Por segunda vez en el año, el gobierno decidió, de forma unilateral, el aumento del salario mínimo, mediante una resolución en el Boletín Oficial. De esta forma, el salario pasará en mayo de $202.800 a $234.315. La decisión se toma luego de la fallida reunión del Consejo del Salario del pasado martes, en la que los representantes sindicales exigieron aumentarlo a $440.000, mientras que los empresarios ofrecieron un 8% para mayo y un 5% para junio.
En diálogo con FRECUENCIA ZERO, el economista José Castillo describió la situación como “un juego muy perverso”, debido a que replica la misma dinámica de febrero: “cuando se hizo la reunión del salario, la parte empresarial ofreció un 0% de aumento y entonces la secretaría de trabajo dijo bueno, entonces laudo yo; el representante de la parte sindical en ese encuentro era nada más y nada menos que Julio Cordero, quien 15 días después asumió como secretario de trabajo, siendo parte de Techint”. En este sentido, Castillo denunció una connivencia entre el empresariado y el gobierno para que rija “un salario de indigencia absoluto”.
El salario mínimo, vital y móvil rige como base para los planes sociales, pero también para las jubilaciones, ya que por ley no pueden encontrarse por debajo de su piso. Sin embargo, según José Castillo, esta actualización “es tan miserable que ni siquiera tiene efectos sobre ello” porque con el nuevo bono de $70.000, ningún jubilado cobrará en mayo menos de $240.000.