Como todas las plataformas de medios, muchos especialistas a lo largo de la historia le pusieron fecha de vencimiento a la radio, el medio con más cercanía al público. Sin embargo, y contra todas las previsiones, el medio sigue teniendo cifras que indican que sigue vivo. A diferencia de la gráfica, no tuvo bajas notables, lo que indica que el oyente es un fiel consumidor. ¿Qué pasará con esta plataforma en el futuro? ¿Que va a ser de la Radio?
Gustavo Pesci es ingeniero y empresario radiofónico: en 1997 fundó Hardata, una compañía para desarrollar soluciones de software para y facilitar la administración de materiales digitalizados de audio, video y texto para radios y canales de televisión. Así nació Dinesat, uno de los softwares para operación radiofónica líderes en el mundo.
En diálogo con Frecuencia Zero, al especialista analizó no solo la vida del medio a nivel operativo, sino como a sobrevive a pesar de los grandes cambios: «La radio tiene sentido si tenemos en cuenta el concepto de cercanía, en Argentina estamos haciendo muchas experiencias revolucionarias, hace falta gente en los medios que entienda la lógica, este país fue uno de los primeros que inició a jugar con la radio, tenemos mucho para hacer con nuestra historia», explicó Pesci.
Una de las modificaciones más importantes que se vienen analizando y experimentando en el éter es la utilización de camaras y streaming en vivo para permitir a los oyentes visualizar el programa y la ‘magia’ detrás de las ondas de frecuencia. En este sentido, Pesci observó que «son mundos totalemente diferentes»: «Hay lugares como en México donde los estudios de las grandes cadenas son idénticos a los de televisión: con cámaras, iluminación, sala de maquillaje y escenografía, pero todavía no saben como utilizarlo, sigue siendo radio», explicó, a lo que aportó que una de las variables para explotar tiene que ver con la post-producción del contenido, en la que «hay mucho por hacer».
Además, el ingeniero habló sobre la situación del sector del desarrollo de software, a la que vió como una industria «sólida», pero con ciertos declives que es necesario reformular: «Falta gente porque la Universidad es muy rígida, no salen con conocimientos técnicos como antes: lamentablemente por problemas de financiamiento se cortaron los planes que formaban programadores con un curso básico y si se hubiera continuado hubiera sido muy exitoso», concluyó.