Mientras en la puerta del Parlamento de la Ciudad se manifestaban docentes, que plantearon un paro en contra de la reforma que propuso el oficialismo, se convertía en ley una iniciativa que no obtuvo consenso ni adentro ni afuera.
La falta titularización masiva de cargos y la exigencia en capacitaciones que deberán tomar los maestros para poder avanzar en su carrera y así alcanzar un mejor salario son los puntos de conflicto del proyecto presentado por la ministra Soledad Acuña.
Alejandra Bonato, secretaria gremial de UTE, explica a Frecuencia Zero que a pesar de haber sido invitados a plantear puntos en discrepancia en la Comisión de Educación de la Legislatura, “no han corrido ni una coma de la propuesta oficial”.
Asimismo, la docente remarcó la falta de acuerdo con el sector al mencionar la represión de los manifestantes: “Incluso, ahora mientras me estás haciendo la nota estamos en el Santa Lucía porque a un compañero lo gasearon en los ojos. Y el número que consiguieron en la votación es malísimo, porque no lograron un solo apoyo de la oposición”.
Con la norma ya aprobada, ahora el Ejecutivo procederá a reglamentarla. Desde 2023 se pondrá en marcha la oferta de capacitaciones en la Escuela de Maestros; que serán obligatorias para acceder a los nuevos cargos. Esos cursos tendrían una extensión de un año. Por lo cual recién en 2024 empezaría a reflejarse la reforma en el aula.