La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner dio su apoyo al flamante ministro de Economía Sergio Massa, pero fue un apoyo medido. Si bien se mostró junto al ex titular de la Cámara de Diputados, no fue a la asunción ni los funcionarios kirchneristas mostró su apoyo.
Incluso, Massa se muestra cada vez más cerca del presidente Alberto Fernández. De esta manera, es el propio jefe de Estado el que termina empoderando al «superministro» de Economía.
Ayer se realizaron cambios en la Secretaría de Energía, que aparenta un triunfo del ministro, porque desplaza dos personajes muy importantes del kirchnerismo que venía intentando dejar de lado Martín Guzmán. Pero no los desplaza a todos porque Federico Bernal pasa del Energas a la Subsecretaría de Hidrocarburos, que es un ascenso.
A su vez, falta un Viceministro, que en principio se espera que sea un economista, porque Massa no lo es, pero que el viernes estaba designado y hoy parecería que están en busca de otro, pero nadie quiere agarrar.
Sergio Massa solo es un dador de tiempo a costa de su imagen. Hasta el momento las únicas medidas del ministro de Economía fueron el tarifazo de subsidios, «esto va ser un massaso más que sustantivo» y un recorte importante en cuanto al presupuesto de las provincias.
Esto pareciera que solo refuerza la teoría de Sartelli de que Cristina Fernández de Kirchner no era asumir ni derrocar al Gobierno, sino de ir a elecciones en la provincia de Buenos Aires y ganar ahí. Por este motivo todo lo que se está destinando en partidas a la provincia.
«Los viajes de egresado que paga la provincia son de un grado de populismo desvergonzado, es poco menos de un crimen social», concluyó Sartelli en diálogo con FRECUENCIA ZERO.