineludible y necesaria, como la música y la vida», expresó Soldán, quien además señaló cuando se pensaba su extinción por la aparición de la televisión. Actulmente, consideró que la radio es más política e información, por lo que la música quedó relegada. «Las primeras emisoras tienen muy poca, y menos de tango. En la televisión, hay programas que la música está al servicio de concursos», marcó.
En este camino, el famoso conductor también recordó, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, que los animadores debían ser locutores, para luego pasar a la conducción. Sin embargo, «ahora un chico que sale de cualquier lado se convierte en animador». Por estos cambios, afirmó que a los «locutores les han perdido el respeto, desafortunadamente».
Soldán protagonizó grandes éxitos en los medios de comunicación a lo largo de 63 años de carrera. En radio, «Matinata» y «Soldán Esquina Tango» fueron sus logros, mientras que en la televisión dejó un antes y un después con «Feliz Domingo», del cual reconoció seguir viviendo con diferentes eventos.
Si bien se encuentra alejado de los micrófonos, confesó: «Muchas veces sueño que estoy en la radio o en la TV, o haciendo un programa nuevo. No es que me desespere. Es más, yo tomé la determinación de no hacer radio. En TV, me llamaron en los últimos años para hacer cosas que no me interesaron. Pero lo recuerdo permanentemente porque fue mi vida».