Empezó con una fiambrería y vió que el negocio de las picadas personalizadas era una buena forma de llegar a sus clientes de otra manera. Dejó atrás el local y, con el conocimiento que le otorgaba el vínculo con mercadería de primera calidad, descubrió que era la mejor manera de convertir clientes en amigos. “Nada como una buena picada para forjar una amistad”
La familia fue testigo de ese crecimiento, en cada reunión había una novedad para mostrar la innovación en el servicio de picadas. Es que Lina Tripicchio nunca se quedó quieta y siempre fue por más. Su pasión por las masas leudadas la llevó a desarrollar suculentos sandwiches con masa de focaccia, “Su Especialidad”.
Por eso la escuchó a su sobrina: Fue la que me dijo para comenzar con esta idea. Me mandó una foto y me dijo, mirá que bueno, tía: “Pan Dulce Salado” Y bueno, ahí lo empecé a hacer. Me gusta mucho amasar. La masa con levadura me gusta mucho. Los voy variando adentro. Salen bien con salame y jamón, pero después puede ser roquefort u otros quesos, también con frutas secas, nueces y almendras, y la vedete, las aceitunas.
Hacerlos lleva su tiempo porque hay que hacer un leudado primero de una hora, después lo estiras, lo rellenas, haces el bollito, lo metes en el molde y después tenés una hora más de levado y después se tiene que enfriar. Es importante darle ese tiempo de leudado porque sino te queda bajo.
Ya tiene 15 años este proyecto de picadas y ahora se abre camino con esta propuesta de Pan Dulce “Salado”. Hay algo atrás muy fuerte con mucho conocimiento, información de fiambre y un montón de cosas que hacen al resultado de un buen producto.