La tecnología marca el pulso de la vida desde hace muchos años. La pregunta es cuánto y cómo es el consumo, teniendo en cuenta que a veces se pierde noción del tiempo invertido. Sobre esta base, UADE realizó una encuesta- jóvenes con un promedio de 28 años- sobre medios y tecnología en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

«Es notable los niveles de conectividad que tenemos. No solo los argentinos, es un fenómeno global. Nos debería sonar la alarma de qué es lo que estamos haciendo. Tener el dato nos ayuda a pensar en qué estamos invirtiendo el tiempo», sostuvo Patricio O’ Gorman, docente e investigador del Observatorio de Medios y Entretenimiento de la universidad.

En este sentido, el especialista aseguró, en diálogo con FRECUENCIA ZERO, que las personas están 15 horas por día usando distintos medios y tecnologías. De ese tiempo, gastan un tercio en redes sociales. Este período se entrelaza con el resto de las actividades diarias. Por lo tanto, las 24 horas se transforman en elásticas.

«Salvo los videojuegos y un poco de lectura, todos los otros medios (contenidos audiovisuales, música, podcast, redes sociales- pueden hacerse mientras estoy haciendo otra cosa. Si hiciéramos una encuesta de todas las actividades que hacemos durante el día, sumaría bastante más de 24 horas. De hecho, las referencias que hay en EE.UU. da 33 horas de día. Yo estoy estudiando y tal vez estoy 3 horas, y escucho música. Entonces, vale doble», explicó.

Dentro del trabajo de UADE, hay un 7% que son mayores de 50 años, quienes deberían tener un patrón de consumo distinto respecto a los jóvenes. Este segmento se inclina más por contenidos audiovisuales, música y lectura. En consecuencia, tiene mayor variedad y riqueza en su exposición, mientras que los chicos abarcan el gaming y las redes sociales. «Se ve un nivel parejo de consumo, cambia la composición pero no hay grandes brechas», aseveró.

Siguiendo el estudio, los jóvenes tienen una gran diferencia de consumo entre nuevos medios y tradicionales. En términos audiovisuales, solo una hora corresponde a contenidos televisivos, mientras que la radio se queda con 35 minutos en promedio. Es que nacieron con servicios a demanda, quieren los contenidos cuando quieren y en el orden deseado.

«Es fuerte, pensando que hace 15 años el fenómeno de streaming no existía. El avance que tuvo en este grupo etario pegó fuerte en los medios tradicionales», cerró O’ Gorman, quien adelantó que el próximo paso será conocer la confiabilidad del consumo.