Tras un fin de semana plagado de tensiones en las inmediaciones de la casa de Cristina Fernández de Kirchner en el barrio porteño de Recoleta. El analista político Eduardo Sartelli apuntó contra la Vicepresidenta por «largar a sus huestes a batallar en la calle en nombre de una condena que no existe».
Para el analista político, Cristina Fernández de Kirchner «no tiene un poder real». Incluso, en lo que va de los años pasó de ser la figura política que ganaba en todos lados, «la gran triunfadora», con un apoyo del 54% de los votos, a recluirse en el poder de la provincia de Buenos Aires, luego en el conurbano y ahora solo en los municipios de La Matanza, Merlo y Moreno.
Ahora bien, la pregunta es por qué Cristina sigue teniendo la centralidad política. En este punto, Sartelli plantea que es «el viejo caso del rey que está desnudo, nadie se anima a decirselo y todo el mundo actua como si lo estuviera». Pero es evidente que la Vicepresidenta tiene muy poco poder político.
Es difícil explicar el escenario político, porque Fernández de Kirchner está enviando a su gente a batallar en las calles por una supuesta condena, que probablemente va a existir. Pero va ser una condena en suspenso porque después tiene que pasar por otras instancias; a su vez, tiene lo suficientemente instalado el discurso de que la cultura y la justicia macrista son las que la llevan a esta situación.