Hoy se cumplen dos meses del siniestro del laboratorio principal del Hospital General de Agudos Santojanni.

En la madrugada del 17 de octubre no hubo detectores de humo que sonaran para evitar el desastre, no existieron disyuntores eléctricos que saltaran para que el incendio no se llevara puesto todo el trabajo de médicos y técnicos. La destrucción fue total y en el espacio no quedaron ni computadoras, ni heladeras, ni reactivos. Los trabajadores habían alertado sobre la falta de mantenimiento del cableado eléctrico, pero cayeron en saco roto.

Ante ésta situación, los jefes de las distintas áreas que funcionan en el nosocomio de Liniers vienen reclamando conocer cómo van a ser los procesos de recuperación del espacio de laboratorio y de qué manera se van a poner en funcionamiento los sectores afectados y modificados para atender la emergencia Covid-19. «Es decir, devolver los espacios de Clínica Médica, las habitaciones, la atención de las áreas de cardiología y todas las afectadas», señaló Marcelo Struminger, jefe de la unidad coronaria del hospital y presidente de la Asociación de Médicos Municipales.

En este sentido, Struminger explicó cómo fueron los días posteriores al incendio: «Desde el 25 de octubre empezamos a pedir explicaciones a través del Comité Asesor Técnico Administrativo (CAT) que lo integran todos los jefes de los servicios del hospital y la dirección no ha accedido a ésta reunión para conocer cuál es el plan de acción para seguir adelante y escuchar cuáles son las propuestas que tenemos. La verdad que la indiferancia que tienen para con la gente que tiene que ocuparse de los pacientes es cruel».

Actualmente el Santojanni realiza todos los exámenes con su laboratorio de guardia pero resuelve únicamente lo que se requiere de forma inmediata. Algunos estudios de mediana complejidad se derivan, pero el resto de laboratorios de la red tienen sus propios presupuestos y recursos y no pueden abastecer todo.