Eduardo Sartelli, analista político, llamó a retomar la categoría de «lumpen» debido a los últimos hechos que vienen tomando relevancia en la agenda y que tienen que ver con la inseguridad. El 1.° de septiembre un lumpen le gatilló en la cabeza a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero todas las mañanas existen lúmpenes que disparan a trabajadores.

Cabe destacar que la categoría de lumpen refiere a «una capa de la vida social, que es la que constituye lo que nosotros hemos llamado el Estado negro, lo que está al margen». El lumpen no es un obrero ni solo pertenece a las capas más pobres de la sociedad, puede ser alguien que viene de clase social alta. Es un apéndice del Estado, porque generalmente ese lumpenaje está en connivencia con la policía o la política. 

En los últimos 30 años, la expansión del lumpenaje caracteriza una capa social de la Argentina. Sartelli resaltó que la expansión del lumpenaje y la gran inclinación de parte de la juventud son una tragedia social. 

«Hay mucha gente que está loca; y esa locura empieza a tomar carácter social, que normalmente tiene carácter privado. Pero cuando la sociedad empieza a desarrollar este tipo de dinámicas donde todo es un disparate, entonces, la locura comienza a hacerse social», apuntó Sartelli. De allí salen los Jair Bolsonaro, Donald Trump y Adolf Hitler.

Actualmente, hay puntos de la Argentina donde no se puede vivir por la inseguridad. Para Sartelli, la ausencia de horizontes que existe en el país, llevaron al desarrollo de lúmpenes. Frente a esa ausencia de horizontes, la sociedad se revela y, a partir de allí, se genera ese amplio mundo del lumpenaje.

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